Decenas de pasajeros varados en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín arremetieron contra las aerolíneas porque no les notificaron con tiempo de las cancelaciones de sus respectivos vuelos y las alternativas de salidas más cercanas son dos días y la próxima semana.

Allison Singletary, una residente de Georgia que se encontraba de vacaciones en Puerto Rico, denunció que lleva dos días varada y que la aerolínea Frontier no le garantizaba salida hacia Orlando, Florida, hasta el 26 de septiembre.

En presencia de este diario, Singletary se comunicó con un representante de la aerolínea llamado Alex a quien le indicó que ya no quería hablar con otro representante de servicio al cliente, sino con un gerente. Sus intentos resultaron infructuosos.

“Llevamos dos días aquí y no hacen nada por nosotros. No han sacado ni un vuelo desde el martes que se llevaron el avión de aquí y no lo han regresado”, indicó airada.

En términos similares se expresó Jessica Negrón Andújar, de 37 años, quien lleva cuatro días durmiendo en el aeropuerto a la espera de poder regresar a su residencia en Orlando.

“Nos dicen que por el toque de queda el avión no puede venir. Yo he estado reciclando agua en las botellas que me he bebido y con esa agua me baño”, dijo la mujer desesperada.

“Es bueno que el Gobernador venga y vea esto y que hagan algo para que los obliguen a que nos saquen de aquí. Nosotros también somos personas y estamos pasando necesidades”, destacó.

Uno de los empleados de Frontier, John Correa, indicó que no podia ofrecer información precisa a los pasajeros, toda vez que no tenía sistema.

“No estamos vendiendo ‘tickets’. No estamos moviendo pasajeros comerciales, solamente los que tengan que ver con la emergencia”, señaló Correa a este diario.

Sobre los pasajeros varados, dijo que si el avión que había salido a Orlando regresaba a San Juan, los irían colocando en el vuelo de las 2:30 am del lunes.

No obstante, los pasajeros entrevistados ya habían recibido un correo electrónico de la aerolínea indicando que el vuelo 681 estaba cancelado.

Liberato Garcet, un técnico de servicios que reside en el estado de Florida, estaba de vacaciones en la isla viendo su familia desde antes del huracán Irma. Al pasajero le han cancelado tres vuelos. Uno fue del 22 de septiembre, el de hoy y otro para mañana.

“Ellos dicen que es por el toque de queda, pero qué tiene que ver eso con el aeropuerto. Yo no vuelvo a viajar con ellos”, sostuvo.

El panorama para los pasajeros varados se complicaba porque el hotel del aeropuerto no estaría disponible hasta el 15 de octubre.

La familia integrada por Karina Mejía, su esposo Angelo Rada y su hija de un año y 8 meses era de desesperación porque no le garantizaban que puedan salir a tiempo para regresar a su hogar en Charlotte para reportarse a sus respectivos trabajos. Y como no tienen comunicación no podían avisar a sus patronos que no llegarían. 

La mesera, de 21 años de edad, arremetió contra la aerolínea pues antes de llegar al aeropuerto no le notificaron de la cancelación del referido vuelo.

“Llegamos a esta hora porque hay toque de queda y no podemos estar en la calle más tarde, pero no nos avisaron hasta llegar aquí. Tengo miedo porque nos van a botar si no llegamos. Nosotros debemos estar en Carolina del Norte para reportarnos a trabajar”, indicó.

El caso de los pasajeros de la aerolínea Jet Blue también era de indignación ante la cancelación de sus vuelos.

Nelly Martínez, una boricua que reside en Miami, llegó hasta el aeropuerto internacional, pues su vuelo que saldría del aeropuerto regional de Aguadilla fue cancelado debido a los severos daños que causó el huracán María en esa instalación aeroportuaria.

“Hoy no saldremos. Nos dijeron que vengamos mañana a las 7:00 de la mañana para ver si nos pueden acomodar. No nos queda más remedio que quedarnos aquí hasta mañana porque no vamos a regresar a Ponce porque allí tampoco tenemos aire acondicionado, ni comunicación”, destacó Martínez, quien viajaría acompañada de sus esposo y sus tres hijos.

Virginia López, otra pasajera varada de Jet Blue, se quejó porque le dijeron que no podría viajar de regreso a Tampa, Florida, hasta el 6 de octubre, pese a que su vuelo debía salir hoy las 5:30 pm.

“Yo tengo que dormir aquí esta noche. Todo el dinero que uno pierde. Yo no soy rica y las tarjetas de crédito no funcionan. Y nosotros entregamnos el carro (alquilado) temprano.Y en estas situaciones la gente se aprovecha en vez de ayudarse. A mi esposo un homb re le dijo que le conseguía un carro por 700 dólares”, lamentó.

No fue posible conseguir una reacción de personal de Jet Blue.

En medio de la crisis, uno de los pasajeros denunció que la aerolínea Air Sunshine sacó un vuelo fletado con 18 pasajeros a los que le cobraron $1,500 por cada pasaje.

Este diario supo que los vuelos comerciales deben ir normalizándose a partir del 8 de octubre.