En menos de 10 minutos perdió su abundante cabellera grisácea y su espesa barba blanca. Atrás quedaban los rasgos que lo caracterizaban.

Los mechones de pelo iban cayendo en su regazo y Miguel “Cuco” Pereira se iba transformando.

¿El motivo? Unirse al acto de amor hacia los niños pacientes de cáncer del Hospital Pediátrico que reunió ayer a cientos de personas en el coliseo Roberto Clemente.

Además de su gesto solidario, Pereira le llevó al CAP más de $6,000 en donativos de amigos y familiares y dinero recaudado en varios semáforos en San Juan.

“Todavía no me he mirado al espejo... Tengo frío...”, fueron las primeras palabras del senador popular cuando ya el barbero le había tumbado todo el pelo y le había afeitado la barba.

Confesó que hacía como 20 años que no se recortaba corto y 13 años que no se afeitaba la barba.

“De vez en cuando me daba un trim, pero me gusta el pelo largo. Cuando estaba en la Escuela de Derecho, el pelo me llegaba al hombro”, sostuvo el ex secretario de Corrección y ex superintendente de la Policía.

Mientras lo afeitaban, su esposa, Annie Bird, quien lo acompañaba, le pidió al barbero que le dejara “un candaíto”, pero el senador le dijo: “No, se va todo”.

De pronto, alguien preguntó: “¿Y las cejas?”. “No, las cejas no”, le respondió enseguida Pereira.

Mientras lo rapaban, el público miraba atento. Algunos lo grababan en celular.

“¿Lo van a reconocer?”, le preguntó una reportera.

No sé. Hace como 13 o 15 años que yo no me veía la cara.

El legislador contó que hace unos días su hijastra, Desiré, quien es sobreviviente de cáncer de tiroides y colabora con la Fundación CAP, le pidió que se rapara para que ayudara en la recaudación de fondos.

“El mismo día le dije que sí. Nunca lo había pensado, pero le dije que la causa me entusiasmaba porque es importante ayudar”, dijo el ex fiscal. “Aquí lo que es importante es que todo lo que se recaude se queda en el Hospital Pediátrico y en el Centro Médico. Con estos fondos se comprará equipo, se podrán hacer diagnósticos y ofrecer tratamientos que de otra manera no se han podido sufragar”, indicó Pereira.

¿Por qué decidió raparse?

Decidí hacer esto porque entendí que había algún interés por verme sin barba y sin pelo y que la gente contribuiría, y con mucho gusto lo he hecho. Mientras recogíamos dinero para esto, se comentó que yo llevaba nada más que dos meses en la política electa y que ya estaba recogiendo fondos de campaña y no es cierto, era para esto.

¿Cuánto recaudó?

Casi $6,000. Recogimos contribuciones de amigos nuestros que entendían que tenían la obligación de contribuir. También recogimos en las calles, en el puente Dos Hermanos y en Hato Rey.

Dijo que hizo la colecta en dos días y que contó con la ayuda de su familia y de personal de su oficina en el Senado.

De hecho, se rapó junto con uno de sus empleados, Justo Colón.

Su esposa, Annie, recogió en una bolsa plástica el cabello recortado de Pereira.

“Yo no me voy a rapar. Todavía no estoy lista, pero me voy a recortar el pelo corto y lo voy a juntar con el de Cuco. Los voy a echar en un cofre que compré. Quiero mezclar esos pelos en mi casa para que nada los separe”, sostuvo con picardía Bird.