Un grupo de destacados y destacadas periodistas, entre ellos la colega Bárbara Figueroa, de Primera Hora, compartió esta mañana sus experiencias en la cobertura de temas de salud y en particular de la pandemia del COVID-19, como parte de las actividades del Sexto Taller de Periodismo de Salud, auspiciado por el Overseas Press Club de Puerto Rico y la coalición de inmunización y promoción de salud VOCES, en conjunto con varias universidades.

Figueroa compartió uno de los paneles con las periodistas Sandra Caquías, de EsNoticiapr.com; Mayra Acevedo, de Notiseis; y Belinda Burgos, de la Revista de Medicina y Salud Pública. El panel, moderado por la también periodista Edmy Ayala Rosado, de cienciapr.org, enfocó su presentación en los retos que enfrenta el periodismo para la cobertura de temas de salud, particularmente en el escenario de la pandemia, resaltando las dificultades que van desde las preocupaciones y temor al contagio hasta los problemas de acceso a la información y los escándalos, como la compra de pruebas fatulas de COVID-19, por mencionar uno.

De igual forma, ofrecieron a los estudiantes sus reflexiones y recomendaciones para coberturas de salud y ciencias.

Figueroa relató que, a pesar que llevaba más de 20 años haciendo periodismo, no se había adentrado en temas de ciencia y salud, algo que cambió de manera radical con la pandemia.

Reconozco que me equivoqué. Metí las patas. Pero hubo científicos que se acercaron, de manera muy adecuada, a corregirnos”, comentó, agregando que desde entonces creció su respeto por esa diversidad de especialistas médicos y científicos, muchos de los cuales se convirtieron en aliados para poder transmitir la información de la manera correcta.

La periodista de Primera Hora agregó que, además de contar con el respaldo de esos especialistas, se ocupó de buscar información y aprender sobre ciencias, participando de seminarios, webinars y cualquier otra forma de educación que estuviera disponible.

Exhortó a los estudiantes de periodismo interesados en temas de salud y científicos a profundizar en ese tipo de estudios. A manera de ejemplo, recomendó leer sobre la pandemia de 1918, mal llamada gripe española, durante la cual ocurrieron muchas situaciones similares a las que pasaron con la pandemia del COVID-19, desde pánico, cierres, desinformación, y conflictos entre intereses salubristas y económicos.

La educación debe ser constante. Con la pandemia, y con otras cosas también, la información cambia tan rápido, que siempre hay que seguir aprendiendo”, exhortó.

Figueroa, recordó que las y los periodistas encararon también los mismos retos que enfrentó cualquier otra persona. “La redacción cerró. De pronto estábamos en casa, con los tres muchachos. Y uno preguntándose cómo iba a hacer con todo. Y no cómo lo hicimos, pero se logró”.

Asimismo, comentó que, como parte de su labor, trata de humanizar las historias siempre que sea posible, para llevar la información necesaria, pero con un ángulo diferente y más cercano a la gente.

“Hay tanto y tanto por escribir sobre el COVID”, afirmó, sugiriendo a los estudiantes explorar entre otros temas, como afectó a adultos, niños, comunidades más desventajadas o comunidades de inmigrantes indocumentados.

Ustedes pueden explorar esos temas, y ver que cosas que hicieron mal no se vuelvan a repetir”, afirmó.

Figueroa insistió a los estudiantes en que no dejen de interesarse y educarse en diversos temas, y agregó que “el periodismo es una eterna universidad. Siempre hay que seguir aprendiendo”.

Recomendó, entre otras, la fuente de cienciapr.org, no solo para temas de la pandemia, sino para cualquier tema científico, pues tienen un caudal de recursos para ofrecer la información correcta.

“Hay que informar. Si el gobierno no logra comunicar bien, tenemos que hacerlo nosotros. Y hay que hablar claro. Ahí está el reto”, insistió la periodista, recordando, por ejemplo, el desafío que ha significado llevar la información sobre las vacunas de COVID-19 y su efectividad, en medio del mar de temores y desinformación que les ha rodeado.

Acevedo, por su parte, relató que siempre tuvo el interés por las ciencias, matemáticas y salud, “algo poco común en periodistas”, pero no fue hasta un padecimiento que tuvo su mamá que se empezó a interesar más de lleno en el tema de la salud.

Exhortó a los estudiantes interesados a explorar la diversidad de campos que tiene el área de salud, que además se están actualizando constantemente.

“El tema de salud siempre va a ser importante”, resaltó Acevedo, agregando que recientes estudios apuntan a que, con el cambio climático, se espera que más virus puedan pasar de animales a humanos.

Se hizo eco de sus colegas y llamó a prepararse lo más posible para las entrevistas y reportajes, pues a menudo el tiempo es limitado para conseguir y entrevistar recursos, así como para escribir o, como es su caso, hacer reportajes televisivos de apenas un par de minutos de duración, y llevar la mayor cantidad de información de la mejor manera posible.

Asimismo, afirmó que “hay que tener respeto a la audiencia, de igual forma que se respeta la profesión” a la hora de llevar la información, incluso si se trata de información que puede resultar sensible y preocupante.

Caquías, en tanto, comentó sobre los retos de entender qué información buscaban los lectores, y cómo podían detallar esa información, en particular para el público en que se enfoca su periódico regional.

En un momento la gente pensó que si le entregaba un periódico se podía contagiar. Era un reto para llevarle esa información. Qué ocurría con la pandemia, si se manifestaba igual en Puerto Rico que en Europa. Fueron retos bien grandes”, expresó, recordando que todo eso ocurría en medio de una gran desinformación en redes sociales que había que combatir, y de los temblores de tierra que no cesaban en el área sur.

Burgos explicó que una dificultad con el periodismo de salud y ciencia, es que suele tener información elevada, que es difícil de comprender, y que además “no se puede llevar de manera alarmista”.

Aseguró que “en este tipo de periodismo, nosotros servimos como traductores” entre quienes traen los datos científicos y quienes tomarán las decisiones de salud pública. “Tenemos una gran responsabilidad, somos el intermediario entre esos científicos y los funcionarios”.

Recordó que, al surgir la pandemia, “para muchos de nosotros, como periodistas, mucha información era nueva, pero para los científicos no” y exhortó que a no teman en decirle a las fuentes científicas que hablen en un lenguaje que puedan entender y que permita llegar al público.

Otro reto, “y otro consejo a la vez”, sostuvo, fue trabajar con las estadísticas, pues en eso tiene mucho que ver la cantidad de una muestra, el tipo de estudio, y muchas cosas más, y se debe ser los más preciso posible al reportar, para evitar confusiones y malos entendidos.

Una vez más, recomendó leer, documentarse, buscar diversas fuentes confiables, diversos estudios a nivel internacional, para poder llegar preparados a las entrevistas con expertos y para facilitar la búsqueda de información.

Ayala, por su parte, comentó a los estudiantes que en temas de salud en particular hay también una evolución constante, y queda mucha información por llevar al público, que no se da a conocer por diversas razones.

Llamó además la atención de los estudiantes a tener siempre en cuenta el público al que informan y al que se deben, y recomendó estar siempre alertas a si en algún momento se puedan estar desviando de esa razón principal de atender a ese público.

“Tengan clara su identidad, su enfoque, y eso le ayudará a hacer sus reportajes”, afirmó, agregando que, llevar, al informar, más que más que su opinión personal lo más importante es aquello que resulte mejor para el colectivo.