Peñuelas.- “Allá abajo el mar mete medio, se oyen explosiones”.

Desesperados porque no habían podido salir a pescar desde que comenzaron los temblores el 28 de diciembre, varios pescadores del sector El Boquete, del barrio Tallaboa Encarnación), en Peñuelas, desafiaron la naturaleza y ayer domingo y hoy lunes, partieron mar adentro a buscar el sustento para sus familias.

El domingo, en su afán por conseguir buena pesca llegaron hasta aguas cercanas al islote Caja de Muerto, al sur de Ponce, dónde algunos bucearon y narraron a Primera Hora los dramáticos momentos que vivieron bajo las profundidades del Mar Caribe, escenario de la secuencia sísmica que produjo un terremoto de 6.4 el 7 de enero en el suroeste de Puerto Rico, con fuertes réplicas y movimientos telúricos que desde entonces no han cesado.

Cuando regresaban de pescar justo a las 2:45 de la tarde y poco antes de desembarcar en el muelle, un sismo de 3.8, cuyo epicentro fue en la Bahía de Tallaboa, sorprendió a los pescadores en las dos embarcaciones.

“Yo escuché las explosiones bajo el agua, creía que eran piedras chocando, como si fueran peñones gigantes de río chocando bajo el agua y explotando”, describió Randy Morales Ramos, vicepresidente de la Pescadería Santo Cristo de la Salud que ubica en el sector El Boquete.

“No habíamos podido salir a pescar porque el mar está bien malo desde los temblores. Todo el mundo cogió miedo, los pescadores no quieren salir. Todos estamos asustados igual que cualquier persona… Hoy salimos dos o tres a tratar de buscar el sustento de nosotros de todos los días”, sostuvo Morales Ramos, quien se dedica a la pesca hace 20 años.

Denunció que en medio de la tensa situación no han recibido ningún tipo de ayuda del gobierno central ni del gobierno municipal de Peñuelas, que dirige el alcalde, Gregory Gonsález Souchet. “Este es el primer día que salimos después de los temblores arriesgando nuestras vidas allá en Caja de Muerto. El gobierno se ha olvidado de nosotros y el alcalde de aquí de Peñuelas, también. No nos ha ayudado en nada. Nosotros estamos pasando malas y tenemos familia, hijos que mantener y vivimos de la pesca que es el sustento de nosotros”, indicó el pescador. 

Subrayó que al día de hoy ni el Departamento de Agricultura ni el alcalde “han venido a ver cómo estamos, se han olvidado de nosotros”.

Dijo que los pescadores, igual que el resto de la ciudadanía, están afectados emocionalmente con los temblores. “Tenemos miedo también, igual que las otras personas, no somos una tola, tenemos miedo y sentimientos y tenemos familia que proteger. No nos atrevemos salir de la pescadería. Tenemos miedo a que venga un tsunami o un temblor más fuerte y nos coja en el agua”, expresó Morales Ramos.

“Perdimos el muelle, lo tenemos esbaratao y no nos ayudan”, sostuvo para agregar que el muelle de Tallaboa se afectó con el paso del huracán María el 17 de septiembre de 2017 y las fuertes marejadas que se producen con los recientes temblores lo han deteriorado aún más.

“El Alcalde de Peñuelas que bregue pa’ nosotros. Nos quedamos sin muelle y nosotros tenemos familia”, expresó entre sollozos otro pescador, Rafael Molano Arroyo. “Ni el gobierno ni el alcalde ni nadie se ha acordado de nosotros. A los pescadores de Ponce les dan motores, allá dónde sea, pero a nosotros estamos aquí sin motores, sin pescar, sin lanchas y sin muelle. ¿Qué falta?, que nos caiga todo encima a nosotros”, reclamó Molano Arroyo, quien dijo que lleva 50 años pescando.  

Cuando Primera Hora llegó a la pescadería los trabajadores del mar limpiaban lo poco que lograron pescar durante todo el día de trabajo: varias langostas, algunas especies de pez capitán y un pulpo. “Es poca la pesca porque a base de los temblores los peces también se asustan y emigran”, explicó Morales Ramos. Detalló que lo que lograron pescar representaba unos $80.00 para cada uno de los pescadores.

“Yo pesco desde niño, vivo totalmente de la pesca”, sostuvo el vicepresidente de la pescadería peñolana. “Por esta situación de temblores así de fuertes yo nunca había pasado”, dijo al mostrar cómo había subido la marea y las rajaduras que han dejado los movimientos sísmicos en el muelle y la pescadería.  

¿Pero ustedes están arriesgando sus vidas en el mar?, le preguntamos.

“Arriesgamos nuestras vidas porque necesitamos pagar nuestras cositas, pagar biles de agua y luz, deudas que nosotros tenemos, carros y cubrir las necesidades de la familia también. Estamos los pescadores tratando de sobrevivir”, sostuvo Morales Ramos.

Hoy lunes dijo que también salieron y que la pesca fue todavía menor. “Hoy la falla estuvo bien activa y cuando estaba bajo el agua escuché 27 explosiones contadas. A las 9:40 de la mañana hubo una tan sólida que me retumbó el oído. Estaba loco por salir del agua”, narró el pescador, quien detalló que hoy salieron en tres embarcaciones y se mantuvieron entre los islotes María Langa y Ratones, cerca de Las Cucharas.