Un grupo de pescadores protestó esta mañana frente a la sede del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) para reclamar transparencia y que se les entregue el dinero de una asignación de $11.4 millones que hizo la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) luego de verificar los daños provocados por los huracanes Irma y María, para la recuperación de los pescadores comerciales.

De acuerdo con los pescadores, el DRNA fue reduciendo la cantidad que daría a los pescadores, hasta dejar apenas $400,000 en ayuda directa para mitigar los daños que sufrieron los pescadores.

Explicaron que primero, la exsecretaria del DRNA, Tanía Vázquez, les informó que solo recibirían $7 millones. Luego, la comisionada residente en Washington les dijo que solo serían $1.6 millones. Y por último, el DRNA les indicó que serían tan solo los $400,000 de ayuda directa.

Según estimaron, repartir esa cantidad entre los cerca de 1,200 pescadores comerciales bonafide supone que cada pescador recibiría $333, una cantidad que apenas les ayudaría pues muchos perdieron todo o casi todo a consecuencia de los huracanes.

A pesar de sus gestiones para tener claridad en el asunto, los pescadores tuvieron que acudir a los tribunales, y ganar un pleito, para que la agencia le entregara la documentación de lo que pretende hacer con los fondos, a pesar que se supone que esa es una información pública, y que la administración insiste casi a diario en que sus operación son totalmente transparentes.

Los pescadores pidieron una reunión con la gobernadora y el secretario interino del DRNA, Armando Otero, para que respondan a los reclamos de los pescadores comerciales.

De acuerdo con Miguel A. Ortiz, presidente de la Federación de Pescadores Comerciales de Puerto Rico, y Roberto Silva, líder del Congreso de Pescadores de Puerto Rico, el sector de los pescadores comerciales ha sido olvidado y abandonado durante la recuperación de la Isla, a pesar de que es uno de los que más rápidamente puede aportar a la alimentación del pueblo luego de desastres.

La situación es incluso más dramática ahora para muchos pescadores del área sur y suroeste, ya que la secuencia de sismos está trayendo como resultado que muchos no puedan vender sus productos por el cierre de negocios y restaurantes.

De hecho, los líderes pesqueros aprovecharon para hacer un llamado a la gente a que vayan a las villas pesqueras del sur y compren pescado fresco, pues allí las neveras están llenas.