Ponce.- Tras una larga lucha contra la obesidad, Leticia Rodríguez, una joven madre de tan sólo 35 años, murió el sábado a causa de un paro respiratorio.

Leticia, que llegó a pesar 700 libras, padecía del síndrome de Cusing’s, que le causó un pequeño tumor en la glándula pituitaria. Esto, a su vez, dañó su sistema linfático y comenzó a retener agua en las piernas, abdomen y pelvis. No podía moverse y así comenzó a adquirir peso.

Se convirtió en una paciente de obesidad súpermórbida.

Según narró ayer su madre, Nanette Martínez, Leticia llegó al hospital durante la segunda semana de noviembre con pulmonía. Tuvieron que hacerle una traqueotomía porque no se podía entubar. Luego, tuvo una recaída y en esa ocasión sus pulmones colapsaron. Le colocaron un ventilador artificial. Pero, al final, falleció de un paro respiratorio.

Irónicamente, Leticia iba a ser sometida a una cirugía bariátrica cinco días después de entrar en el hospital con pulmonía.

Lo que más lamentan los familiares es que Leticia haya tenido que pasar por tantos tropiezos en busca de una solución para su obesidad. “Nosotros íbamos a los sitios y echaban para un lado la condición de ella. Luego de hablar con el médico, ella llegaba a la casa diciendo: ‘el médico no me dijo nada’”, dijo ayer José Miguel Rivera, ex esposo de Leticia.

“Ella se sintió rechazada mucho tiempo, porque esa condición hace a uno diferente. Para ella hacer cosas normales era difícil, era diferente”, agregó Rivera visiblemente afectado.

Durante seis años Leticia aguantó esta terrible enfermedad.

Su hija mayor Letsian Duperón abandonó el cuarto año de escuela superior para dedicarse en cuerpo y alma a su madre.

La joven está destrozada.

En cuanto a ayudas se refiere, Rivera dijo que no sólo buscaban ayuda económica para sufragar los gastos de la ex empleada de seguridad, sino que se le abriera una puerta para mejorar su condición de obesidad.

“No era cuestión de ayuda, era cuestión de hacerlo cuando había que hacerlo. Cuando ella empezó a aumentar mucho de peso era lógico que había que hacer algo y ahí fue justo cuando le cerraron las puertas. Bueno, es que esas puertas siempre estuvieron cerradas, hasta el permiso de impedido le negaron”, insistió Rivera, quien estuvo 11 años casado con Leticia.

Leticia vivía prisionera en su propia casa. De hecho, fue ella la que le pidió a su esposo que se separan para dejar de ser una “carga”. “Ella decía que no era fácil estar con una persona así. Ella lo que quería era que yo hiciera mi vida y que no me encerrara con ella. Yo nunca la abandoné, siempre seguí a su lado, y estuve pendiente de ella y de mi nena”, dijo Rivera, quien es el padre de la hija menor de Leticia.

Sobre 100 mil padecen de obesidad mórbida

Según Sonia Amaro, del grupo de apoyo Nuevo Amanecer del Hospital Menonita de Cayey, en Puerto Rico hay más de 100 mil personas con obesidad mórbida. Es decir, tienen sobre 100 libras de su peso ideal. Otras 25 mil son súpermobidos, ya que tienen sobre 200 libras o más.

“En Puerto Rico el obeso mórbido es un cero a la izquierda, están escondidos, están encerrados en las casas... Existe una operación que es el bypass gástrico que ayuda a estas personas a retomar sus vidas”, expresó Amaro.

Sonia era obesa mórbida. Llegó a pesar 319 libras, pero se sometió a la operación y logró recuperar su vida. “Recobré mi felicidad, mi estilo de vida. Recobré muchas cosas y eso queríamos hacer con Leticia y no se nos cumplió ese deseo, ya Leticia murió”, añadió.