Los guaniqueños abrazaron el regalo de amor impulsado por GFR Media a través del proyecto Somos Puerto Rico, que ayer se apostó en la plaza pública para llevar alegría y esperanza al pueblo más afectado por los terremotos del 2020.

Desde temprano, residentes de todas las edades llegaron hasta al lugar para participar de diversos ofrecimientos gratuitos, entre estos, una feria de salud y vacunación contra el COVID-19, así como charlas sobre consejos financieros, y un café que compartieron con el veterano cantante Chucho Avellanet, quien contestó preguntas de sus seguidores durante una entrevista que se transmitió en vivo por elnuevodia.com.

También se deleitaron con diversas exposiciones artísticas, artesanales y agrícolas, pedalearon hasta activar una licuadora que preparaba piña colada y compartieron entre amigos, una mañana en la que ellos fueron los protagonistas de otra historia.

“Ay mija, me gusta muchísimo. Este tipo de actividad está ayudando a que nuestro pueblo vuelva a renacer y vuelva a ser lo que era. Con esto atraemos al público, al turismo y a toda la gente que necesita todo el apoyo y amistad”, resaltó Zory Larregoity, quien llegó desde el poblado Ensenada.

“Me alegra mucho que se haga esta iniciativa con este tipo de actividad, porque une al pueblo, une las ciudades y, además de eso, fomenta el que los artesanos puedan mostrar sus trabajos. Es algo muy bonito y que se debe implementar en todos los pueblos de la Isla”, dijo por su parte Nanette Hernández, una yaucana adoptada por Guánica hace 40 años.

Igualmente, Cristina Olivieri resaltó “la presencia del artista Chucho Avellanet, que nos viene a traer mucha alegría y tranquilidad de que nuestro pueblo no está solo, que todavía existimos en nuestro Puerto Rico”.

Así se mantuvieron hasta pasado el mediodía, cuando el equipo de Somos Puerto Rico se trasladó al barrio La Montalva, justo en el mismo epicentro de los sismos. Allí, una maestra retirada prestó su marquesina para transformarla en el comedor comunitario donde se colocaron los suculentos almuerzos preparados por el chef Iván Clemente, que llegó con 500 comidas calientes para entregarlas a los vecinos.

Imágenes del Bosque Estatal y la playa La Jungla

Se trata de Gisela Ramos Caraballo que, a pesar de haber perdido su casa por los remezones, mantiene el esfuerzo de ayudar a sus semejantes con diversas necesidades.

“Hay muchas personas mayores, personas que viven solas. Aquí, en esta calle, hay un señor que no tiene ni agua, ni luz, vive solito… nosotros lo ayudamos con comida y ropa”, confesó la también propietaria del Colmado Ramos, que está contiguo a la vivienda donde ahora reside.

Por su parte, el chef Clemente, resaltó que “en Puerto Rico, los niños y ancianos lamentablemente son los que no tienen acceso a la comida, porque los niños no trabajan, hay que alimentarlos y cuidarlos. El anciano hay que alimentarlo, ya trabajó, dio su vida. No tienen acceso a la comida porque su pensión no le da, o compran medicamento o compran comida… no pueden hacer las dos cosas a la vez”.

Para quienes hicieron fila para acceder tanto al almuerzo como para recibir una bolsa con alimentos, el chef preparó “un arrocito guisado con habichuelas bien sabrosa y carne molida fresquecita, donada por Vaquería Alvarado y le echamos adentro maíz con mucho sofrito, con mucho amor”, acotó al servir el manjar junto con otras trabajadoras del comedor social.