Por concluir reparación de tubo

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Canóvanas.- Esperan terminar hoy las reparaciones.
La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) tiene previsto terminar hoy la reparación de la línea que transmite aguas sanitarias desde Canóvanas hacia la Planta Regional de Alcantarillado Sanitario en Loíza para evitar que continúe el desbordamiento de éstas a lugares como el río Grande de Loíza, dijo ayer el ingeniero Gerardo González, director de la región metropolitana de la AAA.
“Esperamos que para el viernes en la noche (hoy) podamos estar nuevamente bombeando las aguas hacia la planta para evitar el desborde”, expuso González.
Esta situación ha provocado desbordamientos y malos olores en áreas cercanas a residentes de unas 500 viviendas en los barrios de la Central, pueblo Indio y Torrecillas, donde está la estación de bomba que transmite las aguas usadas hasta la planta de Loíza.
PRIMERA HORA comprobó que las aguas están cayendo al río Grande de Loíza a través de la carretera 951 en Canóvanas.
“Esto se ha salido de proporción... Ya no se puede pescar en ese río”, dijo Francisco Sanjurjo, vecino del barrio la Central, quien aseguró que ésta no es la primera vez que ocurren los desbordamientos de aguas usadas ya que ocurrieron durante el 2008.
Un aproximado de 20 millones de galones de agua se están desbordando diariamente a través de cuatro registros sanitarios en la zona, según el funcionario.
Pero, González defendió las gestiones que la corporación pública está realizando desde el viernes pasado -cuando comenzaron los trabajos- para reparar la tubería, que tiene cinco millas de largo.
“Hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance y hemos actuado diligentemente para la reparación de esta tubería”, indicó el funcionario.
Indicó que el desbordamiento de las aguas usadas hacia el río no es un crimen ambiental porque “es una situación incontrolable. Fue un accidente, no hubo una premeditación de nadie. La tubería se rompió, por eso es que no hay una multa ni es delito porque es inesperado y la AAA ha trabajado en ello”.
Añadió que han cumplido con las medidas de mitigación requeridas a la corporación pública por la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Las medidas incluyen la aplicación de hipoclorito de calcio en la PR-8874 y en la estación de bombas de Villa Carolina, la apertura en dos ocasiones de las compuertas de la represa de Carraízo y acarreamiento de agua con camiones de bomba.
“Hemos tomado varias medidas. No hemos parado de trabajar aquí. También nos hemos ocupado de tratar de minimizar el efecto que sabemos que puede ser un efecto significativo, pero hasta ahora no se ha visto al momento ningún daño”, indicó.
Explicó que durante un recorrido por el río no observaron peces muertos.
Según González, la AAA tenía conocimiento de la avería desde abril, cuando era más pequeña, pero no se pudo reparar completamente.
Indicó que quedó un pequeño salidero de aguas usadas que pudieron confinar, sin embargo, siguió agrandándose entre abril y diciembre.