El Departamento de Salud reconoce que, aunque los casos de viruela del mono aumentarán en la Isla, el mensaje a la ciudadanía es que no se espera el desarrollo de una crisis ni remotamente cerca a lo que ha ocurrido con el COVID-19.

Así lo alertó la Primera Oficial Médico de la agencia, la infectóloga Iris Cardona, al hacer hincapié en que el impacto, así como el manejo en pacientes con el virus símico, es diferente al que se lleva a cabo con los que contraen el SARS-CoV-2.

“No debe haber una crisis, porque por ahora -aunque sí esperamos que los casos (de viruela del mono) aumenten- esto no se parece a COVID-19. Las estrategias de prevención, intervención y tratamiento son completamente diferentes”, destacó a pocos días de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara que el actual brote del novel virus es una “emergencia de salud pública de importancia internacional”.

De hecho, resaltó que estudios científicos dirigidos a estudiar la secuencia del genoma del virus han demostrado que la viruela del mono, que afecta a la región de África Central, es de menor virulencia que la identificada por el momento en 75 países alrededor del mundo, incluyendo Puerto Rico donde -hasta el momento- se han reportado 13 casos. A nivel global son más de 16,500 las personas que han sido diagnosticadas con la enfermedad, incluyendo a niños.

Subrayó que, aunque tanto el COVID-19 como el virus símico representan una amenaza a la salud pública, en general se trata de “situaciones diferentes” y no se debe estar “extrapolando” lo que ha ocurrido con el novel coronavirus con lo que representa el virus zoonótico.

“Seguimos trabajando con el asunto. Son dos situaciones que, aunque presentan amenaza a salud pública general, son situaciones diferentes y no debemos extrapolar lo que ha ocurrido, destacó.

La viruela del mono es definida por Salud como una enfermedad zoonótica viral, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos. También se puede propagar entre las personas.

Entre los síntomas incluye fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel. La erupción, generalmente, comienza dentro de uno a tres días luego de la fiebre. Estas lesiones tienden a concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También se pueden encontrar en la boca, los genitales y los ojos.

Es importante aclarar que la transmisión de persona a persona ocurre a través de gotitas respiratorias grandes y por contacto directo con fluidos corporales o material lesionado.

La infectóloga explicó que, tras la declaración de emergencia de la OMS, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) cambiaron las guías de tratamiento, por lo cual la agencia se encuentra actualizándolas para proveer atención clínica a los pacientes que requieran acceso a medicamentos.

“Hay unos tratamientos dirigidos a personas inmunocomprometidas, embarazadas y menores de 8 años que necesitan atención clínica rápido porque pueden presentar enfermedad severa. Ante la eventualidad, estamos trabajando con esas guías y las debemos tener disponibles en 48 horas”, puntualizó Cardona.

De ordinario, se ha demostrado que los antivirales desarrollados pueden resultar beneficiosos para los pacientes con el virus símico.

La viruela del mono puede coexistir con otras infecciones

De otra parte, la doctora Cardona explicó que la viruela del mono -como ocurre con otras enfermedades- puede coexistir con otros virus o bacterias.

De hecho, confirmó que de los 13 casos identificados en Puerto Rico -ninguno hospitalizado- hay dos pacientes que dieron positivo a otras infecciones de enfermedades transmitidas sexualmente, como lo son sífilis o clamidia.

En cuanto a vacunación, dispuso que al momento solo se han vacunado a dos personas que cumplen con los criterios dirigidos a la población que debe recibir la inoculación. Se trata de dos contactos de algunos de los pacientes identificados. El equipo epidemiológico identificó a otras nueve personas contactos que cualifican y ya hubo comunicación para dejarles saber la oportunidad que tienen de vacunarse.

“Hay que recordar que este es un ejercicio consentido por el paciente”, dijo al agregar que el otro criterio de vacunación es que cuando una persona se autoclasifica en riesgo por haber estado expuesta a otro paciente con el virus.

El gobierno federal le asignó a Puerto Rico 1,200 dosis de vacuna. Las dosis asignadas son de acuerdo a la cantidad de casos reportados. Esperamos que próximamente se nos asignen más dosis para que la población a riesgo se la pueda administrar. De las dosis asignadas, ya se distribuyeron 250 a través de 24 facilidades alrededor de la isla”, indicó.

Además de los 13 casos confirmados, la agencia tiene identificados 24 bajo investigación y 14 sospechosos y en espera de resultados de laboratorio. De los casos confirmados, dos se clasifican como de “transmisión comunitaria”. El resto está asociado a viajes.