Profesionales y maduritos: este es el universitario del futuro
Muchos alumnos mayores de 30 años buscan adquirir nuevas destrezas o explorar otras carreras.

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Si bien es cierto que la tendencia de quienes se matriculan en instituciones universitarias suelen ser jóvenes de entre 18 a 24 años de edad y recién graduados de la escuela superior, hay un aumento paulatino y sostenido de profesionales mayores de 30 años quienes deciden regresar al aula.
Su retorno al salón de clases, según confirmaron varias instituciones de educación superior a Primera Hora, normalmente es para readiestrarse en el campo que ya ejercen y, así,ampliar sus conocimientos para alcanzar posiciones más altas en sus mismas empresas, por lo que acuden a maestrías.
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Entretanto, otros profesionales cursan programas técnicos que se complementan a las carreras en las que ya se destacan.
Mucho después de los 30… ¡a los 82!
“Las universidades hemos estado recibiendo un grupo de estudiantes profesionales que vienen a readiestrarse en nuevos programas, no necesariamente a programas similares a su profesión”, aseguró en entrevista con este diario la vicepresidenta auxiliar de admisiones de la Universidad Ana G. Méndez (UAGM), Diriee Y. Rodríguez.

“(Algunas) personas que vemos que ya no tienen más (oportunidad) para crecer (en sus profesiones), buscan un nuevo adiestramiento, vienen a hacer un nuevo nivel de bachillerato. Tenemos muchos estudiantes ya con bachilleratos y maestrías (que) vienen a hacer lo que llamamos un grado adicional de certificados técnicos, porque, como sabes, los programas técnicos son casi el futuro, porque la realidad es que el estudiante viene más acelerado”, agregó.
De los 21,000 estudiantes matriculados en uno de los 13 recintos de la UAGM, el 13% son personas mayores de 30 años, comúnmente ya profesionales.
“Liderando como quiera los estudiantes jóvenes, tenemos mucha persona mayor también que ha comenzado a readiestrarse”, reiteró.
Rodríguez ejemplificó el interés del adulto en regresar a la universidad haciendo alusión a un policía que, con 25 años de experiencia y con una maestría, se matriculó en este nuevo año académico 2025-2026 para “readiestrarse” en el programa técnico de ciberseguridad.
“Entendió que ciberseguridad le iba a dar una nueva oportunidad profesional, a pesar de tener 25 años de experiencia dentro de lo que es la seguridad a nivel de la Policía”, subrayó.
Resaltó, asimismo, a dos estudiantes nuevos, un hombre y una mujer en los recintos de Bayamón y Yabucoa, respectivamente, que cursan el programa de masaje terapéutico a sus 82 años.
“Ese joven de 82 años es su primera experiencia educativa. Para nosotros fue bien interesante (ver al estudiante) llegar, porque él no había estudiado anteriormente. Él no tiene bachillerato, él no tiene maestría. A sus 82 años, él quería tener una experiencia educativa y viene a estudiar un programa de masaje terapéutico”, comentó.
Diversas motivaciones
La doctora Jacqueline Álvarez Peña, vicepresidenta de asuntos académicos y estudiantiles de la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR), coincidió con esta postura, especificando que, después de la pandemia por el COVID-19, se ha visto aún más adultos regresando a la universidad.

“En los últimos años, sobre todo después de la pandemia, hemos tenido un regreso de los adultos a la universidad. Con la pandemia, se da ese fenómeno de los adultos entre los 25, esa generación por ahí, que por muchas razones han decidido volver a la universidad”, subrayó.
Además del readiestramiento, Álvarez Peña afirmó que muchos adultos se matriculan por “satisfacción personal”, pues ha sido testigo de “casos bien curiosos de estudiantes que regresan con sus propios hijos, que por una satisfacción más de carácter propio, personal, deciden regresar a la universidad”.

Esto es facilitado también con las “nuevas modalidades de estudio”, ya que se puede cursar grados de manera híbrida o completamente en línea.
Para el año académico 2025-2026, en la UIPR, el 19% de cerca de 22,130 estudiantes matriculados tiene más de 30 años. Es decir, de unos 2,850 alumnos en los programas subgraduados, alrededor del 15% de los casi 19,000, superan los 30 años, mientras que, en los programas graduados, aproximadamente 50% de 3,000 pertenece a este grupo de edad.
La Interamericana tiene, además, el programa AVANCE, enfocado en adultos de 21 años en adelante.
“Esos… estudiantes más o menos mayores de 30 años han ido en aumento que en años anteriores”, manifestó.
Los colegios técnicos NUC University y Columbia Central University no están exentos a esta realidad, ya que aproximadamente el 60%, o unos 4,000 de una población global de más de 6,000 estudiantes, son adultos entre 20 y 40 años. De esa cifra, cerca del 30%, unos 2,000 alumnos, son mayores de 30 años.
Gonçal Bonmati, el director de estrategia de ambas instituciones, especificó que esos alumnos de 30 a 40 años son “estudiantes que se incorporan ya sea porque quieren hacer un cambio profesional o que siguen queriendo crecer” en los campos que ya ejercen, por lo que suelen cursar maestrías.

“Siempre hemos tenido estudiantes de edades muy diversas. A lo mejor en otras universidades la mayor parte de los estudiantes son de ‘high school’. En nuestro caso, ‘high school’ es muy importante en lo que es la matrícula de agosto, pero siempre estamos matriculando durante el año y ahí tenemos muchos estudiantes que no son (de high school)”, aclaró.
Indicó que los programas de construcción, electricidad, ciberseguridad, la maestría de psicología, ciencias ópticas, radiografía, sonografía, emergencias médicas, negocios, tecnología y enfermería, máxime a través del “Nursing Destination School” que trae a estudiantes del extranjero a Puerto Rico, ha tenido buena acogida con los estudiantes.
“En los últimos 10 años, nuestro ‘approach’ como institución siempre ha sido servir más allá de ‘high school’. Nosotros siempre tenemos una participación importante de la población adulta. Lo que sí es que en los años siempre ha habido un crecimiento en esos segmentos”, dijo.
En el caso de la Universidad del Sagrado Corazón, de los 5,485 estudiantes matriculados a mediados de agosto, el 7% correspondía a profesionales mayores. Habitualmente, se matriculan en el programa de enfermería acelerada, que incluye estudiantes profesionales que radican en Texas o Nueva York, o en los programas graduados, como maestrías.
“Típicamente, en el caso de enfermería acelerada, sí son personas que están practicando de una forma el campo de la salud, quieren tener un grado de enfermería para que eso les abra las puertas a otras oportunidades. Una vez tienen un bachillerato en enfermería y tomas las distintas reválidas de enfermería, eres elegible para puestos profesionales de enfermería en hospitales, clínicas y otras instituciones de salud, tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico y, además, te abre las puertas a maestrías y doctorados en enfermería”, explicó el presidente de la institución, Gilberto Marxuach Torrós.

“En los programas graduados, que son maestrías y certificados por bachillerato, es muy común que la persona esté buscando una preparación adicional, a hacer algún proyecto, profundizar en algún tema, desarrollar algunas destrezas, para poder mejorar sus credenciales y mejorar sus oportunidades de empleo. Como todos estos programas terminan en algún tipo de proyecto o algún tipo de trabajo que la persona presenta, les da una carta de presentación que les permite gestionar mejores oportunidades de empleo o nuevas en su misma empresa”, continuó.
“Tengo muchos estudiantes mayores que vienen a readiestrarse, porque, en efecto, ya cambió lo que estudiamos… la rapidez con lo que se están moviendo las redes sociales también hace que haya un grupo de personas que se adiestren de una manera no tradicional, que no son solo las universidades, que eso representa para nosotros un gran reto porque, obviamente, tenemos muchas cosas que están alrededor de nosotros que ocurriendo en la educación no formal. Así que, para nosotros es importante que el estudiante mayor entienda que la manera correcta de readiestrarse es a través de una universidad”, concordó Rodríguez.
Pese a ser la principal institución del país de educación superior y la única pública, este medio hizo múltiples intentos, desde agosto, para conocer la realidad de la Universidad de Puerto Rico (UPR), pero al cierre de esta edición, no respondió.
¿A qué se debe?
Los portavoces de las instituciones que conversaron con este diario anticiparon que la población adulta incrementará con el pasar de los años.
Adjudicaron la nueva realidad a la baja de natalidad. Según diversas publicaciones que aluden al Registro Demográfico, el 2024 culminó con 18,085 nacimientos vivos, la menor cantidad reportada desde que se documenta en Puerto Rico, en 1888.

“La tasa de nacimientos ha bajado significativamente, así es que ya no podemos decir que todas las universidades nos lucramos mayormente de estudiantes que se gradúan de escuela superior. Así que, nos hemos vistos obligados a ampliar el alcance de nuestra gestión para atender esos públicos que han decidido regresar a la universidad. Ya no podemos decir que van a ser todos de escuela superior. Ese número va a seguir aumentando”, previó Álvarez Peña.
A esto se le suman los cambios constantes en el sector laboral y la longevidad de personas mayores activas en sus profesiones.
“Hubo un escenario de decrecimiento demográfico, (pero) la institución (UAGM) ha logrado neutralizar su matrícula y ha logrado un aumento sostenido de esos estudiantes nuevos que captarlos es bien difícil. El decrecimiento poblacional que tiene nuestra isla hace que cada vez más estudiantes mayores comiencen a llegar a las instituciones. La realidad es que tenemos un mercado que está en decremento y envejecimiento, porque tenemos menos estudiantes y los que nos quedan ya están en la edad avanzada, (como mayores de 40 años)”, sostuvo Rodríguez.
Mujeres “en el poder”
Las féminas son el género que más acude a la educación superior, acordaron los portavoces de las instituciones. Sin embargo, esta no es una tendencia nueva.
“Las mujeres son el componente más alto de estudiantado”, acertó Marxuach Torrós al señalar que componen el 60% de la matrícula total.
“Las mujeres seguimos realmente liderando lo que es el segmento de personas que se están educando”, estableció, por su parte, Rodríguez.
“Para la Universidad Ana G. Méndez… las mujeres representan el 72.6% de nuestra matrícula de estudiantes nuevos. Así que, las mujeres siguen liderando el proceso de adiestrarse, readiestrarse y estudiar por primera ocasión. Nuestros estudiantes masculinos representan el 37,4. Sí, obviamente, sabemos que eso también tiene que ver con lo demográfico. Tenemos el censo igualmente (que muestra que) nacen más mujeres de lo que nacen hombres. Así que, ese (número) estadístico va a la par con lo que ocurre en la población de Puerto Rico, pero sí, las mujeres seguimos en el poder de los procesos educativos”, expresó.
“A medida que pasan los años, es más la mujer la que da ese paso delante de ‘voy a crecer’, ‘voy a cambiar mi profesión’. En general, (son) más mujeres que hombres”, puntualizó Bonmati.


