Puerto Rico se convierte hoy en el país que más restringe el uso del tabaco.

De hecho, fumar está prohibido en cualquier vehículo en el que viaje un menor de 13 años, disposición que coloca a la Isla como el país más punitivo contra los fumadores, según consignó la Sociedad Americana del Cáncer.

Aunque cerca de 13 estados y más de 10 países han aprobado legislación parecida para proveer ambientes libres de humo, Puerto Rico encabeza la cruzada antitabaco con un proyecto que también prohíbe fumar en uno de los lugares predilectos de algunos adictos a la nicotina: los casinos.

Durante una actividad convocada ayer por la Legislatura para celebrar la puesta en vigor de la ley, el presidente cameral, José Aponte, instó a la Compañía de Turismo a promocionar a Puerto Rico como un destino turístico libre de humo.

La corporación pública intentó torpedear el proyecto, pensando en los viajeros fumadores que descartarían a la Isla como un posible destino, pero el planteamiento pareció perder fuerza y credibilidad ante los gastos en que incurre el Estado para tratar condiciones relacionadas con el tabaquismo.

El principal autor y propulsor de la legislación, el representante penepé Gabriel Rodríguez Aguiló, denunció las “influencias indebidas” ejercidas por las tabacaleras para impedir la aprobación de la ley, la cual contó con el respaldo de las principales organizaciones salubristas del país. De hecho, la Sociedad Americana del Cáncer lo reconoció como “legislador del año”.

“Nosotros tuvimos que luchar fuertemente contra los grandes intereses para que se pudiese aprobar este proyecto, contra los intereses que pretenden que Puerto Rico continúe envenenándose con el cigarrillo”, dijo el legislador.

A partir de hoy, los fumadores podrán recibir severas multas por parte de policías o inspectores del Departamento de Salud. De ser divisado con un cigarrillo encendido, el infractor podría enfrentar multas de $250 por la primera fracción, $500 por la segunda y hasta $2,000 por violaciones subsiguientes. Solamente se podrán apelar los boletos ante un examinador del Departamento de Salud.

La mayoría no fuma

Aunque la fiscalización de la prohibición ha sido cuestionada por la limitada cantidad de policías e inspectores disponibles para emitir las multas, algunos expertos sostienen que se hará valer la ley ya que el 87 por ciento de los puertorriqueños no fuma.

“Como decimos en Puerto Rico, nunca es tarde si la dicha es buena. Con la prohibición comenzamos a proteger al pueblo ante el daño del tabaco. Gracias a Dios, el Gobernador tuvo la valentía de firmar el proyecto”, sostuvo Andrés Vélez, de 59 años, cuya laringe cancerosa fue extirpada por años de fumar y que habla mediante un dispositivo especial.

Como parte de los esfuerzos antitabaco del Gobierno, Salud también ha desarrollado orientaciones para estudiantes de escuela elemental en los pueblos de mayor prevalencia de fumadores, que son, en orden descendente, Aibonito, Cayey, Barranquitas, Cidra y Rincón.

Se estima que en Puerto Rico mueren 10 personas al día, es decir, unas 3,650 personas al año por causa del tabaco y que el Gobierno invierte anualmente unos $556 millones para tratar las condiciones de salud de los fumadores.

Otros estimados apuntan a que la Isla podría estar perdiendo cerca de $575 millones adicionales al año por la falta de productividad causada por el tabaquismo.

En cambio, el Gobierno recibe anualmente cerca de $400 millones por los arbitrios del cigarrillo, un producto que continúa perdiendo terreno mundialmente. De hecho, varios países asiáticos formaron una coalición para implantar una legislación antitabaco que entraría en vigor a partir de octubre de 2007.

Según sostuvo la directora del Centro de Control de Tabaco de la Escuela de Odontología del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, Elba Díaz Toro, el cigarrillo resulta ser 10 veces más adictivo que la cocaína y la heroína, ya que contiene más de 4,000 químicos que agilizan la absorción de la nicotina en el cerebro humano.

Indicó, además, que en estados de Estados Unidos y países con leyes similares se ha reducido la cantidad de personas que fuman, en algunos casos por más de tres puntos porcentuales.

“Fui víctima de las consecuencias del cigarrillo. Perdí a mi madre y esto me dejó una marca permanente en el corazón”, declaró el actor Julián Gil, quien también asistió a la actividad celebrada en la plazoleta norte del Capitolio.

El Centro Federal para el Control y la Prevención de Enfermedades asegura que fumar se mantiene como la primera causa de muerte evitable en Estados Unidos. Provoca cerca de 440,000 muertes al año y genera gastos médicos de $75 mil millones anuales.

Los fumadores viven un promedio de 10 años menos que los que no fuman. No obstante, muchas personas desarrollan condiciones vinculadas al tabaquismo por respirar el humo de segunda mano, ya sea en el hogar o el trabajo.

“Mi diagnóstico fue rápido, después de una ronquera. Después de sesiones de radiación, perdí la voz”, indicó Lázaro Rizo Cabrera, otro paciente que resultó con su laringe removida por su adicción al cigarrillo.