Pueblito de chatarra en Villalba
Solares repletos de vehículos en desuso se cuelan entre las verdes montañas de Villalba en impresionante junker de piezas de vehículos.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Lo que empezó como una idea, con 12 vehículos y en apenas dos cuerdas de terreno se ha convertido en el junker de piezas de auto más grande... ¡parece una ciudad!
Hoy, tienen más de 10,000 vehículos y millones de piezas divididos por marca en 134 cuerdas y cantidad de piezas incontables para la venta. “Mi papá empieza y compra dos cuerdas y como 12 carros. El verano subsiguiente hicimos una casetita de madera y solicitamos la licencia de chatarra y los clientes empezaron a llegar y así comenzamos poquito a poquito”, reletó a Primera Hora Ángel Bernird sobre cómo nació el negocio familiar Junker Bernird, localizado en Villalba.
Pero la organización que impera en el lugar, que sin duda puede contrastar con la de otros negocios de este tipo, no acaba ahí. Cada auto, previo a ser ubicado en el terreno, pasa por una serie de pasos que no sólo le aseguran al cliente unas piezas de mayor calidad sino que además prolongan la vida útil de cada uno de los componentes del pedazo de chatarra.
De ahí que los motores, radios y asientos de los autos están resguardados bajo techo, igualmente divididos por marca y enumerados para hacer de su ubicación una más fácil a la hora de complacer el pedido del cliente.
Esto sigue. Las personas pueden también encontrar y adquirir las piezas que necesiten a través de la página web oficial del junker, donde le aparecerá el registro de todos los vehículos disponibles del modelo solicitado y foto de cada uno ellos. Puede pagarlo con tarjeta de crédito o a través del servicio de pay pal.
Si prefiere hacer su pedido por teléfono, para ello hay un call center, donde reciben la solicitud y una vez procesado el pedido le devuelven la llamada. Si usted no responde, tenga por seguro que lo volverán a llamar. “El muchacho del solar tiene una laptop y con esa laptop el está verificando si está disponible la pieza y le contesta al centro de llamadas”, detalló Bernird.
“Yo te puedo decir qué personas llamaron, que día llamaron, a qué hora llamaron y qué el empleado le contestó”, abundó.
Recorrer el área es sin duda impresionante. Visitar cada pedazo de terreno en vehículo toma su rato y hacerlo a pie es imposible. No hay carros unos encima de otros ni áreas que no se pueden accesar.
Sobre lo organizado del lugar, Ángel dice que lo heredó de su papá, quien también estuvo frente al negocio. “Él es sumamente maniático, le gustas las cosas straight y organizadas”, apuntó.
Las claves, a su juicio, además de la organización ha sido el servicio, la calidad y la garantía que ofrecen por sus piezas.
Variedad
Las opciones para adquirir del inventario de piezas del Junker Bernird son variadas.
A través de las páginas web de clasificados locales.
La página oficial del negocio www.junkerbernird.com
Mediante la página de Ebay.
Puede, además, hacer la transacción económica por teléfono.
Igualmente, puede acudir personalmente al negocio, donde podrá salir con la pieza.
Si no puede ir hasta Villalba a buscar la pieza, se lo envían por correo con un costo