Pupitres, libros y más: Maestras llegan a “El Aula Libre” para equipar sus salones
Se trata de una iniciativa gratuita de la organización IslandCorps para ayudar a educadores y escuelas.
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Dorado. A la joven Naomi Vázquez, maestra de la escuela Montessori secundaria Eduardo J. Saldaña, en Carolina, no se le borraba la sonrisa.
Era una de las personas que ayer, bajo una calurosa carpa en el Parque Agroturístico de Dorado, repartía todo tipo de materiales escolares a otros educadores que llegaban de toda la Isla para participar de “El Aula Libre, La Tiendita Gratis de Maestras”, una iniciativa de la organización sin fines de lucro IslandCorps.
En una momentánea pausa, Vázquez -siempre sonriente- aseguró que “se puede ver como una loquera, pero aquí hay sistema. Y hay gozo y hay muchas maestras agradecidas, incluyéndome a mí”.
Mostrando la variedad de materiales disponibles para las escuelas, que incluían libros, estantes, pupitres y mucho más, la también voluntaria de IslandCorps explicó que usualmente las maestras “necesitamos mucho equipo, muchos recursos para los estudiantes, y los bolsillos de nosotros solamente estiran hasta cierto lugar. Así que tener este evento es un privilegio inmenso para nosotros”.
“Aquí hay de todo. Hay muchos muebles en las escuelas que ya no se pueden usar, pues entonces aquí hay cosas que pueden remplazar lo que no hemos podido reparar en las escuelas. Hay de todo, desde escritorios de maestros, pupitres de estudiantes, mesas, alfombras, libros, crayolas, de todo”, explicó. “Yo pude llevar algunos libros para el salón de inglés y muchos anaqueles para poder organizar las cosas”.
Insistió en que, gracias a la iniciativa, “hemos podido resolver para muchos”.
“Lo único es que hay que tener un poco de paciencia. Pero estamos trabajando y la meta es vaciar los seis vagones que tenemos ahí para que cada salón esté bien montado”, explicó.
Mirando la lista, repasó que en las primeras horas del evento habían llegado escuelas de Guánica, Naranjito, San Juan, Toa Baja, Santurce, Vega Baja, Barranquitas, Guaynabo, Manatí, Vega Alta y Ponce. El evento se extendería hasta este viernes, 1 de agosto para atender a más de 500 escuelas.
“Y cada persona que ha interactuado conmigo expresa su agradecimiento y no le molesta esperar, que es lo mejor”, insistió.
A pocos pasos, Daniel Flores, un maestro de estudios sociales y músico de la Escuela Adolfo García, en Naranjito, terminaba de subir varios pupitres a un camión.
Su plantel fue de los primeros en beneficiarse de la iniciativa. Explicó que convocaron a todos los maestros e hicieron un inventario de lo que hacía falta para la escuela, incluyendo los pupitres.
“Se encontraron los 25 pupitres y más que eso. Se llevaron mesas, sillas, módulos, unos tablones de edictos también, para la comunidad escolar, para todas las actividades que se hacen”, sostuvo con evidente satisfacción. “Esta ha sido una iniciativa que ayuda tanto a los maestros, que a veces muchos de los materiales no llegan a donde tienen que llegar, que es a la escuela, donde hay necesidades”.
Sostuvo que la comunidad se ha unido para poder recoger los materiales con cualquier recurso que han podido contar.
“Yo tuve que hablar con el vecino que me prestara (un vehículo), porque no tenía pick up, para poder traer los pupitres para los estudiantes. Ha sido pues la comunidad, hay padres también que han venido a ayudar. Los maestros, todos como un equipo… pick up, en el baúl de un carro, lo que encontraran”, comentó.
“Es un ayuda para la comunidad escolar”, insistió el maestro, cuyo plantel, además de las situaciones con materiales, enfrenta una problemática con el servicio de agua “y hay que llamar para que llenen la cisterna, para no suspender clases y el director está bien comprometido con eso”.
Mientras, la educadora Hilda Nieves llegó al lugar para ofrecerse a trabajar como voluntaria.
“Primeramente, soy maestra del sistema público. Me apasiona lo que hago, me gusta. Y esto es como un Disney para las maestras. Hay escuelas que tienen más necesidades que otras. Y me gusta ayudar. O sea, no hay mucho que explicar, me gusta ayudar”, indicó.
Explicó que su escuela, Villa Capri en San Juan, llegaría más adelante también a recoger materiales.
“Mi escuela viene ahorita en su turno. Pero yo sé que ellos no son muchos voluntarios. Y para mí eso es normal. A mí me gusta ayudar. Yo he sido bendecida en la vida. He recibido ayuda de otras personas en momentos en que lo he necesitado, y esa es mi manera de pasar para adelante (pay it forward)”, reiteró.
Comentó que en su plantel “tenemos una biblioteca que el salón que tenía era bien pequeñito. Lo pudieron acomodar en otro espacio, y pues, le faltan muebles”.
“Sobre todo la biblioteca es la que más necesidad tiene… la bibliotecaria, cuando venga, se volverá loca, porque hay un montón de cosas. Cuando vea, pues ella sabrá lo que necesita”, afirmó.
“Una aventura extraordinaria”
Lulú Mayorga, directora ejecutiva de IslandCorps, y quien, como una abejita, se movía incansable de un lado a otro, con megáfono en mano y dando instrucciones una tras otra, describió la iniciativa como “una aventura extraordinaria”.
“El Aula Libre es una tiendita gratis para maestras, y nosotros queríamos poder ofrecerle al magisterio entero en todo Puerto Rico, a las escuelas que necesiten, poder suplir la necesidad”, comentó.
Explicó que su organización adopta escuelas públicas “porque queremos mejorar, estamos enfocados en reimaginar la educación de un niño en una isla, como por ejemplo, somos gente de isla, pero muchos de los niños no nadan, y muchos de los niños tampoco saben crecer comida (agricultura)”.
“Así que, como organización educativa enfocada en el liderazgo, nosotros lo que queremos es empoderar a las maestras, empoderar a las comunidades a que entiendan que las escuelas públicas son hogares, son unas sedes, y como es una sede que también es un segundo hogar, lo tenemos que cuidar”, sostuvo.
Mayorga comentó que, como adoptan escuelas, ya conocían de la necesidad que tienen de diferentes materiales e infraestructura y hacen diferentes trabajos con sus voluntarios, que, además de los de Puerto Rico, también llegan desde muchos otros países.
En esta ocasión, sin embargo, recibieron una llamada de Saint John’s School ofreciéndole material escolar para que lo pudieran reusar en otros planteles.
“Cuando Saint John’s nos dice, ‘te vamos a dar 86 salones, la escuela entrera’, yo dije: ‘vamos’. Pero me sentía como un emoji, me caí hacia atrás. Llamé al voluntariado. Pero teníamos solamente seis días para llenar esos seis contenedores. Llamé a miles de personas por toda la Isla y todo el mundo me decía no, no”, recordó.
Sin embargo, no se dio por vencida, y fue entonces que apareció la colaboración de Daniel Dueñas, de Dueñas Trailer, cuya generosidad permitió llevar a cabo la iniciativa.
Asimismo, el alcalde de Dorado, Carlos López y el Parque Agroturístico pusieron también su parte “y nos dejaron usar el parque libre de costo”.
“Esta tiendita ha sido una bendición. Originalmente teníamos solamente 15 escuelas públicas participando. Como todo este equipo, ahora que salga de aquí es propiedad del Departamento de Educación de Puerto Rico, ellos lo absorben en todo lo que tienen en inventario. Entonces las escuelas de repente comenzaron a darse cuenta una tras otra, y hoy tenemos aquí 50 escuelas públicas visitando, de 10:00 a.m. a 3:00 p.m.”, sostuvo.
Más allá de Puerto Rico
Detalló que las escuelas tenían que someter una carta de necesidad a través del correo greenschools@islandcorps.org, y una vez reciban esas donaciones “tienen que permanecer en las escuelas”.
“Y cuando, en el caso de los pupitres que se llevó la escuela de Naranjito, por ejemplo, cuando ellos reciban los nuevos que Educación se supone que distribuyera, nosotros vamos y recogemos esos pupitres y nos los llevamos a República Dominicana, a Jamaica, a las Bahamas. Tenemos petición de la República Dominicana, tenemos a nenes sentados en el piso en la frontera de República Dominicana y Haití, en Dajabón. Ahí es grave la situación, ni siquiera hay una escuela. Nosotros queremos hacer una escuela y necesitamos ayuda. Y esta es una oportunidad tan y tan grande, porque en Puerto Rico nosotros botamos muchas cosas y en las islas no hay nada y queremos poder reciclar” comentó Mayorga.
Comentó que, entre los primeros planteles en beneficiarse de la iniciativa estuvo la Escuela Elemental María L. McDougall, de Guánica, que “está dentro de nuestro corazón, la adoptamos, y la conozco muy, muy bien porque allí en Guánica damos muchos servicios, particularmente de salud pediátrica, porque además de ser una organización educativa de liderazgo, también somos salubristas”.
“Estaban bien contentas (las maestras). Se llevaron libros de cuentos, muebles, alfombras. Son cosas que las maestras tendrían que comprar independientemente. Por ejemplo, Saint John’s, nos donó mil cosas para poder decorar los tablones de anuncios, y eso es carísimo”, celebró, mientras calificaba la iniciativa como “un festival del amor para el magisterio”.
Además de las escuelas del DE, sostuvo que también están participando dos escuelas alianzas, y tienen una petición de 47 salones de autismo “que no tienen nada”. A propósito del DE, comentó que pudo reunirse con el secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, y estuvo “muy receptivo” y colaboró con la logística de la iniciativa.