¿Cómo remendar el corazón destrozado de una madre? Según Liz López y Nimsi Martínez, cuyos hijos sufrieron accidentes de tránsito catastróficos, es imposible.

Aunque no exista bálsamo para sanar esta aflicción, ambas han convertido sus fatídicas vivencias en misión de vida, enfocándose en levantar la voz de alerta hacia la cautela para evitar tragedias similares mientras se conduce y, de esta manera, darles propósito a las vidas de sus hijos.

Este mensaje de prevención y la historia de cómo los accidentes les han impactado sus vidas como madres lo recalcaron a través de la campaña de Metropistas “Punto de encuentro: unidas por el dolor, impulsadas por el amor”, lanzamiento que coincide con la celebración del Día de las Madres y el mes de la seguridad de los motociclistas.

La campaña ilustra cuando López y Martínez se conocen por primera vez y narran sus experiencias como embajadoras de la seguridad vial de Metropistas. De la misma manera, hablaron de los accidentes de sus hijos, de cómo fue para ellas y sus familias llevar a cabo una campaña de concienciación y de sus planes para seguir llevando este mensaje que las une: evitar que otras madres y familias sufran lo que ellas han vivido y prevenir más accidentes graves en las carreteras.

“Cuando tenemos una situación como esta, no tan solo es un cambio de vida para las personas que le sucedió, sino para toda la familia y las madres, como nosotras, que hemos tenido que lidiar con esto y ahora nos convertimos en embajadoras de la seguridad para evitar que esto les suceda a otras personas, porque queremos esa seguridad vial, queremos que la vida de nuestros hijos cuente. Que esto no le suceda a nadie más”, expresó López entre lágrimas.

En el caso de López, su mundo tomó un giro inesperado durante la madrugada del 1 de enero de 2016, cuando su hija Summer Liz- quien hoy día tiene 25 años- conducía por la autopista PR-22 y se desamarró el cinturón de seguridad para recoger el celular que había caído en el asiento de pasajero. La investigación policiaca reveló que fue así que perdió el control del vehículo e impactó las vallas de cemento de ambos lados de la autopista. A consecuencia, sobrevivió 22 cirugías en la cabeza por un diagnóstico de contusión cerebral severa que la mantiene postrada en una silla de ruedas de por vida y sin la capacidad de comunicarse verbalmente ni recordar su pasado.

Mientras, la vida de Martínez cambió el 24 de agosto de 2021, cuando su hijo Oscar Issam López Martínez “wheeleaba” (modalidad de correr una motora levantada hacia arriba haciendo balance en la goma trasera) por la carretera PR-1 sin casco protector. Así, impactó una guagua, choque que le ocasionó la muerte.

“Mi vida antes del 24 de agosto de 2021 y después del 24 de agosto de 2021…cambió. Yo era una mujer que lo tenía todo, una mujer plena, una mujer feliz. Tenía dos hijos maravillosos, dos hombres de bien. (Oscar Issam) tenía 21 años, pero por las cosas y el legado que ha dejado, yo sé que era un hombre de bien, de sociedad, un hombre que daba frutos a la sociedad y, ahora, me queda uno que me ha regalado dos nietos que me hace repensar las cosas. Lo pasado ya pasado es y no puedo hacer nada, pero sí puedo asumir y tomar conciencia para tratar de que otras madres no pasen por esto. Si está de pasar, pues va a pasar, pero sí estoy asumiendo un rol más activo ante la sociedad para tratar de evitar que tragedias como la que pasó mi familia otras familias (también lo sufran)”, manifestó.

“Siempre que tenga la oportunidad lo voy a recalcar una y otra vez. Yo estoy más que agradecida con este esfuerzo que ha hecho Metropistas, porque me ha ayudado a crear conciencia, que es lo que queremos, (y) a crear responsabilidad, que es una palabra clave. Estos accidentes son eso mismo: accidentes. Pueden pasar de manera inesperada, pero los podemos prevenir y yo creo que con este tipo de campaña es lo que queremos hacer: prevenir a que si (los accidentes) van a pasar es porque estaba escrito en el libro de la vida, pero no porque fuimos irresponsables y fuimos negligentes”, agregó.

En medio del dolor, ambas han abrazado más a sus seres queridos y demás hijos, pero reconocen que estas tragedias arrastraron un sufrimiento perenne. Para Martínez, quien también es madre de un hijo de 26 años y abuela de dos infantes de 1 y 2 años, el fallecimiento de Oscar Issam inadvertidamente dejó un vacío que “destruyó la familia”. Empero, aferrada a la promesa de que Oscar Issam descansa en paz, Martínez se ha adaptado a esta nueva misión de vida y ahora es “obsesiva” con sus nietos “en cuanto a la seguridad”.

En el caso de López, quien también es madre de dos varones de 28 y 16 años, su vida se ha visto ajetreada con el cuido a tiempo completo de Summer Liz, limitando el tiempo que pasa con ellos y de su propia libertad.

Liz López
Liz López (Suministrada)

“No tengo tanto tempo como antes para ellos. Todo tengo que planearlo, mi tiempo está limitado. Sí, nos ha cambiado (la vida). Yo no puedo viajar libremente, no puedo hacer cosas libremente como lo hacía antes. Ha sido un cambio y por eso estoy devota a la misión que tenemos de que no le suceda a nadie más, porque sí estamos sufriendo como familia, porque es un cambio para ellos enorme, al igual que para nosotros. Por eso, le estamos dando este entorno positivo, para que nadie más tenga que pasar por esto”, aseveró López, quien ahora vive con Summer Liz y su hijo menor en el estado de Florida por los servicios de salud que requiere su hija.

“Algo tan lindo, como lo es una despedida de año, los nenes me han llegado a pedir que, por favor, trate de disfrutarlo, porque para mí significa el accidente de Summer. Los nenes lo sufren, porque no me ven el 100%, no me ven ahí. Sí, han perdido parte de mí y eso los afecta muchísimo”, continuó.

Tras lo sucedido con Summer Liz, López reitera enfáticamente a evitar las distracciones al momento de conducir; cualquier mensaje de texto o descuido nunca será tan importante para poner la vida en juego.

“Aunque yo trato de evitarlo, te lo digo con todo mi corazón, siempre me entra esta tristeza tan grande, porque la primera versión de mi hija yo la perdí en aquel accidente. Ahora, Dios me dio la segunda versión de ella, que tiene la esencia de ella, pero no es la misma de antes”, lamentó.

Por su parte, Martínez repite continuamente la importancia de la protección al correr motora o practicar deportes extremos. Exhortó, además, a que los padres les inculquen a sus hijos sobre estas prácticas desde la infancia y desde que se les regala su primera bicicleta.

“A los padres y a las madres, tenemos que empezar a trabajar con nuestros niños desde pequeños. Cuando lleguen a adulto, no es que sea imposible, pero se nos va a hacer un poco más difícil, como me pasó a mí con Issam: el individuo está forjado, tiene criterios propios. Pero, si cuando regalamos esa primera bicicleta el día de Navidad regalamos un casco, regalamos guantes, reglamos coderas, cuando los sacamos al parque los obligamos, porque todavía tenemos control de ellos, de usar los casos y las coderas, (podemos evitar accidentes). Esa es la exhortación a los padres, que empiecen desde chiquitos, porque una vez lleguen a adolescentes, pues no es imposible, pero es difícil. Es un poquito más cuesta arriba”, instó al recordar que Oscar Issam ya se había accidentado gravemente en abril de 2021 previo al accidente fatal de agosto de 2021.

Nimsi Martínez
Nimsi Martínez (Suministrada)

La advertencia de López a los padres, entretanto, es nunca dejar “la cantaleta” de la seguridad vial hacia sus hijos, porque seguramente calará.

“Lo digo en forma jocosa y también sería: la cantaleta”, dijo con una carcajada. “No les de pena tener la cantaleta: ‘no cojas el celular, no textees’. Que sigan con la cantaleta, porque ¿tú sabes qué? Dentro de todo, todo, todo, siempre se les queda (en la mente). Mi hijo mayor siempre me lo dice, me dice ‘mami, la cantaleta tuya siempre la escucho’. Y yo ‘¡sí, es que es por amor! ¡No es por chavarte, es por amor!’. Si estás en el carro, evítalo a toda cuesta de estar contestando textos, de quitarte el cinturón por cualquier situación. Evítalo lo más que puedas ser tú el ejemplo y sigue con la cantaleta, porque créeme se le va a quedar. Créeme”, insistió.

Alcance de las campañas

De acuerdo al Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), se habían reportado 103 accidentes fatales hasta el domingo, 7 de mayo, cifra que supera por siete las registradas para la misma fecha en el 2022 (96).

Es por esto que Metropistas persigue con ímpetu los mensajes de advertencia. En el 2019, comenzaron con el “jingle” de la cantautora Kany García, seguido por el testimonio de López (2020) en la campaña “La última llamada”; Matías Sandoval (2021) en la campaña “Señales de vida”, tras quedar parapléjico cuando salió expulsado de su vehículo porque no funcionaba su cinturón; y Martínez (2022) en la campaña “Dale casco”.

“De estas cuatro personas que se han unido para la seguridad vial, tenemos dos madres, dos madrazas, dos mujeres espectaculares que nos enseñan tanto cada vez que nos sentamos a conversar con ellas”, detalló Ileana Fuentes Lugo, portavoz y gerente general de comunicaciones de Metropistas.

Como resultado de las pasadas campañas, López y Martínez han sido reconocidas por la comunidad, quienes han puesto oído a sus testimonios y los han motivado a conversar sobre temas de seguridad vial con sus propios núcleos familiares.

“Es un trabajo en conjunto entre múltiples sectores y, definitivamente, lleva mensajes continuos a la población general de cómo debemos conducir de manera más responsables, cuáles son las conductas responsables que debemos llevar. Definitivamente, sabemos que ayuda”, añadió Fuentes Lugo.

“Yo creo que este tipo de campaña- yo creo no, estoy convencida- no es suficiente. Hay que ir un poquito más allá, pero sí impacta, sí cala, sí toca a la gente y lo he vivido en la calle”, acertó Martínez.