¡¿Ver a Santa Claus?! ¡¿Estar cerca de él?! ¡Qué emoción!

Para muchos niños y niñas que llegan a las faldas del hombre regordete de barba blanca, arropado con su atractiva ropa de invierno blanca y roja –sí, aunque esté en Puerto Rico– es motivo de alegría y sonrisas que detienen en el tiempo gracias a la ya tradicional foto con Santa Claus en algún centro comercial del país, pero para otros es todo lo contrario.

“Este año fue el mejor”, comentó a Primera Hora Isabel Robles, mamá de Alexis Álvarez, de cuatro años. “Hemos superado todos los años anteriores porque se asustaba, le daba histeria, pero hoy no lloró”, contó.

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Lograr la mejor foto posible, sin embargo, no le fue tan fácil. Isabel tuvo que ayudarle con la sonrisa antes de dejarlo solo con Santa –le estiró los labios con ambos dedos índice, esperanzada en que así los dejara –. “Sí, para sacarle la sonrisa correcta porque se ponía nervioso y no le salía”, dijo.

 Al final, ¿te gustó su pose?

Más o menos, por lo menos no lloró ni gritó, y casi siempre hemos salido papá y yo en la foto.

Hasta esta Navidad, porque Alexis, por fin, salió solo en la foto.

Isabel, ¿por qué para ti es importante esta fotografía?

Porque ellos crecen bien rápido, y para recordar cada año, cada Navidad –cada vez ha sido diferente– y este año ya tienen más conciencia.

El hijo de Isi Ayala, otra de las mamás, aún es como era Alexis. “Le tiene pánico, sí, pánico a todos los muñecos (incluyendo a Santa)”, comentó Isi.

El pequeño gritaba: “¡Mamaaá!”. Su padre entonces tuvo tomarse la foto junto a él y Santa. Ni modo.

Pero, ¿lo lograron?

Sí, gracias a Dios lo conseguí. El año pasado se retrató pero fue peor, salió dando la espalda.

Y que bueno que lo logró, porque así tendrá “un recuerdo de todas sus edades, todas sus etapas”, destacó Isi.

esta navidad quiero....

Al igual que ambas familias, otras hacían fila, junto a sus bebés, niños o niñas de hasta diez años, aproximadamente, en espera de su turno para no solo tomarse la foto, sino pedirle a Santa el regalo que desean para Navidad, aunque algunos de ellos, como Neftalí Ferrá, aún no le han enviado la carta. “Me preguntó qué cuándo iba a hacer la carta”, comentó el niño de 10 años.

Segundos antes, Santa le había dicho que “había estado toda la noche buscando la mía (mi carta) y no la pudo encontrar”. Neftalí enviaría la carta ese mismo día por correo regular para pedirle un triciclo, tenis de Lebrón James y ropa. Otros de sus pares han pedido iPhones y tabletas electrónicas, sobre todo estas últimas, destacó Santa Claus a Primera Hora. Para él, los aparatos electrónicos “son un dolor de cabeza, pero se trata de complacer”. También pidieron NintendoDS, Monster High –las muñecas más solicitadas de la temporada–, Baby Alive, scooters, ropa, zapatos, trampolín, batería, iPhone 5, el juego de Sonic y marcadores de colores, mencionaron los chiquitines.

Una tradición

Para muchos de los progenitores, la foto con Santa es “parte de la tradición” navideña en la Isla, expresó Karen Stewart.

“Todos los años tratamos de que se retrate con algún Santa porque cuando uno era pequeño también las tenía, y quiero que ellos también las tengan, es parte de las memorias de la Navidad, que uno le trata de fomentar para que recuerden una niñez bonita”, destacó.

Es así como la foto con Santa se convierte en parte de la niñez de muchos puertorriqueños, generación tras generación.