El estudiante Alexis Joel Hernández Vélez fue sometido hace unas horas a una cirugía exploratoria que ayudará a los médicos a determinar la gravedad de los daños internos que sufrió cuando, a raíz de la explosión del calentador de agua de su hospedaje en México, sufrió quemaduras de tercer grado en un 71% de su cuerpo.

El accidente ocurrió el 19 de enero en Guadalajara, donde iniciaría estudios en medicina. Desde entonces, el gobierno de Puerto Rico se ha mantenido en contacto con la familia Hernández Vélez.

La intervención fue en el Brooke Army Medical Center en Houston, Texas, a donde fue trasladado el joven, según anunció por escrito el sábado el secretario de Salud, Dr. Rafael Rodríguez Mercado.

Independientemente de los hallazgos, según compartió su papá, Jaime Hernández, el daño fue recibido por sus manos, brazos, antebrazos y el rostro. También sus pulmones están comprometidos y pudieran colapsar.

“Está entubado y sedado, eso no ha cambiado. Le digo la verdad, la vida de él peligra, está bien malito, en estado de gravedad. Todos nos hemos descompensado. Verlo no es fácil… está en una cama, vendado, sus brazos y piernas, como si estuviera en una crucificado… Pero Dios tiene algo para él”, manifestó.

Por ello, insistió a la ciudadanía a que no dejen de orar por la salud de su hijo.

“Es importante el dinero, pero lo más importante es la oración. Quiero tenerlo levantado, que me diga: ‘Papi, bendición’… seguirlo regañando para que siga siendo bueno. Tengo hijos maravillosos y sé que Dios no me lo va a quitar”, acotó.

Los tratamientos médicos son costosos y la familia ha dejado saber que personas interesadas pueden hacer donaciones por ATH Móvil al 361-4301, a la cuenta de Banco Popular 069-29-6812 y en la página GoFundMe, bajo la campaña Pro-fondos Alexis Hernández.

Se prendió en fuego

El calentador de agua del apartamento donde se hospedaba Alexis Joel, al igual que la mayoría en México, trabajaba con gas. Según explicó su papá, en cada uso hay que activar una llave que libera una llama, y luego se abre el gas. Cuando el estudiante se disponía a tomar un baño, y fue al calentador para encenderlo, ocurrió la explosión.

Una vecina le contó al papá cómo el joven de 23 años luchó por apagar el fuego que lo envolvió de inmediato.

“Cuando ocurren las explosiones, que fueron tres, ella se asoma desde un segundo piso y lo ve encendido en llamas. Él le daba puños a la puerta, tratando de abrirla, pero estaba cerrada con llave… Era la primera noche solo en el apartamento. Ella lo va orientando para que saliera por una terraza, que tiene una verja alta en cemento… Le dice que le va a tirar una silla para que se suba y brinque, y salga de allí. De momento, el muchacho salió al otro lado; no sé cómo salió de ahí”, explicó el padre con una fortaleza momentánea, según admite.

El joven todavía estaba consciente cuando levantó sus brazos, “como cuando un boxeador gana la pelea”, y miraba sus manos completamente blancas, sin piel.

“Me llamo Alexis, mi papá se llama Jaime y este es su número, llámenlo…”, alcanzó a decirle a la vecina.  Luego la familia supo la triste noticia. “Ahí se me fue el mundo…”

Habían informado

del escape de gas

Un día antes del siniestro, el papá de Alexis Joel había pasado la noche en el apartamento donde se hospedaba su hijo. Allí, antes de tomar un baño, se percató del olor a gas en el lugar cuando iba a encender el calentador de agua.

Los amigos de su hijo le indicaron que ya lo habían reportado hacía dos semanas, pero el dueño del edificio no lo corrigió, resultando en el trágico desenlace.

“Exhorto a todos esos padres de estudiantes que están en México, que se preocupen por ellos. Que si pueden ir a verlos, que los vean. Porque eso de los escapes de gas es muy común allá. Los muchachos que estaban con él en el apartamento se fueron, porque el sitio es muy peligroso. Que le pase algo así a otra persona…”, reiteró el progenitor con voz quebrada.

Sobre el accidente, cuando fue al apartamento a recoger pertenencias del estudiante –entre ellas, su teléfono, la computadora y una tablet, todos quemados, según contó– fue entrevistado por las autoridades.

Son una familia

Al conocer del accidente, estudiantes de la Universidad de Guadalajara no dejaron sola a la familia Hernández Vélez. Hicieron todo lo posible por ayudar. Y por ese gesto, siempre les estarán agradecidos los padres de Alexis Joel.

“Una muchachita se convirtió en hija de nosotros. No se despegó de allí en ningún momento. Nos hizo una olla de espaguetis con carne molida y tostones y nos los llevó al hospital en México. Allí, en una esquinita en el piso, nos los comimos. Ella se llama Gabriela, ha sido un ángel para nosotros; entre todos ellos”, reiteró.

Pero el agradecimiento es extensivo a todo Puerto Rico y al personal del hospital donde le atienden.

“Es tremendo hospital y estoy muy agradecido por todas las atenciones que nos han brindado. Igualmente, la palabra ‘gracias’ se queda corta para el gobierno de Puerto Rico, específicamente el Departamento de Estado y el Departamento de Salud, que nos han ayudado en todo momento”, indicó el progenitor, quien está en Texas junto a su esposa Wanda Vélez y su otro hijo, Jaime.