Luego de algunos días de tregua, las protestas y cacerolazos volvieron a sentirse este jueves en los alrededores de la Fortaleza, lugar al que también regresaron las barreras de protección y las escuadras de policías.

Las protestas abarcaron una diversidad de temas y se sucedieron en tres oleadas. Primero llegaron miembros de la Utier (Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego) que reclaman mejores condiciones de trabajo y que se atienda cuanto antes la crisis de escasez de celadores que enfrenta la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

Poco antes de su protesta, de hecho, el gremio sostuvo una asamblea en la que aprobó un voto de huelga.

Según explicó el presidente del gremio, Ángel Figueroa Jaramillo, la falta de celadores en un serio problema que viene enfrentado la AEE, pues experimenta una constante fuga de talento ante las mejores ofertas que reciben de otras compañías donde les pagan más del doble y hasta tres veces lo que se paga en la Isla. Dijo que actualmente la AEE solo cuenta con unos 435 celadores y que para mantener el sistema con una buena operación se necesitan al menos 1,000.

La segunda protesta la protagonizaron miembros de organizaciones en defensa de la mujer y feministas, que volvieron a llevar su reclamo que se decrete un estado de emergencia en la Isla para atender la crisis de feminicidios y violencia contra la mujer.

Contrario a otras ocasiones, en que no han sido recibidas en Fortaleza, la gobernadora Wanda Vázquez sostuvo una reunión con líderes de las organizaciones, en la que participó también la procuradora de la Mujer, Lersy Boria.

Una vez terminado el encuentro, Zoan Dávila, representante de la Colectiva Feminista en Construcción, se dirigió a los manifestantes y explicó que la gobernadora les había pedido a las organizaciones que llevaran a una reunión que sostendrán en seis días propuestas concretas para atender el asunto del reclamo de una declaración de emergencia por la violencia contra la mujer. Dávila dijo que llevarían las propuestas, pero lanzó un ultimátum de que, “si de esa reunión no salimos con un estado de emergencia declarado, nosotras estamos convocando a que, el día siguiente, el 29 de agosto, Puerto Rico amanezca paralizado. Estamos convocando, aquí y ahora, un paro de mujeres, si en siete días no se declara un estado de emergencia”.

Finalmente, llegaron ante Fortaleza varias organizaciones defensoras del ambiente con un reclamo de que no se dé paso a la propuesta que dejaría sin efecto el plan de uso de terrenos. Según los manifestantes, ese cambio abriría la puerta para construcción desenfrenada de estructuras en cualquier lugar de la Isla, incluyendo áreas vulnerables, áreas protegidas y reservas naturales. Además, los manifestantes reclamaron que también se atienda la emergencia por del daño que provocan las cenizas de carbón que produce la planta de producción de energía AES. También, lanzaron una alerta y llamado a la solidaridad ante el drama que se vive en la selva amazónica, donde inmensos incendios arden de manera descontrolada desde hace más de dos semanas.

A esta última manifestación se unió también el colectivo Se Acabaron las Promesas, que reclama la salida de Puerto Rico de la Junta de Supervisión Fiscal, impuesta por el Congreso federal como parte de las disposiciones de la Ley Promesa, y cuyos miembros sostuvieron una reunión con la gobernadora Vázquez en horas de la tarde, al mismo tiempo que se desarrollaban las manifestaciones.