Las razones que han ofrecido los defensores de la reapertura del Parque Zoológico Juan A. Rivero han sido variadas: mantenerlo como centro de investigación estudiantil, lugar de recreación para visitantes y atractivo turístico para toda la zona Porta del Sol, entre otros.

Pues a estas le añadieron una más, la conservación de especies en peligro de extinción. 

“En siglos pasados, los zoológicos eran simples colecciones de animales o lugares donde los animales entretenían al público haciendo piruetas o trucos prendidos. Los zoológicos modernos son centros de educación, investigación recreación y principalmente de conservación”, comentó Chaparro ante una multitud reunida en la Plaza Colón de Mayagüez.

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“Al hablar de conservación estamos hablando de seres vivos, muchos de los cuales representan especies que, en un futuro no tan lejano, habrán desaparecido de su hábitat natural”, agregó.

Según Chaparro, el zoológico mayagüezano cumple con la función principal de los zoológicos de hoy en día: educar en el tema de la conservación.

El parque conserva algunas especies que están o en algún momento estuvieron bajo amenaza de desparecer, como el rinoceronte blanco, el águila calva y la cotorra puertorriqueña, entre otras. Además, cuenta con un aviario y un mariposario con áreas de investigación que son utilizadas por estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico.

De igual forma, aportó en los trabajos que se realizaron para conservar el sapo concho, entre otros.

“La presencia de estos animales provee para que eduquemos sobre la importancia de la conservación de los recursos naturales. La presencia de un zoológico, como el que tenemos en Mayagüez, es una oportunidad única para educarnos y educar a las futuras generaciones en este tema”, enfatizó la ex profesora universitaria. 

Además, Chaparro resaltó la importancia de la cercanía del Colegio de Mayagüez, que ha sido crucial en el desarrollo de científicos y de estudiantes que usan las instalaciones del parque para realizar distintas investigaciones, además de ser laboratorio para alumnos de veterinaria y centro de aprendizaje para niños en edad preescolar y de escuela elemental para conocer sobre el mundo animal, entre otras experiencias educativas.

Por supuesto, no podemos olvidar que, además de su función educativa, el zoológico representa un lugar de recreación sana que nos permite compartir en familia en un ambiente agradable y seguro”, sentenció.