Con birrete en la cabeza y la alegría de haber culminado el bachillerato, jóvenes egresados de la Universidad de Puerto Rico reconocieron que conseguir trabajo no será tarea fácil, pero confían en que podrán ubicarse en el privilegiado grupo de los que laboran.

Saben que enfrentarse al mercado de empleo será un desafío, pero eso no los intimida. Estudiaron lo que querían y confían en que podrán desempeñarse en las carreras que escogieron. Si en el panorama no hay un trabajo, entonces un pasaje de avión estará en el horizonte.

A Ángel Ruiz le tomó tres años culminar su bachillerato en física, una concentración a la que llegó después de cambiarse de facultad.

¿Estudiaste física porque te gusta o porque piensas que puedes conseguir trabajo?

Me gusta. Dejé farmacia porque es lo que me gusta.

El joven de Vega Alta piensa que la posibilidad de conseguir trabajo sería mayor en farmacia, pero prefirió arriesgarse porque se le quedó grabada la frase de que si no te arriesgas vas a perder siempre y si te arriesgas tienes la posibilidad de ganar.

En estos momentos no le preocupa mucho el campo laboral porque su mirada está puesta en continuar un programa doctoral, lo que lo mantendrá fuera del enorme sector de la población “que anda buscando”. Según las estadísticas de abril del Departamento del Trabajo, ese número es 162,000.

Entre los obstáculos para conseguir trabajo, el recién graduado mencionó la sobrecualificación.

“Las oportunidades son para el que se gradúa rápidamente. Las personas que estudian no consiguen empleo”, dijo refiriéndose a quienes escogen culminar un bachillerato y continuar estudios.

¿Te irías del país?

Si no consigo (trabajo) y Puerto Rico sigue siendo un país peligroso, lo lógico es buscar un lugar más seguro. Hay que buscar lo mejor para uno.

Al secretario del Trabajo, Vance Thomas, no le extraña que se crea que la posibilidad de encontrar trabajo es mayor fuera de Puerto Rico porque “como regla general todo el mundo tiende a pensar que la grama está más verde al otro lado de la verja”.

“La realidad es que en todos los lugares el panorama es similar”, señaló.

Uno de los recién graduados que piensa irse, pero volver, es Daniel Montaño, quien obtuvo un bachillerato en matemática computacional. Su plan es mudarse a Viena para continuar estudios.

¿Has pensado buscar trabajo aquí?

No. Si busco, me entra la duda.

Pero, según el Secretario, mientras más pasa el tiempo, más disminuyen las posibilidades de encontrar empleo. “Hay estudios que indican que en la medida en que no consigues trabajo joven en la vida, menos probable es que lo consigas más tarde”, indicó al atribuirlo, entre otros factores, a un tipo de discrimen por razón de edad.

Elizabeth García, de 25 años, también se quiere ir a estudiar. Su objetivo es hacer cine y en su agenda inmediata está irse a estudiar dirección cinematográfica en Alemania.

Como egresada de Humanidades sabe que la facultad tiene el estigma de albergar carreras en las que “la gente se muere de hambre”, pero ella quería estudiar lenguas modernas, y así lo hizo.

“Mi mamá quería que estudiara derecho, pero seguí mi corazón”, expuso.

¿Te preocupa salir a la calle y no encontrar trabajo?

No me intimida no encontrar empleo. Hay que ser optimista. Si no hay oportunidades, se crean.

Con su ilusión en una carrera cinematográfica, es de esperarse que la miren con incredulidad. Puerto Rico no es, precisamente, una tierra fértil para el cine.

¿No se te hará pequeño el país?

(Ríe) Actualmente lo siento pequeño, pero quiero estudiar cine en Alemania y regresar. Irme y volver para aportar.

Su entusiasmo contrasta con la frustración de miles de personas, también con preparación académica, que no han logrado ubicarse en un empleo. El Secretario también cree en ese optimismo, actitud que es parte de la administración.

Pero, Secretario, el optimismo no crea empleos...

Bueno, el mensaje está respaldado por noticias positivas que se han dado, empleos en el área de la infraestructura, empresas que han anunciado creaciones de empleo. Estamos viendo un repunte en algunos indicadores.

No obstante, el titular admitió que “en todos los lugares hay alta demanda en plazas que pagan poco”. En las proyecciones de ocupaciones con más plazas, la primera es la de guardias de seguridad.