Centenares de vehículos, algunos de ellos con hasta cinco personas a bordo, acudieron este sábado al Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), donde tuvo lugar un evento de acogida a visitantes modificado para poder cumplir con los protocolos de seguridad que exige la pandemia del COVID-19.

Los visitantes pudieron recorrer en sus vehículos el histórico y pintoresco campus de la Iupi, como se le conoce popularmente al Recinto de Río Piedras, al tiempo que escuchaban a través de una aplicación en sus celulares un audio con explicaciones sobre el ofrecimiento académico de las diferentes facultades, así como datos históricos sobre el recinto.

Por el camino, eran recibidos en diferentes puntos por presentaciones de los diversos grupos artísticos del recinto, muchos de ellos vistiendo los colores rojiblancos que distinguen a los gallitos y jerezanas del campus riopedrense.

Frente a la icónica Torre del edificio principal, los visitantes recibían el saludo de estudiantes, profesores, directivos y dos jóvenes disfrazados de las emblemáticas mascotas: una jerezana y un gallito. Allí también recibían un obsequio relacionado con la Iupi.

Para muchos de los visitantes, en particular los más jóvenes, fue una oportunidad para acercarse y conocer la universidad, quizás por primera vez.

Drive in de la UPR, recorrido interactivo por el campus riopedrense.
Drive in de la UPR, recorrido interactivo por el campus riopedrense. (Vanessa Serra Díaz)

Para otros fue la oportunidad de llevar a sus hijos, hijas y sobrinos a conocer el lugar donde alguna vez estudiaron ellos.

Para algunos más, fue una oportunidad de reencontrarse con ese lugar donde pudieron convertirse en profesionales y salir al mundo en busca de un mejor empleo y una mejor calidad de vida, como fue el caso de una octogenaria que estudió allí “hace varias décadas”.

No era raro ver entre los visitantes camisas rojiblancas en distintas versiones de distintos años, y uno de los visitantes incluso sorprendió a los jóvenes frente a la Torre, sacando por la ventanilla su propio “gallito” de peluche para saludarlos.

Las mascotas, Gallito y Jerezana.
Las mascotas, Gallito y Jerezana. (Vanessa Serra Díaz)

Fuera cual fuera el objetivo que los llevó allí, el denominador común que podía verse a través de los cristales de los vehículos visitantes era alegría y regocijo, algunos con ese toque de curiosidad que va de la mano de la juventud, otros con el de nostalgia que cargan los años y las canas.

El evento de recorrido en carro por el recinto fue además parte de la celebración del 118 aniversario de la UPR-RP, y contó con la complicidad de un día con excelente tiempo.

“La universidad ha estado aquí, y esa Torre lleva ya... también va a ser centenaria. Es una celebración en grande. Retos grandes hemos tenido en los últimos cuatro años, los huracanes, terremotos, olvídate. Pero la Universidad se mantiene, y sigue graduando los mejores profesionales”, afirmó, visiblemente satisfecho con la actividad, el rector Luis A. Ferrao Delgado.

Las abanderadas de la UPR.
Las abanderadas de la UPR. (Vanessa Serra Díaz)

Repasó que por el recinto han pasado “exgobernadores, dos mujeres que recibieron la Medalla de Honor del Presidente de Estados Unidos, una fue Isolina Ferré. La cantidad de egresados que le han dado renombre y prestigio a Puerto Rico, es enorme”.

“Aquí tenemos el claustro de profesores con la mejor preparación. Una cantidad enorme de ellos graduados de Ivy League. Una cosa impresionante. Y seguimos atrayendo”, agregó el rector. “Y el campus, no tengo que explicar, es una cosa bella e impresionante. Así que aquí estamos y vamos a estar, para siempre, formando los mejores profesionales del país”.

Comentó que, ante los desafíos fiscales, “la Universidad tiene también que generar sus propios ingresos, y eso es lo que estamos haciendo. Nosotros estamos haciendo y llevando a cabo iniciativas para generar ingresos porque no se puede, obviamente, depender en la totalidad de la aportación del gobierno, que es importante, pero la Universidad tiene que tener iniciativa”.

Agregó que parte de esas iniciativas las están dirigiendo a población adulta y programas graduados, tomando en cuenta la realidad de la población infantil y juvenil se está reduciendo.

La Tuna de la UPR.
La Tuna de la UPR. (Vanessa Serra Díaz)

“No vamos a tener, ni la Iupi ni las otras universidades, esa cantidad de jóvenes, y hay que enfocar unos programas hacia lo que se llama la población adulta, y que necesita otro tipo de preparaciones. Ese es un reto aún mayor”, evaluó Ferrao. “Pero la Universidad tiene los recursos, tiene la capacidad”.

Comentó que en “la Universidad postpandémica” habrá que tener alternativas de educación a distancia y programas de educación en línea, “como una opción para miles de personas”. En particular, reiteró, será necesario “enfocarse en la población adulta. Esas personas a veces no quieren grados completos, ni quieren estar seis años. Necesitan certificaciones, grados quizás de maestría, en línea. Hay que darles facilidades en términos de educación a distancia, como nos ha enseñado la pandemia”.

Sin embargo, hizo un apasionado llamado “de buena fe” a los egresados a que cooperen con la Universidad. Recordó que, mientras estaba la aportación gubernamental segura que cubría cerca del 90% del presupuesto de la UPR, no se buscaba la ayuda de egresados, pero esa situación cambió y es necesario cambiar el enfoque y buscar la ayuda de todos esos egresados.

“Los egresados, hago un llamado a los egresados, deben aportar a su alma máter. Todos esos médicos, todas esas personas que están en Estados Unidos, con buenas prácticas, recuerden que fue aquí donde ustedes se formaron. Y aquí hay que dar, uno tiene que también que dar un poco de lo que la Universidad les dio. Yo hago un llamado de buena fe a esos estudiantes, a esos egresados nuestros, a que devuelvan a la Universidad. Aquí tenemos nuestra oficina de exalumnos, estamos dispuestos a recibir toda la ayuda de nuestros exalumnos. Porque el que recibió ese título, y que gracias a ese título está en buenas posiciones, recuerden que fue aquí donde ese título se les dio. Lo hago de buena fe ese llamado. No hago ningún reclamo más allá del que creo que deba hacer”, afirmó.

Sobre la actividad sabatina, comentó que entre las preguntas más frecuentes que recibían era la de cuándo reabrirían a las clases presenciales.

“Estamos en el proceso de las vacunaciones. Si no estamos presencial, por lo menos vamos a estar híbrido, si obviamente la reglamentación de salud lo permite. La idea es que si no enteramente presencial, por lo menos híbrido vamos a estar en agosto, pero depende, de nuevo, que no haya algún cambio en la situación en términos de salubridad”, comentó Ferrau.