La doctora María Conte Miller, directora del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), anunció este jueves que el organismo acaba de ser galardonado con una prestigiosa distinción que le coloca entre los mejores laboratorios de todo el mundo.

Según explicó Conte Miller en conferencia de prensa, el ICF recibió el Foresight Maximus Award 2023, como uno de los 16 mejores institutos forenses de todo el mundo, junto con organismos de Estados Unidos, Nueva Zelanda y Costa Rica.

“Este es un premio que otorga la Asociación de Directores de Laboratorios de Criminalística (ASCLD, en inglés) a los mejores laboratorios, los laboratorios que logran una mayor eficiencia en su operación en todo el mundo”, indicó la doctora, agregando que, para este año, 211 laboratorios sometieron sus datos de ejecución, y se le otorgó el premio solo a 16, entre ellos el ICF, que demostraron que operan con una eficiencia de 90% o más.

La doctora subrayó que, además de resaltar la buena operación del ICF, el premio les demuestra a los contribuyentes, así como a las entidades que reparten el presupuesto público, que el dinero que se destina a la operación del Instituto se está usando de la mejor manera posible.

Conte Miller explicó que el programa de Foresight, que comenzó en 2009, es un acuerdo de entendimiento entre la ASCLD y la facultad de negocios y economía de la Universidad de West Virginia y el Instituto Nacional de Justicia, “y es una autoevaluación de laboratorios de Ciencias Forenses”.

“El programa brinda asistencia, orientación y análisis, mientras estandariza las definiciones de métricas para evaluar procesos de trabajo y vincula la información financiera de cada laboratorio con tareas y funciones laborales, dando lugar a mejoras en la eficiencia de los laboratorios y la financiación complementaria del programa para su continuidad”, indicó.

Aclaró que, aunque hacía ya un tiempo querían hacerlo, está fue la primera ocasión en que el ICF envió sus datos para participar de este reconocimiento.

La doctora detalló que se trata de un reconocimiento muy significativo, pues toma en cuenta un sinnúmero de aspectos en cuanto a ejecución, tales como cuánto es el presupuesto, cuánto personal tiene para analizar los casos, cuánto le cuesta realizar los análisis en las diferentes disciplinas, entre otros, para entonces determinar el nivel de eficiencia en la ejecución.

“Es una medida de ejecución, no es al vacío, es en comparación. Son comparaciones con laboratorios similares en todo el mundo. No estamos presentando aquí unas métricas o un resultado de algo que fue comparado con un ideal de ejecución, sino con cómo en la realidad funcionan los laboratorios en todo el mundo”, afirmó, reiterando que el ICF, “en comparación con esos laboratorios”, se colocó con un nivel de eficiencia en su ejecución de 90% o más.

“Tampoco quiero dar una falsa expectativa de que va a ser como en la televisión, que los casos entonces se van a terminar al otro día. Eso no es lo que estamos diciendo. Esto es una cuestión que se ha hecho en base a una realidad operacional”, insistió.

“Nos están evaluando como si fuéramos una industria, pero esta es una industria de alta tecnología, donde esa tecnología es muy costosa. Nos están evaluando según ese parámetro de una industria de alta tecnología costosa”, agregó la doctora.

No obstante, aclaró que, a diferencia de aquellos laboratorios o industrias que pueden escoger su volumen de casos a recibir, según su personal y presupuesto, para poder ser costo efectivo y tener un margen de ganancia, el ICF tiene la particularidad de que, por tratarse de un laboratorio público, no puede escoger su volumen de trabajo, y debe ajustar su operación y usar su prepuesto de la mejor manera posible para ser efectivo.

Conte Miller expresó que tenía particular interés en dar a conocer el galardón recibido, porque “aparte de que, obviamente, indica que Ciencias Forenses está trabajando bien, también hay que comunicarle al público, a la gente que invierten en las agencias públicas, en qué se está usando su dinero. Y el hecho de que se nos haya reconocido como un laboratorio que está trabajando en un nivel de costo efectividad tan alto, le asegura a esos contribuyentes y a las agencias que han invertido presupuesto en la operación de Ciencias Forenses, el gobierno central, la Legislatura, la Junta de Control (Supervisión) Fiscal, que ese presupuesto se ha utilizado con un cuidado y cada dólar que se ha invertido en Ciencias Forenses ha rendido el fruto que se ha esperado”.

La doctora aclaró que, aunque “nos han reconocido que con el presupuesto y los recursos que tenemos estamos haciendo lo máximo, comparado con nuestros similares”, eso “no quiere decir que estamos en el nivel óptimo de condición presupuestaria o de recursos humanos. Hay un camino por recorrer”.

Conte Miller agregó que se siente “sumamente orgullosa” de este logro del ICF y su personal, luego que hace apenas pocos años se viera inmerso en una situación caótica con acumulación excesiva de cadáveres y pruebas pendientes a realizarse. Sostuvo, además, que las guías administrativas que han establecido, así como la integración a organizaciones como la que otorga este reconocimiento, deben servir de ruta para mantener al ICF en un funcionamiento efectivo y de alto nivel, independientemente de quién esté a cargo de su administración.

Asimismo, destacó que el reconocimiento también demuestra que rindió frutos uno de los cambios que llevaron a cabo, que fue la contratación de un gerente de estadísticas (Juan Torres), para poder medir consistentemente y monitorear las métricas, y poder luego compilarlas y enviarlas a evaluación.

Resaltó también que este premio, con el consecuente reconocimiento internacional, que se une a otro que recibieron recientemente como uno de los laboratorios forenses más innovadores, refuerzan sus acreditaciones y “nos sitúa en un grupo selecto, nos pone la vara alta, pero para eso estamos”.

“Además de que hay un intangible ahí. Estamos hablando mucho hoy de costo efectividad, del dólar que se ha invertido, que ha sido bien invertido. Pero hay unos intangibles, que es la confianza que tiene la gente en la labor que realizamos. Y esto tiene que aumentar esa confianza, o reafirmar la confianza de la sociedad, del público, de que Ciencias Forenses está trabajando de la manera adecuada”, insistió Conte Miller.