El alcalde de Fajardo, Aníbal Meléndez, aseguró que eliminará por completo y “en tiempo récord” el problema que experimentan los comerciantes de la zona, donde se crea un “caos” cuando dejan en el lugar todos los equipos que se utilizan para las actividades recreativas en la zona.

Si usted es de los que a menudo visitan Las Croabas, ha experimentado la gran dificultad que existe para la movilización del tráfico asociado a los eventos comerciales y recreativas que allí operan.

Además de los restaurantes que ubican en el lugar, allí también operan nueve compañías de alquiler de kayaks y dos de botes que ofrecen sus servicios desde el litoral de la villa fajardeña –colindante con la entrada a la laguna bioluminiscente–; esta actividad unida a la gran cantidad de visitantes que llegan al lugar convierten la carretera que circunda el parque público de Las Croabas en un verdadero desorden de tráfico que apenas permite el paso.

“El problema es que con nosotros conflige el turismo que va a las islas. A nosotros realmente nos conviene estar separados por la naturaleza de nuestros servicios, que son más dedicados al ecoturismo”, explicó el capitán Charlie Robles, propietario de Bio Island, compañía de giras en botes eléctricos.

Si nosotros “salimos del varadero, que está al lado de la entrada a la laguna, es mucho mejor y más seguro”, indicó Robles, quien lleva cuatro años operando desde la zona.

Precisamente, esta es una de las alternativas que proponen los comerciantes, usar el varadero que tiene una entrada y un muelle independiente.

El alcalde Meléndez, quien recientemente realizó la ceremonia de colocación de la primera piedra del proyecto de rehabilitación del varadero de Las Croabas, mencionó que “los terrenos se transfirieron del Departamento de Agricultura al Municipio en enero pasado...”.

El alcalde subrayó la importancia de este proyecto para mejorar la reputación de Fajardo como destino turístico en Puerto Rico.

Por su parte, el secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Daniel Galán Kercadó, dijo que la idea del proyecto “ es proveerles a los kayakeros un lugar desde donde puedan realizar una operación ordenada sin afectar a los residentes y a los turistas”.

Mientras, el ingeniero Roberto Alsina, diseñador del proyecto, aseguró que se ha tomado en cuenta la importancia del manglar y que están en acuerdo con los dueños de los negocios de kayaks y botes.

“La idea era integrar el diseño a lo que es el manglar, utilizando el mismo entorno de la laguna... (para que) cuando el turista llegue, entienda la importancia de la arquitectura como parte del ecosistema”, explicó Alsina.