En vísperas de la conmemoración del 136 aniversario de la abolición de la esclavitud en Puerto Rico, ocurrida el 22 de marzo de 1873, el historiador Luis Díaz Hernández afirmó hoy, sábado, que gran parte de la cultura puertorriqueña es de aportación africana.

"Gran parte de la cultura puertorriqueña es una aportación africana. En Puerto Rico el elemento negro ha dado grandes aportaciones, en la comida, la música, el lenguaje... esa gente trajo su religión, sus costumbres", sostuvo Díaz Hernández, quien se desempeñó como director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña bajo el gobierno de Pedro Rosselló.

El profesor de historia y geografía en la Pontificia Universidad Católica dijo en entrevista con Prensa Asociada que por provenir de diversos países africanos la única forma de comunicación entre todos, en Puerto Rico, era mediante el uso del "tambor, que se hizo común".

"Con ellos vinieron los alimentos como la yautía, la malanga, el guineo, el plátano, la yerba de Guinea y la gallina de Guinea. La cultura de Puerto Rico está enriquecida en gran medida por alimentos que ellos preparaban como la gandinga, el mondongo, el mofongo, los dulces de coco y el arroz con dulce", señaló.

Según el historiador nativo de Peñuelas, la medida africana cultural en Puerto Rico se remonta a los primeros años del siglo XVI cuando comienza el tráfico de esclavos para trabajar en la caña de azúcar, aportando al desarrollo económico de entonces y hasta el siglo XX.

Especificó que los esclavos que llegaron a Puerto Rico provenían de África, de distintos orígenes, pero en especial de los países que componen el Golfo de Guinea (Guinea, Ghana, Nigeria, Camerún, Costa de Marfil y Liberia, entre otros) a través de barcos negreros portugueses.

Narró como los esclavos, a su llegada al país, eran recibidos por el "carimbo, un hierro candente" forma en que eran registrados para identificar su propietario.

Destacó al doctor Ramón Emeterio Betances, conjuntamente con Segundo Ruiz Belvis, José Julián Acosta y Julio Vizcarrondo como los abolicionistas por excelencia.

En el caso de Betances, liberaba a los esclavos en la pila bautismal mediante pago al dueño de los mismos.

Destacó que en Ponce es donde en Puerto Rico y todo el Caribe hay un monumento conmemorativo a la abolición de la esclavitud.