Bayamón. Par de segundos fueron suficientes para que Nelson Roque viera como los sueños de él y su familia se hacían trizas.

Hace exactamente tres años que el hombre compró una residencia en la urbanización Villa España, en Bayamón, con la certeza de que allí pasaría sus próximos años de vida junto a su esposa e hijos.

Ahora, todo, literalmente, se derrumbó. “Una cosa es ver la casa de lejos y otra es entrar. Al menos pasó de día y todos estamos bien, porque sino la historia sería distinta”, relató el hombre visiblemente afectado, luego de haber ingresado a la residencia a recoger unas pertenencias.

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La vivienda de Roque fue una de las afectadas a causa del derrumbe del mogote Santa Ana del parque Julio Enrique Monagas que colinda con la parte posterior de la urbanización. Un mogote que hace años venía dando señales de que una tragedia podría ocurrir. En total, fueron diez las estructuras perjudicadas. La de Roque es pérdida total.

La pared posterior, donde ubicaban dos cuartos y el baño, quedaron con enormes huecos a causa de los peñones que cayeron a cientos de pies de altura. “Cuando mi esposa vio como quedó la casa, salió bien afectada. Las emociones van y vienen... uno se deprime”, señaló.

A pesar de que Roque y su familia fueron desalojados de la residencia el martes en la noche y reubicados en un hotel, no fue hasta ayer que vieron los daños estructurales que sufrió su casa, pues los eventos de deslizamientos más fuertes ocurrieron en la madrugada. “No creo que regresemos, eso es claro. Está todo roto”, expresó resignado.

Roque no está equivocado. Según las agencias estatales que atienden la emergencia, la única solución para estas familias que viven al pie del mogote es el desalojo permanente. No hay forma de predecir cuando podrán haber nuevos deslizamiento, lo que sí se puede determinar con certeza es esa probabilidad.

“Aquí nosotros estamos logrando salvar vidas mediante el desalojo, lo que no podemos ya es salvar propiedad, por lo menos en esa fila de casas”, indicó la geóloga del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Ruth Vélez, en referencia a un tramo de la calle Zaragoza.

“Si hay probabilidad hay riesgo y si hay riesgo prevalecemos en el desalojo”, enfatizó la funcionaria.

Ayer, el ambiente en la mencionada vía residencial era de incertidumbre. Entre rato y rato llegaban vecinos a buscar algunas pertenencias. Ingresaban al hogar con personal de Manejo de Emergencias como medida de seguridad. Otros se mantenían en un glorieta cercana como a la espera de un nuevo evento.

Entre los que estuvieron entrando y saliendo de sus casas, estaba el matrimonio compuesto por Wilfredo y Taty Méndez, quienes viven en Villa España desde el 1986.

La pareja resultó ser otra de las más perjudicadas. “La parte trasera colapsó, eso incluye el laundry, el cuarto de nosotros y un área para guardar herramientas. Toda la tubería se rompió, se perdió la casa”, señaló el hombre.

Wilfredo recordó que cuando comenzaron a construir la residencia le paralizaron los permisos debido a un derrumbe. Sin embargo, poco tiempo después, tras unos trabajos y la construcción de una carretera a unos 150 pies del mogote, le entregaron los mismos.

“Hace como dos años hubo un derrumbe, no cayeron piedras pero bajó tierra combinado con agua y nos inundó todo el patio”, relató el hombre que ayer fue a su casa a buscar las cenizas de su madre, quien falleció la víspera de su cumpleaños en el 1974.

Vecinos de la urbanización Villa España en Bayamón están siendo evacuados por personal del municipio de Bayamón, la Policía y Manejo de Emergencias debido a un deslizamiento de grandes proporciones que está ocurriendo en la parte trasera del lugar, específicamente en la calle Zaragoza.

Pero, nada se compara con lo ocurrido el martes. “Uno siente vacío, una frustración, tristeza porque todo cambió”, señaló al agregar: “la casa está destrozada. La cantidad de material que ha bajado del mogote, me refiero a tierra y piedra, ya están a nivel del techo de la casa, y las piedras están rebotando allí y cayendo en la calle”.

Para su esposa, Taty Méndez, “lo más triste es que de momento, en un segundo tú te quedas en la nada, perdimos la casa…”.

De hecho, la mujer se convirtió ayer en una sensación en las redes sociales luego que circulara un vídeo en la red de YouTube en el que se oían vecinos llamándola, preocupados al creer que estaba en el interior de la residencia mientras se caía el mogote.

La culpa es huérfana

Tras el derrumbe, funcionarios optaron ayer por no echarle la culpa a nadie sobre lo ocurrido.

Y, aunque es cierto que no tenemos ningún control sobre la naturaleza, no menos cierto es que desde hace años se está advirtiendo sobre el peligro que resultaba el mogote para los residentes de la urbanización, la necesidad de tomar medidas remediativas y de que nunca se debió haber permitido construir en el lugar.

La geóloga Vélez reconoció que en el 2010 había sometido una serie de recomendaciones y que ninguna de ellas se tomó en consideración. No obstante, estableció que tanto en aquel entonces como ahora lo mejor, económicamente hablando, era desalojar la zona.

“He venido aquí a través de los años y claramente definimos la probabilidad de que podía ocurrir algo... pero le voy a decir sinceramente que la mejor medida era el desalojo y es la menos costosa. Pagarle a estas personas era menos costos que hacer todos los estudios”, dijo

Para el presidente de Ciudadanos del Karso, Abel Vale, la responsabilidad está clara y recae en las entidades gubernamentales responsables de la concesión de permisos de construcción.

“No ha sido la naturaleza la culpable de estos eventos, sino nuestro afán como sociedad de permitir la construcción en lugares inadecuados...”, agregó.