Reviven la cacería del chupacabras
José “Chemo” Soto y Reinaldo Ríos acamparán en la Isla Nena para cazar la fiera que ha matado caballos.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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De cacería.
El alcalde de Canóvanas, José “Chemo” Soto, y el maestro de historia y ufólogo Reinaldo Ríos irán de excursión a la Isla Nena en busca de la criatura que aparentemente ha dejado sin rabo a varios caballos de la isla municipio y que recientemente ha chupado la sangre de varias gallinas y conejos.
Según el Alcalde, la fecha idónea para ir tras la fiera es el sábado, 23 de junio, día en que se celebra la Noche de San Juan, porque además de que estará libre, podrá extender las horas de cacería y pernoctar en suelo viequense hasta el día siguiente. Su intención es dar con la bestia que mantiene en jaque a los animales de corral y a los residentes con fincas en la zona o, por lo menos, lograr identificarla.
Para ello, el Alcalde y el profesor Ríos exhortan al Gobierno Municipal de Vieques a que active personal de la Guardia Municipal, la Defensa Civil y Recursos Naturales, y hasta convoque a veterinarios y pescadores locales para que participen de la expedición y aporten sus conocimientos.
“Lo que yo ideo es conseguir una persona que tenga alguna finca, y hacer como un campamento, y allí nos dirigiríamos a áreas donde se estén reportando las matanzas. Necesitaría una persona voluntaria en Vieques que pudiera prestarnos su patio para que nos permita quedarnos en él”, detalló Ríos.
Aunque Ríos está convencido de que los recientes ataques a animales han sido perpetrados por una gárgola, Soto entiende que se trata del chupacabras, porque “en el 1995, cuando empezó a atacar en Canóvanas, en varias ocasiones también aparecía en Vieques atacando animales”.
“La gárgola es algo que no creo que exista. Es el chupacabras, que es lo único que sigue matando animales, y ahora se lo achacan a la gárgola”, sostuvo el alcalde de Canóvanas.
Ésta sería la segunda excursión que Soto realiza junto con Ríos, quien es residente en Guánica y que se dedica al estudio voluntario de fenómenos extraterrestres y de la parapsicología. La primera la hicieron precisamente en Guánica, el 6 de diciembre de 2010, cuando acudieron juntos en busca de una supuesta gárgola que merodeaba los alrededores de la antigua central azucarera del munipio.
En aquel entonces, el pintoresco Alcalde y el llamado ufólogo estuvieron acompañados por una tropa de 30 personas.
Sin embargo, esta vez es diferente. No se trata de una gárgola ni de un duende que corta colas de caballo –como dijo Ríos–, a juicio de Chemo, volvió a ocurrir lo mismo que en el 1996, cuando él fue víctima del primer ataque del chupacabras, que le mató unos 10 gallos de pelea y 12 gallinas.
“Es lo mismo, el chupacabras sigue haciendo daño por ahí y la gente está un poquito histérica pensando que eso es algo que puede ocasionarle daño”, dijo Soto.
Éste exhortó a los viequenses a “que estén tranquilos porque eso no ataca a la gente”. Pero subrayó que por más que escondan a sus animales, el chupacabras siempre los va a atacar.
Su recomendación es que hagan lo que él hizo en 1996, cuando la criatura estaba en todo su esplendor: que construyan corrales con cristales y aire acondicionado y encierren a sus gallos y gallinas más preciadas en él.
“En el 1996 yo puse a los gallos de pelea en un ranchito que construí de 20 pies de largo por 10 pies de ancho, con torta y todo. Tenía unos rejones bien fuertes, con cristales a prueba de balas y les puse hasta aire acondicionado para que (el chupacabras) no me matara a los mejores ejemplares míos de los gallos de combate”, recordó el mandatario de Canóvanas, quien precisó que entre esos gallos figuraba su favorito ATH, a quien conserva disecado en su oficina.
“Los galleros que tienen gallos buenos, que los protejan de esa forma”, acotó.
Según el Alcalde, el chupacabras “es algo bien raro”, “que aparece de día o de noche, y viene rápido, como un relámpago”. Casi siempre, asegura, ataca donde hay cuerpos de agua.
Aunque nunca ha tenido un encuentro con la criatura, Soto lo describió como de cuatro pies y medio, “tipo hombre” de cintura para abajo – con sus testículos y su miembro visibles–. “De cintura para arriba es algo bien extraño, tiene escamas sobre la cabeza, como una cresta de espinas, es algo bien raro, es como un demonio… eso es lo que me cuenta la gente”, agregó.
Por su parte, Ríos aclaró que la idea de que es una gárgola surge porque “la criatura vista es más grande. El chupacabras no tiene tanto movimiento como la gárgola y su figura es más pequeña”.
El maestro de historia en Guánica sostuvo que quienes han visto a la fiera de Vieques la describen como de seis pies de estatura, con alas extensas, cara de murciélago y ojos rojos.
“Los dos tienen la peculiaridad de buscar animales o presas con sangre saludable. No atacan animales enfermos. Es difícil precisar si es una cosa o la otra”, expresó.
Éste instó a los viequenses a que estén pendientes a las fases de la luna, porque “la gran mayoría de las matanzas se dan en luna llena”.