Rey Melchor de Juana Díaz cuenta su historia como sobreviviente de COVID-19
El calvario recorrido por el eterno Rey Mago lo mantuvo en un cuarto de aislamiento varios días hasta que luego lo trasladaron a la unidad de coronavirus a donde vio morir a su compañero de habitación.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Era el Día de Reyes cuando el personal de salud en la unidad de COVID de un hospital en Ponce se enteró que uno de sus pacientes, Jorge Luis Almodóvar Capielo, caminó junto a los Reyes Magos de Juana Díaz ataviado como el Rey Melchor durante siete años.
Tal parece que en medio del estado crítico que experimentaba el también periodista, trabajador social y diácono de la Iglesia Católica, se asomaba una luz de esperanza, pues su gravedad lo llevó a un ventilador a donde pensó que moriría.
Pero al correrse la voz de que allí estaba uno de los Magos de Oriente, ocasionó una algarabía entre los héroes sin capa quienes a diario pelean en la línea de fuego por aquellos que en la soledad claman por ese milagro que los despertaría de la pesadilla.
Sin embargo, el haber formado parte de la centenaria tradición hizo que Jorge Luis se sintiera peor porque se dio cuenta de que había normalizado el valor de todos sus logros, olvidando que la vida era su mejor regalo.
“Desde el ‘lockdown’ en marzo (2020) no iba a lugares públicos y si iba era con mascarilla, distanciamiento, solamente con el núcleo familiar. Pero tengo que confesarte que después de casi un año que no había sido contagiado, quizás un poco bajé la guardia, no hacía caso a síntomas leves y el 26 de diciembre tuve los síntomas, pero tampoco le hice caso”, confesó el periodista ponceño de 54 años.
“Me sentía mal… un poquito de dolor de garganta y era un sábado y fui a la emisora (Católica Radio 88.9 FM) y no debía haber ido. Si hubiese sido un año antes, con esos síntomas no hubiese ido porque expuse a mis compañeros y con ese poquito dolor de garganta fui a hacer el programa de radio y a las 10:00 de la mañana cuando terminé, a partir de mediodía empecé con fiebre”, recordó el coanimador del programa En Vivo desde Ponce.
Para su sorpresa, la primera prueba de COVID salió negativa, pero su cuerpo continuaba manifestando síntomas de fiebre constante y dolor.
“Yo sabía que algo tenía y pensaba ‘tengo el COVID’ porque era una fiebre constante y dolor, y ya tenía problemas respiratorios porque estuve una semana en mi casa porque tenía un resultado que decía negativo. Ya el día de Año Nuevo apenas podía moverme y caminar”, lamentó el también terapeuta de duelo que interpretó al Rey Melchor a mediados de la década del 90 y principios del nuevo milenio.
“El 2 de enero ya no podía más y entonces fui a la clínica y me hacen la prueba molecular más formal, la oxigenación estaba por debajo de los 69 y me llevaron de emergencia al hospital. Yo estaba en una crisis e inmediatamente llegué al hospital, me ponen en las famosas carpas y ahí comenzó una travesía dura”, sostuvo el esposo de la enfermera Wanda Ivelisse Torres con quien procreó cuatro hijos.
Según Almodóvar Capielo, una de las experiencias más traumáticas con el SARS=CoV-2, fue precisamente cuando lo aislaron fuera del edificio hospitalario a donde tuvo que desprenderse de su familia. Allí sintió que iba a fallecer.
“Yo podía respirar, no podía caminar y comenzó la soledad, porque a la vez que te ponen en las carpas ya no tienes contacto con la familia y estuve cuatro días en las carpas y ahí, aunque no se dice públicamente pero literalmente estás ahí a ver si vas a sobrevivir. No invierten en una cama en el paciente que está grave, que va a morir, y en las carpas sentí morir en una ocasión, realmente sentí que me fui… sentí salir de mi cuerpo”, recalcó aún impactado por la crisis en su salud.
“Tengo unas experiencias muy fuertes que me marcaron y lo más que comienza a doler es la soledad… estar lejos de los tuyos, saber que tienes una enfermedad contagiosa y todo el mundo tiene que protegerse cuando se acerca a tu lado. Lloraba mucho, tenia una necesidad de tocar las manos de mi familia, de mi esposa. Me sentía que me iba a ir”, relató.
El calvario recorrido por el eterno Rey Mago lo mantuvo en un cuarto de aislamiento varios días hasta que luego lo trasladaron a la unidad de COVID a donde vio morir a su compañero de habitación.
“Fue bien duro porque esa noche yo hablé mucho con él. Entonces, me rendí, ‘no voy más, yo me voy’. No tenía miedo a morir, pero me causaba angustia lo que no había hecho. Uno cuando está cerca de la muerte descubre que la cotidianeidad te hace olvidarte del valor de las cosas”, afirmó.
“Sé que es un valor incalculable tener a mi lado a mi esposa, a mi familia, mi trabajo, la vida de oración, la vida de fe, pero descubro allí que hacerlo tan cotidiano, ya oraba sin el tiempo necesario, había dicho ‘te amo’ a las personas que estaban a mi lado. Eso sí me daba angustia… morirme habiendo olvidado el valor de las cosas. Y le pedí a Dios esa oportunidad”.
Mas la curiosidad de ver al otrora Rey Melchor de Juana Díaz logró que el ahora sobreviviente de COVID-19 cambiara el rumbo de su enfermedad, justo el Día de Reyes, porque de estar aislado en una unidad especializada se convirtió en una personalidad que hasta las enfermeras querían tomarse fotos con él.
Fue entonces que hizo un esfuerzo por encender su teléfono el cual estuvo apagado durante el tiempo que llevaba hospitalizado. Quedó perplejo al hallar cientos de mensajes, tanto de seres queridos como de personas que sin conocerlo oraban por su recuperación.
“Lo primero que me encuentro fue un mensaje de los Reyes Yaucanos animándome, que habían estado orando por mí, y me encuentro un mensaje de mi familia. Date cuenta de que, el haber sido Rey de Juana Díaz, en la familia se desarrolló una tradición y ese era el primer año que no podía estar. Eso me atribulaba y mi familia grabó ese video”, explicó al señalar que ese día inició el verdadero milagro.
“Comienzo a ver cientos de personas orando por mí, personas que conozco y otras que no, hasta de otros países. Yo sabía que a mí me querían, sabía que me valoraban, pero no sabía cuánto porque era tan cotidiano que me había olvidado del valor de ser querido, de ser amado, de que las personas te valoren y respeten. En ese momento, dije ‘tengo que hacer un esfuerzo, tengo que levantarme, si me voy a morir tiene que ser luchando’”, agregó.
Mientras batallaba por su vida, este periodista quien laboró para la desaparecida radioemisora WEUC AM y llegó a ser director de Noticias de WPAB 550 AM, comenzó a escribir un diario cibernético que tituló “El COVID tocó mi alma”, en el cual describe los síntomas y emociones de un paciente en soledad que lucha por sobrevivir.
Ahí plasma el día que le dieron el segundo resultado negativo que necesitaba para salir del encierro y retornar a su hogar con los seres amados luego de varias semanas, además de narrar la secuela que dejó en su cuerpo este pequeño enemigo que todavía arresta su respiración.
“El proceso de recuperación del COVID ha sido muy doloroso porque tu mente sale muy clara y yo quería seguir haciendo las cosas que hacía, pero no puede y no hay explicaciones porque el médico no te puede decir si eso se te va a quitar, si vas a sanar, Es un dolor constante… bueno, hay muchos síntomas y muchas secuelas. A mí me han dado todas; dolor abdominal que al tacto te duele, estás reteniendo líquido, me duele caminar y no puedo estar de pie o sentado mucho rato”, sostuvo al lamentar el rechazo que siente de algunas personas por haber tenido COVID.
“Alguien me dijo ‘te sentó muy bien la enfermedad’ y me tocaron la barriga con los dedos y eso es un dolor inmenso, la gente no sabe qué se siente con eso. No es que he echado unas libritas, estoy reteniendo líquido, estoy inflamándome, la pantorrilla se contrae y da dolor, punzadas en la punta de los pies, desbalance, me he caído ya dos veces en casa. Tienes que entrar en proceso de adaptación, se supone que esté usando bastón, una silla para bañarte y aunque hay personas que salen sin voz, Dios me dio la voz y salí caminando”, señaló.
De esa manera, regresó a la radio a donde cada sábado lee compendios de noticias y hace entrevistas junto con el veterano periodista José Rivera Renta en el programa ‘En Vivo desde Ponce’ por WPUC 88.9 FM, y laborar como trabajador social clínico y consejero en adicciones en un trabajo a distancia que ha tenido que ajustar, precisamente por las huellas que dejó el coronavirus en su cuerpo.
Pero su historia no termina aquí, sino que el otrora Rey Melchor continúa su apostolado a través del proyecto ‘Un abrazo virtual para los pacientes de COVID’, cuyo propósito es conectar a los enfermos con sus respectivos seres queridos pues notó que muchos son ingresados en hospitales y no cuentan con equipo electrónico para comunicarse con los suyos.
“Hay pacientes que llegan a la unidad de COVID y no pensaban que se iban a quedar en el hospital y tienes a las personas ansiosas, llorosas, pensando que pueden morir en cualquier momento, lejos de su familia. Igual ves familiares que están todo el día en el estacionamiento del hospital esperando alguna noticia y ver si de alguna manera si se pueden comunicar con su ser querido y eso no ocurre”, dijo angustiado.
No obstante, aunque hay almas generosas que han donado tabletas para esos fines, necesita conexión al Internet, pero se ha comunicado con varias compañías de telefonía que incluso, han hecho compromisos vacíos pues al final no responden y por eso ha optado por pagar el servicio con algunos donativos.
Para colaborar con el proyecto puede llamar al 787-929-7511 o a través de las redes sociales: Jorge Almodóvar Capielo.