Concluido el segundo paro nacional que enfrenta en poco más de un año de estar en el poder, el gobernador Ricardo Rosselló hizo un llamamiento al pueblo para que rechace la violencia que se registró en la Milla de Oro, en Hato Rey.

“Yo le estoy pidiendo a nuestro pueblo hoy que dejemos a un lado cualquier tipo de diferencia, que reconozcamos que aquí vamos a tener distintos puntos de vista, pero que la dirección general de todos nosotros y la aspiración, aunque sea por distintos caminos, es que podamos tener un mejor Puerto Rico y una oportunidad de prosperar. No permitamos  que la violencia corra en nuestra calles. Vamos a rechazar esas actividades violentas”, dijo en una conferencia de prensa en La Fortaleza donde estuvo acompañado del secretario del Departamento de Seguridad Pública, Héctor Pesquera y el comisionado del Negociado de la Policía, Henry Escalera.

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“Es lamentable que tengamos que ver cómo un mínimo, reitero, un grupo mínimo de todos aquellos manifestantes  -que decidieron ejercer su libre expresión hoy- cómo desvirtuaron totalmente una actividad, cómo incitaron a la violencia y fueron encaminados a destruir la propiedad”, añadió Rosselló, quien en horas de la mañana y mientras ya había manifestaciones, optó por visitar el pueblo de Morovis para participar de una feria de salud y para inspeccionar proyectos relacionados a la recuperación de la isla tras el azote del huracán María.

Responsabilizó a la organización “Jornada se acabaron las promesas” de  provocar y causar los actos violentos que se suscitaron en la Milla de Oro, en Hato Rey, y que desembocaron en el arresto de, al menos, ocho personas, según dijo Pesquera, quien mostró piedras y canicas que supuestamente se lanzaron contra los miembros de la Policía.

Rosselló sostuvo que se reunieron con 7 de las 8 organizaciones participantes en el paro de cara a la organización del evento y para garantizar la seguridad de los asistentes. “Jornada se acabaron las Promesas” fue la única que no asistió, dijo. Rosselló advirtió que esa organización ha anunciado que realizará otra manifestación mañana miércoles.

Por eso, Rosselló pidió a las 7 organizaciones restantes que expresen su repudio a la violencia.

“Los emplazo a que rechacen este tipo de violencia porque lacera el nombre de Puerto Rico y mancha las acciones que ustedes querían llevar a cabo. El silencio ante esta acción no puede ser un paso a seguir. Todos aquellos que sean silenciosos, que no rechacen contundentemente estas acciones están siendo cómplices de este tipo de devastación y de violencia”, soltó.

Repudió que pueda haber un ápice de violencia como parte del rechazo y la indignación que le produce al pueblo la imposición de mayores medidas de austeridad de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF).

“A qué punto hemos llegado cuando estamos aceptando premisas de que pues sabemos que son desastrosos, vamos a dejarlos entonces a que hagan?”, cuestionó el primer ejecutivo.  “Cuándo llegó el punto donde nosotros estamos aceptando que está bien que tengamos unos grupos violentos allá afuera y que los dejemos hacer un poquito. Es ridículo”.

Rosselló reconoció que aunque no estaba pautado que la manifestación llegara a la avenida Ponce de León para ubicarse en la contigua avenida Muñoz Rivera, se dio el espacio. Adujo que por 45 minutos esperaron, pero “lamentablemente continuaban los actos de violencia y los actos de vandalismo”.

Cuestionado sobre por qué se permitió aglutinar a la gente en ese punto de la avenida en donde, según visuales, no hubo acto violento por, al menos 15 minutos y posteriormente se lanzaron gases lacrimógenos, Rosselló defendió la acción de la Policía.

“No hubo un cese de violencia. No hubo un fin hacia el vandalismo. Uno no puede estar negociando cuando le están cayendo con piedras encima y cuando le están tirando proyectiles. Nunca se detuvo”, dijo.  

Asimismo y con el apoyo de Escalera y Pesquera, rechazó que los arrestos, uno de ellos efectuados en el patio de una residencia, hayan sido ilegales.

“No es que se entre a la casa. Eso no es correcto”, sostuvo Pesquera, quien dijo que hubo 15 policías lesionados.

Sin embargo, dejó la puerta abierta para analizar las acciones de la Uniformada luego de que se le preguntó si algunas pudiesen posteriormente constituir una violación a la reforma policial.

“Hay veces que cosas se van a hacer bien y hay veces que cosas se van a hacer mal. Cuando se hacen las cosas bien, se reconocen y cuando se hacen mal, se trabaja, se investiga, se autoevalúa y se corrige. Somos seres humanos y ocurrieron muchos incidentes. Se van a estar evaluando”, afirmó el gobernador.

Meses después del paro nacional de mayo del 2017 tanto  la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) como el monitor federal de la Policía, Arnaldo Claudio, revelaron un sin número de violaciones e irregularidades en las que incurrieron los policías.  

Rosselló se mostró preocupado por las imágenes de la manifestación de hoy que recurran el mundo porque “laceran el buen nombre de Puerto Rico, solamente por un grupúsculo”.

Rechazó que la situación suscitada en el país sea similar a la que vivió hace unos días Nicaragua en medio de una crisis política y que merecieron el repudio del mismo gobernador.

“Aquí le hemos dado el espacio a todos los que se quieran expresar pacíficamente, a que así lo hagan. Aquí no ha habido una persecución y asesinato de estudiantes y de miembros de la prensa”, sentenció el primer ejecutivo.