Peñuelas. Múltiples voces de los ámbitos comunitario, artístico, sindical, político y social resonaron ayer en un reclamo colectivo al gobierno para que cese el uso y disposición de cenizas de carbón en el país.

Desde el Campamento contra las cenizas de carbón en Peñuelas, cientos de personas exigieron, además, que se suspenda la generación de energía mediante la quema de carbón, que actualmente está en manos de Applied Energy Systems (AES) en Guayama.

“El pueblo ha dicho basta ya y exige que se haga verdadera justicia. Aquí hay un pueblo que no da un paso atrás, que no se rinde y que estará firme en la defensa de su salud, ambiente y calidad de vida y lucharemos hasta el fin en contra de cualquier intención de contaminarnos con cenizas de carbón”, afirmó Francisco Sáez Cintrón en representación de la comunidad.

La concentración Todo Puerto Rico contra las cenizas, en la carretera PR-385, incluyó presentaciones artísticas, actividades para niños, artesanos y quioscos. Asimismo, distintas organizaciones orientaron sobre otras luchas ambientales alrededor del país para recabar apoyo ciudadano.

La comunidad de Tallaboa, en voz de Sáez Cintrón que se elimine la producción de energía mediante la quema de carbón y no se le renueve el contrato a AES, que la empresa se lleve las cenizas de Puerto Rico, que este desecho no se deposite ni use en ninguna parte del país y que no se use la Policía para facilitar la entrada de camiones con cenizas al vertedero.

Pidieron también que se remuevan los residuos depositados, que se enmiende la recién aprobada Ley 40 para prohibir definitivamente todo uso y disposición de este material en la isla, y que se investigue la enmienda del contrato de AES con la Autoridad de Energía Eléctrica que permitió el depósito de cenizas localmente, contrario a la Declaración de Impacto Ambiental presentada originalmente.

“Nuestra comunidad sigue en pie de lucha y se resiste a desaparecer. No vamos a permitir que nos engañen, nos marginen y nos contaminen. Tenemos derecho a una vida digna, a un ambiente saludable y tenemos la responsabilidad de dejarles un mejor futuro a nuestros hijos y nietos. Hemos combatido el depósito de cenizas en Peñuelas y continuaremos la lucha con la ayuda de ustedes, así venceremos”, sostuvo Jannette Albino, residente de este pueblo.

El líder comunitario Jimmy Borrero comentó que esta concentración procuraba “llevarle un mensaje al gobierno de Puerto Rico de que el pueblo está con nosotros y que tenemos la razón, y que no importa las leyes que ellos pongan, sin son malas, no las vamos a respetar y vamos a demostrar que vamos a vencer”.

Mientras, José Manuel Díaz Pérez calificó el encuentro como exitoso.

“No podemos ocultar el entusiasmo y la alegría que tenemos de ver cómo el pueblo se ha unido para reclamar los derechos a la salud, a la vida y a tener paz. Y para reclamar que el gobierno escuche a la comunidad y arregle el error que cometieron. Todavía hay probabilidades de revertir la Ley 40 a través de la sesión extraordinaria. Es cuestión de que bajen el Proyecto del Senado 600 a votación”, indicó Díaz Pérez.

Apoyo multisectorial

“Venimos porque vivimos a menos de una milla lineal de la planta y estamos afectados por el polvo fugitivo, las emanaciones de la chimenea y los ruidos. Ellos (AES) dicen que nos quejamos por todo, pero la realidad es que la comunidad está enferma”, dijo Aldwin Colón, de la Comunidad Guayamesa Unidos por tu Salud, que reúne a los residentes aledaños a AES.

A la manifestación acudieron educadores, sindicatos, el Partido del Pueblo Trabajador, el Partido Independentista Puertorriqueño, líderes religiosos, la Colectiva Feminista en Construcción, la Jornada se acabaron las promesas, la representante penepé Jackeline Rodríguez (única de su partido que votó en contra del proyecto que se convirtió en la Ley 40), los legisladores populares Luis Vega Ramos y Manuel Natal; y la excandidata independiente a la gobernación Alexandra Lúgaro, entre otros.

“Creo que es un crimen lo que se está cometiendo en este pueblo, pero también contra toda la humanidad, porque vivimos en un solo planeta y lo que pasa en Puerto Rico afecta mucho más allá. Nos incumbe a todos hacer todo lo posible para pararlo”, expresó el exprisionero político Oscar López Rivera.

El reverendo Eduardo García Soto, de la Iglesia Metodista de Puerto Rico, manifestó que “nosotros tenemos la verdad de aliada, mientras el gobierno tiene el capital de aliado. No puede ser que por el capital enfermemos nuestra tierra… Puerto Rico entero tiene que estar aquí porque tenemos que detener esto”.

Entretanto, el sacerdote católico Pedro Ortiz Alvarez pidió movilización hacia el campamento.

“Yo creo que los ministros de las iglesias que estamos aquí no podemos venir a rezar nada más. Nos urge el compromiso de que cada uno de nosotros alentemos a nuestra gente de las iglesias para que estén aquí. Nuestra presencia no la podemos dejar atrás y a la orilla de la historia”, exclamó.

La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, acudió junto a su legislatura municipal.

“Las comunidades están tomando control de las luchas por la justicia y nosotros los que estamos en el servicio público nos corresponde responder, escuchar esas voces, pero escucharlas para responder”, dijo Cruz Soto.

Residentes del Cano Martín Pena en San Juan, el campamento contra el desarrollo hotelero de Playuela en Aguadilla y quienes se oponen al incinerador de Arecibo también estuvieron en Tallaboa.

“El incinerador también va a producir, si se construye, 500 toneladas diarias de cenizas, y esas cenizas se pretenden traer a Peñuelas. Tenemos que luchar por la protección de nuestra salud y nuestro ambiente porque  si los gobernantes no lo hacen tenemos que hacerlo nosotros. Es el momento de salir a la calle y demostrar el apoyo para que los políticos y la Junta de Control Fiscal entiendan que va a haber mucha oposición y resistencia. Por lo tanto, o toman la decisión correcta o se van a enfrentar al pueblo”, opinó Myrna Conty, de la Coalición de Organizaciones Anti Incineración.