Ruegan por milagro para encontrar a familia boricua desaparecida en Texas
Los Santana, de Naranjito, se aferran a su fe y piden oraciones para que aparezcan con vida sus parientes arrastrados por las aguas.

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La familia Santana, del barrio Cedro Abajo de Naranjito, atraviesa momentos de angustia a la espera de noticias de sus cuatro miembros desaparecidos en las trágicas inundaciones ocurridas en Texas el pasado viernes, pero se aferran a su fe y sus oraciones.
Confían en que pueda ocurrir un milagro que se los devuelva con vida, tal como sucedió con su primo Eddie Williams, quien afortunadamente fue encontrado vivo aferrado a un árbol.
“Todavía no tenemos ningún tipo de noticias, ni de ninguna cosa ni de la otra”, dijo Omar Santana, con evidente tono de preocupación, refiriéndose a la desaparición de su tío Eddie Sr., de 69 años, su esposa Ileana, de 66 años, así como Camile, de 38 años, la esposa de su primo Eddie Williams, o Eddie Jr., como también lo están identificando, y la niña de 5 años de ambos, Mila.
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“Y para serte honesto, aunque el tiempo no esté a nuestro favor, seguimos orando, nos reunimos toda la familia, rezamos, oramos, le pedimos a Papito Dios un milagro, verdad, porque la fe es lo último que se pierde. Pero continuamos en la espera”, agregó Omar en entrevista con Primera Hora.
“El problema es que, no sé hoy (domingo), pero por lo menos ayer, la lluvia continúa. Entonces, en un momento dado bajó el agua, bajó el nivel de agua, pero pues como continúa la lluvia volvió a subir, y entonces pues obviamente se complica la cosa”, lamentó.
Según reportes, las destructivas aguas subieron 26 pies en el río Guadalupe en solo 45 minutos antes del amanecer del viernes, arrasando con casas y vehículos.
Este domingo las autoridades continúan buscando sobrevivientes y recuperando cuerpos.
Por lo pronto, su primo Eddie Williams fue dado de alta del hospital, luego que le tomaran algunos puntos de sutura en una herida en la cabeza, pero sin que se hablara de otros daños significativos a su salud física.
Omar recordó que su tío Eddie Sr y su esposa Ileana, quienes viven en Alabama, viajaron a Texas para reunirse con su hijo Eddie Jr., Camile y la niña Mila. Agregó que su primo, quien como otros en la familia es militar, llevaba algún tiempo residiendo en Texas.
“Llamaron a sus papás para hacerle una invitación, como una semana o dos, y parece que alquilaron una cabaña en un lugar por allí. Y lo que cuentan es que, en la madrugada, a las 4:00 a.m. o 4:30 a.m., cuando mi primo escucha los ruidos, los gritos… Y cuando él se asoma, pues ya está el agua, ya hay bastante agua y no podían abrir la puerta, al punto que se despega la cabaña del suelo. Y lo que me cuentan es que primero la cabaña choca con alguna terraza o algo y se le parte una parte del techo, y sigue en movimiento y choca con otra cosa y se le hace un hueco en algún lugar de una de las paredes, y ahí es donde mi primo, al haber tanta agua, pues como que hubo una succión y se lo llevó a él”, narró Omar sobre la caótica escena que vivieron sus familiares en medio de la repentina inundación.
“Entonces, el que salió fue el primo que logró agarrarse de un árbol. Se dio en la cabeza, le cogieron unos puntos en la cabeza. Pero logró agarrarse de un árbol. Obviamente, los que estaban en la casa no pudieron salir y la casa él la perdió de vista con lo que estaba pasando”, agregó.
Luego rescataron a Eddie Williams y lo llevaron a un hospital, donde le atendieron la herida en la cabeza. Y el día después, sábado, le dieron de alta.
Así lo relató el sobreviviente a otro primo que, desde Puerto Rico, logró contactarlo mientras estaba hospitalizado.
“Siempre nos estaban diciendo de que él logró salir por la puerta y ahí fue que vino el golpe de agua. Pero en realidad nunca salió. Él le contó que nunca salió. Se rompió un área de la casa y por ahí fue que el agua misma lo arrastró”, explicó Omar.
Según los reportes de lo sucedido en Texas, en las primeras horas del pasado viernes, cayó en la región de Texas Hill Country un torrente de más de 12 pulgadas de lluvia en un breve lapso de tiempo, haciendo que los niveles de agua subieran rápidamente, y causaran devastación a su paso, incluyendo la cabaña donde estaban los miembros de la familia Santana.
Dos días después, Omar indicó que, en lo que respecta a la situación allá en Texas, “las cosas no han cambiado mucho”, más allá de lo que ha estado circulando.
Entretanto, el hermano de Eddie Williams, Michael, viajó desde Washington junto a su esposa al área y se reunió con él en la noche, y comenzaron a buscar al resto de los familiares desaparecidos “dentro de hospitales y todo lo que conlleve la búsqueda”.
La parte de la familia que está en Puerto Rico, mientras, permanece en una tortuosa espera de cualquier noticia.
“Hemos conseguido algunos números, pero básicamente todo esto son sistemas automáticos”, afirmó Omar.
“Vi una noticia, no sé si fue el alcalde de allá o el sherif de allá, pidió no informar… ellos ya tienen, creo que ya subió a cuarenta y pico, 47 personas que han fallecido, pero ellos tienen todos esos nombres en su custodia. No quieren decir ningún nombre por respeto a las familias. Sé que se dijo uno que otro nombre, de unos americanos, y niños que han identificado como fallecidos. Pero ellos, la noticia que yo pude ver decía que ellos no querían dar ningún tipo de información de nombres por respeto a las familias, hasta tanto no terminen con sus investigaciones”, explicó.
“Y esto todavía falta”, agregó, dejando entrever un hilo de esperanza.
“Obviamente, hay muchos familiares ansiosos y locos por viajar. Pero estamos esperando a ver que, por lo menos Michael, que es el hermano que llegó, y (Eddie) Williams hagan, verdad, lo que tienen que hacer. Porque la verdad es que nosotros no vamos a poder mucho ahora. Pero una vez ellos verifiquen y todo lo que tengan que hacer, ya ahí nosotros la familia haremos lo que tengamos que hacer. Si hay que viajar, se viaja. Pero estamos esperando a que ellos sean los que nos digan, en que es lo que podemos ayudar”, indicó.
Por lo pronto, Omar pidió a toda persona que sienta empatía hacia su familia que ore por sus familiares, y pida a Dios que los encuentren con vida.
“Y que sigan orando. Como dije, el tiempo no está a nuestro favor, pero hay milagros. Así que sigan orando”, suplicó.