Aunque durante todo el año la búsqueda espiritual para atraer cosas positivas es constante, cuando el año está casi por terminar, aumenta la cantidad de personas que se acerca al mostrador de una botánica para adquirir baños, inciensos y velas que prometen mejorar los asuntos sentimentales, la salud y el dinero.

William Torres, de la botánica El Indio, dividió en dos el tipo de personas que buscan soluciones espirituales, sobre todo en los últimos días del año. “Hay un grupo que busca sacar todo lo negativo y hay otro más específico que lo que busca es la parte económica; el enfoque es monetario”, indicó.

Lo particular de hacer limpiezas espirituales el 31 de diciembre es que vienen acompañadas, generalmente, por una dosis extra de fe, lo que se supone que aumente la efectividad del ritual. “Mucha gente le pone más energía y fe. Esa energía es la más efectiva”, reiteró Torres.

Tan generalizada está la búsqueda de rituales de fin de año que en la botánica El Indio preparan diferentes kits con combinaciones para limpiar el aura, la casa o atraer prosperidad, salud y amor en general.

Si lo que quiere es bienestar general, por ejemplo, se prepara un baño con la colonia Éxito y Prosperidad, la colonia Don Dinero, mentol cristal, cascarilla y colonia de pacholí. Ahora, si lo que busca es un sahumerio, Torres recomendó uno que es “contra todo”. Con una combinación de incienso Tres Reyes, mirra, estoraque y tabonuco encendido sobre carbón se puede limpiar un área -espiritualmente- de adentro hacia afuera. De esta manera, según los que creen, se abren las puertas para que lleguen cosas mejores.

Como en otros años, Torres aseguró que la mayoría de las personas “vienen buscando amor”. “El 90 por ciento son mujeres y, de ese 90, el 70 por ciento viene buscando amor. El otro 20 por ciento viene buscando dinero”, indicó.

Olga Santiago, de la botánica San Isidro en la plaza del mercado de Río Piedras, señaló que durante este año “la gente ha venido buscando mucha paz”. “Para ellos y para el hogar. Hay mucha discordia”, observó y añadió que se debe a la falta de dinero por la escasez de trabajo. Aunque destacó que el amor es importante, reconoció que, cuando el factor económico se deteriora, todo lo demás se desestabiliza.

Del perfil de quienes buscan soluciones espirituales en el inventario de la botánica, Santiago dijo que “hay de todo”. Lo novedoso es que van personas “que nunca habían venido”. “Ahora el público viene con esa confianza”, afirmó sobre clientes que son, también, feligreses de diversas denominaciones religiosas.

“No es que no crean en la Iglesia, es que buscan opciones”, recalcó.

Pero, no todos los que buscan creen. Algunos lo hacen “a ver qué pasa”. “Hay personas que no creen; vienen por la necesidad”, observó sobre la gente que ve como un simple pote o agua lo que otros indentifican como el remedio para algún mal.

Con fe o sin ella, mencionó que para atraer amor se puede utilizar una vela de canela, un jabón con la misma fragancia y baños de plantas dulces. Para combatir la energía negativa, se puede colocar una pastilla de alcanfor en una copa de agua y el velón de los siete arcángeles, pero para quitarse la salazón, viene bien una vela “abrecaminos”; si la búsqueda es de trabajo, una vela a San Pancracio.

Para darse baños las mejores yerbas son el tártago, la ruda, el rompezaragüey y el poleo, entre otras plantas que, aunque no las haya escuchado antes, la verdad es que se consiguen fácilmente. La yerbabuena, la menta y la canela se usan después porque son las que atraen.

Aun las personas que no saben qué pedir ni cuál es “el remedio para su mal”, son muchos y sobre todo muchas, las que se dan la vuelta por la botánica en estos días.

“Mucha gente no sabe y viene buscando su receta”, afirmó la mujer que administra la botánica hace un cuarto de siglo.