Los casos de tres estudiantes del colegio Baldwin School que aparentemente contrajeron tos ferina fueron catalogados hoy, jueves, como sospechosos de esta enfermedad por la secretaria del Departamento de Salud, Ana Ríus Armendáriz.

“A los últimos dos niños, su pediatra, los diagnosticó sospechosos de tos ferina. Había un caso hospitalizado previamente, el 27 de febrero, pero sus pruebas no dieron positivas porque nunca le hicieron las verdaderas pruebas de tos ferina para confirmar que tuviera la enfermedad”, dijo la funcionaria.

“El médico que atendió a estos niños (los últimos dos casos), los puso como sospechosos de tos ferina y la escuela decidió notificárselo al Departamento de Salud, y por su cuenta tomar sus medidas de cerrar la escuela y tomar todas las medidas higiénicas. Ninguno está confirmado como tos ferina”, sostuvo Ríus Armendáriz.

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Las declaraciones de la titular de Salud surgieron durante una conferencia de prensa efectuada en un restaurante capitalino para instar a los ciudadanos mayores de 60 años a vacunarse contra la infección de la culebrilla (herpes zóster).

Ante la preocupación de contagio grupal, Baldwin School, ubicado en Guaynabo, cerró sus puertas hasta el próximo 8 de abril, debido a la sospecha de tres casos de tos ferina entre estudiantes de cuarto grado del plantel.

La información del cierre y de los niños enfermos fue ofrecida por el director de la institución educativa, James Nelligan. El educador indicó que personal del Departamento de Salud visitó la escuela y les recomendó monitorear de cerca a los alumnos y proveerles información de la enfermedad a los progenitores de los alumnos de tercer y cuarto grado.

La Secretaria de Salud enfatizó que en estos momentos no se puede decir que los últimos dos niños, que son hermanos gemelos, “tienen tos ferina” porque aún no se le ha realizado las pruebas correspondientes. Las mismas se le realizarán próximamente.

“Cuando venía hacia acá, supe que ya tenemos quién las va a hacer. Cuando se va a hacer, estamos tratando de contactar al padre de los dos niños, son unos gemelos, un niño y una niña, que estudian con el estudiante del caso del 27 de febrero, para sacarles las pruebas confirmatorias de tos ferina. Tan pronto el cuadro esté, porque hay que enviarlos a Estados Unidos, estaríamos dando a conocer si eran casos de tos ferina o no”, puntualizó Ríus Armendáriz, quien dijo que los resultados podrían tardar una semana.

Según el portal MedLine Plus, la tos ferina “es una enfermedad bacteriana altamente contagiosa que ocasiona una tos violenta e incontrolable que puede dificultar la respiración. A menudo se escucha un sonido ‘convulsivo’ profundo cuando el paciente trata de inspirar”.

La publicación en línea añade que puede afectar “a personas de cualquier edad y causar discapacidad permanente en los bebés e incluso la muerte”. De la misma forma indica que cuando una persona infectada estornuda o tose, “pequeñas gotitas que contienen la bacteria se mueven a través del aire, y la enfermedad se propaga fácilmente de una persona a otra”. La infección generalmente dura seis semanas, pero se puede prolongar hasta 10 semanas.

A preguntas de los medios, la también anestesióloga la tos ferina no es una enfermedad común “ni en Puerto Rico, ni en el mundo”.

“Esa fue de las primeras vacunas que salieron al mundo, que es una enfermedad que mató muchos niños en el siglo 19. Esta es la famosa vacuna DTP (contra la difteria, tétanos y tos ferina) que le ponemos a los dos meses, a los cuatro meses, a los seis meses… A menos que el papá escriba un ‘release’ de responsabilidad, todos la deben tener”, esbozó Ríus Armendáriz, quien agregó que en Puerto Rico se han reportado unos 59 casos sospechosos en los últimos 10 años.