En el Viejo San Juan, de camino al icónico Morro, entre los remanentes de la muralla y el mar, está localizado el cementerio Santa María Magdalena de Pazzi, un histórico camposanto donde yacen los restos de un sinnúmero de destacadas personalidades puertorriqueñas.

Ese lugar, como ha ocurrido con todo tipo de construcciones a través de Puerto Rico, no ha escapado a los embates de recientes fenómenos naturales, que en su caso se suman al desgate regular que ocurre con el paso de los años.

Recientemente, personas preocupadas por el deterioro de algunas de las estructuras del cementerio, y en particular de su distintiva capilla circular, levantaron la voz de alerta, pidiendo a las autoridades pertinentes tomar acción. Y ante ese reclamo, el Municipio de San Juan aseguró que trabaja en aras de lograr una restauración de la capilla y otras partes del camposanto.

Raúl García, director del Departamento de Operaciones y Ornato del Municipio de San Juan, recibió a Primera Hora en el cementerio y explicó, sin embargo, que el principal obstáculo para avanzar es la necesidad de contar con especialistas en edificios antiguos.

“Esta capilla, a raíz de los huracanes Irma y María (2017), recibió bastantes daños en su estructura. En ese caso, cuando pasa el huracán FEMA (Agencia Federal de Manejo de Emergencias) hizo la evaluación de los daños, conjuntamente con las personas que estaban en la administración en ese momento, y FEMA asigna $2.3 millones, básicamente, para hacer un estudio y un diseño de lo que tiene que ver con la capilla, las luces (…) y otras cosas de la estructura de acá del cementerio”, comentó García.

El director, empero, especificó que el mayor tropiezo ha sido “la imposibilidad de conseguir especialistas en asuntos de infraestructura arquitectónica antigua, porque uno de los requerimientos que nos tiene FEMA en ese sentido es que tiene que ser un especialista en asuntos históricos el que pueda hacer tanto en el estudio como diseño de lo que va a pasar aquí una vez eso finalice”.

Sostuvo que el Municipio de San Juan “ha estado tratando de conseguir, ya la próxima semana vamos a estar haciendo unas solicitudes de propuestas para conseguir profesionales que vengan aquí y nos ayuden en ambas situaciones”.

“Nosotros conocemos algunos (de esos especialistas). Hay muchos que no quieren trabajar en la práctica pública, que básicamente se dedican a lo que son estructuras privadas. Y ese el gran reto nuestro, conseguir (personal)… no hay muchos profesionales con conocimiento en esto, especializados en arquitectura antigua. Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para eso”, insistió.

Una vez se haga el estudio y el diseño, agregó, FEMA asignaría los fondos necesarios para las reparaciones. “No sabemos ahora mismo a ciencia cierta cuál es el costo de una estructura como esta, porque nunca hemos tenido una situación similar”, soltó.

Tras años sin mantenimiento, el deterioro es evidente, por lo que abogan por su restauración.

Otro retos

Más allá del especialista, agregó, hay otros desafíos que tienen que ver con los materiales a usar en los trabajos que se hagan allí.

Por ejemplo, en la capilla no se puede poner cualquier ladrillo, y “en Puerto Rico solamente hay una persona que distribuye el tipo de ladrillo que se pone aquí. Es un ladrillo que es hecho de barro, que es quemado, que es una estructura, y son personas específicas que se dedican y están certificados por el Instituto de Cultura (Puertorriqueña, ICP) para producir esos ladrillos”.

“Lo segundo es el material. Aquí no se puede usar ningún tipo de material ni en la pintura ni en la marmolina que se utiliza para colocar los ladrillos. Eso es un solo distribuidor que hay en Puerto Rico para esas dos cosas. Y nosotros tenemos que ir específicamente donde ellos, para poder conseguir el producto, si queremos pintar alguna estructura acá en el Viejo San Juan”, comentó el funcionario.

Y la madera, por ejemplo, aquí es ausubo, una madera antigua, que era con la que se construían los barcos, que también es una madera difícil de conseguir. El ausubo no está en el patio de la casa de nadie. Y yo estoy totalmente seguro que, cuando se llegue al estudio final, nos van a pedir que sea ausubo, que es una madera que se va a poder conseguir, pero quizás no es la cantidad que hay aquí en Puerto Rico que dé para este tipo de estructura, quizás tenemos que ir fuera de Puerto Rico para conseguir ese tipo de material”, insistió.

De manos atadas con el ICP

García comentó que, aunque el ICP tiene profesionales expertos en arquitectura antigua, no pueden llegar a acuerdos con esa entidad para que se hagan cargo del estudio y diseño de la restauración, porque precisamente el ente es el que tiene que aprobar el diseño y la construcción al final “y no pueden ser ellos los que pasen juicio sobre ellos mismos”.

“Nosotros tenemos que contratar personal, ese personal solicita permiso, que es evaluado luego por el Instituto de Cultura, para autorizar que esa obra se pueda ejecutar. Y no hay muchos especialistas en esa área”, reiteró.

Sostuvo que, “una vez nosotros hagamos el anuncio de la solicitud de propuesta”, podrán ver “si entra algún tipo de profesional” especialista en estructuras historias, “que pueda hacer está obra”.

“Si no hay (profesional) en Puerto Rico, tendremos que buscar por supuesto otras alternativas. Pero yo entiendo que, con los que hay aquí, aunque sean pocos, algunos se van a interesar”, opinó.

Los profesionales interesados en sumarse al proyecto, pueden contactar la Oficina de Comunicaciones del Municipio de San Juan, llamando a los teléfonos (787) 313-5111 y al (787) 960-2089.

¿Y las tumbas?

Por otro lado, si bien el municipio puede acondicionar la capilla, las luces, y se encarga, además, de arreglar y mantener las áreas verdes del cementerio, las tumbas son un asunto completamente diferente, pues son propiedad de otras personas o familias, y son ellos los responsables de darle mantenimiento.

Y como se puede observar, algunas tumbas están en buen estado, limpias y cuidadas, pero otras están en muy malas condiciones, en algunos casos incluso con tapas partidas y peligrosos huecos en los que podría caer una persona, aunque a través del cementerio hay letreros que piden al público mantenerse en la vereda..

“Por supuesto que aquí muchas tumbas de personas que quizás ya no tienen mucha familia. Hay otras familias que vienen constantemente”, comentó García. “Y yo me recuerdo el caso del fenecido Ronny Jarabo, que venía todas las semanas y sabía hasta donde lo iban a enterrar, le dio seguimiento a la tumba de él y de la familia. Y al momento en que vino en el deceso de él nosotros teníamos control sobre eso. Igual pasa con algunos próceres que están aquí, que vienen y los visitan una vez al año o una vez cada dos años, ponen una bandera, la bandera se deteriora, nadie se preocupa por eso. Y eso son situaciones que tienen que ver específicamente con la familia y sus descendientes”.

En otras palabras, se trata de una propiedad privada que el municipio no puede entrar a manipular, a menos que exista algún tipo de acuerdo expreso para tales fines.

“Y no solamente eso, el Departamento de Salud no nos permite en que nosotros podamos entrar al asunto de las tumbas. Incluso, hicimos unas mejoras a unas tumbas que las tapas no estaban. Y vinimos con ellos, y ellos nos dijeron a nosotros la forma en que lo podíamos hacer. Le pusimos a algunas plycem, las tapamos, las pintamos de blanco. Pero también eso es un impedimento adicional que nosotros tenemos, porque para hacer un movimiento, por asuntos de sanidad, tenemos que trabajar con el Departamento de Salud”, agregó.

El funcionario sostuvo que “a raíz de lo que hemos visto, vamos a hacer un análisis de todo el que está aquí, y contactar a las familias para ver de qué forma nos podemos poner de acuerdo en que ellos puedan mejorar las tumbas de sus familiares. De no conseguir, pues entonces vamos al segundo paso, qué legalmente se puede hacer con las tumbas que las personas no atienden, y cómo nos podemos ayudar entre todos para poder atenderlas nosotros”.

Una problemática similar se extiende al espacio de los nichos, un área contigua a la muralla, y que actualmente, como ocurre en la capilla, ante su estado de deterioro también se encuentra cerrada al público por unas cintas que advierten no pasar.

García indicó que el municipio desea restaurar también esa área, pero insistió en que necesitan encontrar ese profesional especializado en construcciones antiguas que pueda ocuparse del estudio y diseño de los trabajos. Agregó que, de tenerlo, podrían incluso hacer esas labores como una parte agregada a aquellos que se hagan con los fondos de FEMA.

“Casi siempre las obras que ejecuta el alcalde (Miguel Romero) con fondos de FEMA nosotros hacemos lo que se llama proyectos mejorados, que son situaciones adicionales que vemos dentro de una estructura, que el municipio hace una inversión aparte de las asignaciones de FEMA para lograr llevar la instalación que sea a un nivel óptimo. Y este va a ser el caso del cementerio”, comentó.

Una vez el profesional vaya a hacer el estudio, “hacemos una evaluación total de lo que está pasando aquí, y él nos dará a nosotros las recomendaciones con relación a las tumbas, qué podemos hacer” y también evaluarían qué puede hacerse en el área de los nichos, “y quizás hacer dos proyectos en vez de uno, en el área de la capilla, y trabajar con el área de los nichos”.

Con ese panorama, García evitó dar un estimado de cuándo podrían comenzar los trabajos y cuánto tiempo podrían durar.

“Hasta que ese proceso no se dé, nosotros no podemos hablar de tiempo. Tenemos que ser bien responsables en ese sentido, y no decirle a la gente que en tres meses vamos a tener esto listo, porque esa no es la realidad”, sostuvo.

Entretanto, aseguró, han tratado de “darle un poco de visibilidad” al cementerio, manteniendo sus áreas verdes y las áreas comunes, que incluyen baños para los visitantes que están en buen estado, y hasta intentaron pintar la capilla, aunque se les prohibió porque era parte de los proyectos de FEMA.

Por otro lado, García añadió que también han tenido que atender situaciones de vandalismo, y de gente que se mete allí en las noches. Mencionó en particular unos actos que ocurrieron “a principios de 2021, donde hubo personas que profanaron algunas tumbas, y desde ahí decidimos poner las cámaras (de seguridad) y alumbrar mucho más las áreas, que también es otro reto, porque no podemos utilizar tampoco cualquier tipo de foco”.

Aclaró que, luego de poner las cámaras y las luces, la situación con respecto a los actos de vandalismo y profanación, “ha mejorado mucho”.

Nuestra meta es que cuando finalicemos toda la obra, la gente utilice el cementerio, como tú lo ves, personas que vienen de afuera a dar un tour, e inclusive ya hemos trazado la ruta que deberían seguir cuando vengan y el cementerio esté totalmente recuperado”, afirmó.

Aprovechó para invitar a cualquier persona con conocimiento o peritaje en el tema de edificios históricos que sienta que puede o desea participar o colaborar “a que podamos hacer un trabajo en conjunto. Tenemos las puertas abiertas, son más que bienvenidos”.

Nosotros estamos preparándonos para hacer de este cementerio un cementerio histórico, con todo lo que se merece la gente que está enterrada aquí y sus familiares, y más allá de eso, los que nos visitan. Es un reto grande que tenemos, pero lo vamos a hacer, lo vamos a lograr, más temprano que tarde. Y le vamos a demostrar a la gente allá afuera que sí estamos interesados en estas estructuras antiguas que pertenecen al municipio de San Juan”, insistió, recordando que el lugar se puede visitar, y caminar por sus veredas, todos los días de lunes a sábado, de 7:00 a.m. a 3:00 de la tarde.