Aunque el hombre acusado de asesinar a la tasadora Brendalí Sierra Ramos tiene un vasto conocimiento sobre la religión yoruba, para los líderes de la santería en la Isla, el autodenominado “el Brujo” es un falso representante de la doctrina afrocaribeña.

Así lo aseguró a Primera Hora el presidente de la Asociación Yoruba de Puerto Rico, Joaquín “Kimmy” Solís, a quien le frustra la mala imagen –a veces “demonizada”– que le han dado a la religión personas como José Manuel Rodríguez Rodríguez, conocido como “Manolo el Brujo” y quien actualmente enfrenta cargos de asesinato, conspiración, destrucción de prueba y violación a la Ley de Armas por el homicidio de la tasadora en el 2011. Las circunstancias de este horrendo crimen son confusas, pero se ha señalado a la santería como protagonista de la escena, pues tanto la víctima como el victimario supuestamente eran yorubas y estaban realizándose unos rituales para la fecha del asesinato.

“Cuando salen noticias como la de este Manolo y se dice que es de nuestra religión, enseguida nos tildan de satánicos, cuando no lo somos. Y para empezar, ese hombre no es de nuestra religión. Él sí recibió alguna protección de algún babalao, pero yoruba no es... Es fácil vender lo que no es”, dijo Solís con notable incomodidad.

A juicio de Solís, Manolo el Brujo –quien solía visitar la tienda Yoruba, en Carolina, para comprar figuras de santos– podría ser aficionado a la secta y conocer su historia, pero nunca fue iniciado en la misma. El proceso de iniciación de un yoruba es complejo y comienza con un ritual en un río, con el despojo de sus cabellos, tres meses que no deben mirarse a un espejo y con un periodo de introspección que dura un año, tiempo en que deben vestir siempre de blanco y hacer un compromiso espiritual de por vida. Es una prueba de devoción enfocada en la disciplina que muestre el iniciado durante unos rituales que, más que todo, ponen a prueba su fortaleza física y mental.

“Manolo no es yoruba, jamás... él puede ser que practicara religión de palo, de monte. Y si dice lo contrario, que lo demuestre... ¿Dónde se hizo el santo? ¿Dónde se coronó? ¿Quién es su padrino o madrina? Es fácil justificar un asesinato...”, expresó quien prefirió romper el silencio que los caracteriza como religión para alejarse de las falsas imputaciones que le han hecho a la secta.

Solís explicó que los yorubas sacrifican animales que son dedicados a sus divinidades, y lo hacen como una forma de despojarse de los pecados y de adquirir energías y fortaleza.

“Pero jamás sacrificaríamos a un ser humano... eso es un disparate”, aseveró al aclarar que sus deidades no se representan como las imágenes católicas. Tampoco tienen altares o leen manos, bolas de cristal o cartas. Mucho menos, aclaró molesto, profanan tumbas, usan osamentas o tienen rituales con Satanás.

Sin embargo, tuvo que admitir que hay miembros del grupo que los han defraudado y han causado grandes penas con su comportamiento criminal. Y con el desliz, vuelven los señalamientos “mal infundados” a la santería.

“Somos humanos, y el pecado es humano. No tiene que ver con la religión. Y no lo voy a negar, tenemos casos bien penosos de algunos que están en drogas y otros como el de Roberto Quiñones con la niña desaparecida, Yexeira Torres. Roberto sí es santero, hijo de Changó (orisha de los truenos, los rayos, la justicia, la virilidad, la danza y el fuego). Ella, la muchacha, también era santera y acababa de llegar de Cuba, donde fue coronada. Es penoso saber que por el celo demoniaco la matara”, lamentó.

Cabe destacar que el cuerpo de Yexeira nunca ha aparecido y Quiñones enfrentará juicio por su presunta muerte el 14 de agosto.

Por otro lado, Solís explicó que hace un par de años ocurrió otro incidente violento en medio de un ritual de santería.

“Fue un caso en Peñuelas en el que iban a hacer una misa espiritual para iniciar a un muchacho, y llegó uno y lo mató... a la santera también le metieron tiros”, recordó sobre el incidente ocurrido en septiembre de 2011 y en el que resultaron heridas en medio del ataque otras dos personas. Según las autoridades, el móvil del crimen fue el tráfico y control de los puntos de drogas de la zona.

Otros incidentes relacionados con la santería fueron las muertes de Stephanie Rodríguez y la del adolescente Héctor Salgado –ocurridas en 2009 y 2010, respectivamente–, quienes fallecieron calcinados en hechos separados mientras realizaban un supuesto ritual.

En aquel momento, miembros de la Asociación Yoruba también levantaron la voz de alerta, negaron las imputaciones y reclamaron respeto para su secta.

Como parte de las declaraciones, dijeron que su dios es el mismo de todos. Aclararon también que tal vez no tengan líderes como Moisés, Mahoma o Cristo, pero cuentan con divinidades o ángeles guardianes como Changó, Obatalá, Yemayá y Ochún, entre otros, para mostrar la fuerza que necesita el humano para ser mejor persona.

“Los cristianos esperan a Cristo, los judíos a un mesías. Pero nosotros no esperamos a nadie. Esta es una religión de tierra. No te vendemos el cielo como en las otras religiones. Es aquí tu paraíso o es aquí tu infierno. Tú lo decides...”, dijo a Primera Hora Solís.

Si la religión yoruba promueve la pureza, el respeto y los valores, ¿por qué vive en secreto?

Según Solís, el secretismo los caracteriza desde la época de sus ancestros, pues el yoruba era una religión practicada por los negros esclavos que tenían que disimular ante sus patronos su devoción hacia las deidades africanas a través de los santos católicos.

“Somos una religión perseguida desde hace muchos años... pero a la vez, somos la quinta religión más importante del mundo, con más de 60 millones de adeptos en el mundo. Y realmente, son las otras religiones comunitarias las que nos demonizan y nos tildan de satánicos...”, expresó.

De hecho, dijo que en la Isla hay mucho santero “de clóset”, incluidos senadores, representantes, jueces y hasta dos ex gobernadores que no lo dicen públicamente por miedo al rechazo. Aunque en un principio mencionó nombres, luego rectificó y prefirió que sean ellos quienes se liberen de sus temores “y tengan los pantalones de decir en lo que creen”.

“Imagínate que en el caso de uno de los ex gobernadores, cuando se inició, estuvo un año ocultándose para que no lo vieran vestido de blanco”, aseguró.

Mientras, aunque aclaró que los yorubas no recogen diezmos, sí admitió que hay que pagar por algunos servicios o rituales que resultan costosos, en especial si requieren de sacrificios de animales. “Es como todo... hay pastores que viven de la iglesia. Aquí hay santeros que viven de esto”, dijo.