Sátira: Gente, Georgie Navarro tiene mallete

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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El representante novoprogresista Georgie Navarro parece ser uno de esos individuos que pretenden que la gente se comporte de una manera de la que él no es capaz. Al menos eso demostró el miércoles cuando se enfrascó en un careo con la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.
Ella llegó a una vista para respaldar el proyecto que busca que se deroguen las dos leyes que desvirtuaron la naturaleza original del Fideicomiso de la Tierra del Caño Martín Peña, pero Navarro pensó que era el momento perfecto para defender la gestión del derrotado alcalde Jorge Santini.
Ella, que se sabe defender yque no se queda callada, tenga o no la bandana, se las bateó todas.
“Muchas de estas propiedades del Municipio se utilizan para poder tener margen prestatario, por eso fue que se dejó un margen prestatario del que usted está gozando ahora”, le señaló Navarro a Cruz.
A ella no le hizo gracia el comentario y la insinuación de lo bien que le entregaron el Municipio de San Juan.
“Nadie goza, representante, teniendo un préstamo para pagar la nómina que no había ni un solo centavo (en las arcas del Municipio). Nadie goza pagando $3.8 millones de un ‘enfermito’ que ustedes no dejaron presupuestado. Nadie goza cuando no había medicinas en los CDT de San Juan...” y por ahí siguió.
Entonces fue a él a quien no le pareció gracioso y, desde el estrado, le gritó que aguantara presión. Así, de lo más elegante para un legislador.
El asunto picaba y se extendía y al presidente de la Comisión de Desarrollo de la Región Metropolitana y lo Jurídico, Luis Raúl Torres, no le quedó otra que hacer lo que se suponía que hiciera hacía rato, poner orden.
Navarro, que cuando abre la boca parece que se le dificulta cerrarla, siguió con la cantaleta.
¿Qué ocurrió entonces? Le apagaron el micrófono. ¿Qué hizo él entonces? Sacó un mallete.
Como si hubiera sido cuidadosamente ensayado, Navarro sacó un mallete cuando le dijeron que había perdido el turno y gritó: “¡Yo también tengo un mallete!”.
Como la gente no es de andar con mallete así porque sí, excepto el “Chapulín Colorado”, que no puede abandonar su chipote chillón, es admisible pensar que Navarro siempre supo que ese día usaría el mallete. Y si creyó que lo usaría es porque sabía que lo mandarían a callar. Y si lo tenían que mandar a callar es porque él sabía que hablaría más de la cuenta. Y si hablaría tanto como para que le apagaran el micrófono es porque no aguanta presión.
“¡Yo también tengo un mallete!”. ¿Qué habrá querido decir el representante? ¿Qué complejo lo atacó en plena faena legislativa?
Según el DRAE, mallete es un trozo de madera, generalmente en forma de cuña, que se emplea para dar seguridad y estabilidad a la arboladura.
Ah. Por ahí va la cosa.