El frenesí de compras que solía acompañar años atrás las llamadas “ventas del madrugador” parece que podría ir camino a convertirse en cosa del pasado, ante los incontables cambios en los hábitos de consumo que están ocurriendo, impulsados por diversos factores, como la pandemia y las dificultades económicas que le han acompañado, o las posibilidades de adquirir productos por internet.

Los negocios, de hecho, se han visto forzados a dejar a un lado la estrategia de venta del madrugador, que concentraba los especiales en las horas tempranas de un día como hoy -el viernes posterior al Día de Acción de Gracias- por las restricciones de aglomeración de personas para combatir la pandemia, y en su lugar han optado por opciones de extender sus ofrecimientos por periodos más largos, de un fin de semana o hasta semanas.

Y a juzgar por las opiniones de consumidores entrevistados al azar en las afueras de un centro comercial de la zona metropolitana, prefieren esta variante a la venta del madrugador.

No obstante, en general no se observaba a la gente con grandes paquetes de compras de regalos, sino más bien alguna que otra bolsa. Entre los entrevistados, algunos ni siquiera estaban en realidad buscando o aprovechando especiales, pues no habían visto nada que atrapara su atención.

La joven Enid Martínez estaba haciendo “compras normales, lo necesario”.

“En estos momentos, no veo nada para aprovechar. No vi nada atractivo”, dijo Martínez sobre las ofertas especiales, aunque destacó prefiere que “sea como este año, por todo el fin de semana”, en lugar de la venta del madrugador.

Admitió que, en los últimos años, “solo una vez fui tempranito, y no había filas. Pero no le encuentro la gracia. No me voy a matar por un especial. Prefiero menos revolú”.

Carlos J. López tampoco estaba en plan de comprar regalos, aunque sí había conseguido algunas piezas de vestir y zapatos.

“Genuinamente, no. No vine a comprar regalos. Solo cositas para las actividades, para las reuniones de familia, ropa, correa, pantalón... una ropita para la reunión con la familia”, comentó López.

Reconoció que no estaba pendiente a detalles específicos de ofertas, “pero estoy claro que en esta época siempre hay especiales, ves zapatos con 20% de descuento, y hay variedad que no ves en otros momentos. Es buen momento para hacer compras”.

En cuanto a la venta de madrugador, reconoció que “fui en algún momento, cuando era más chiquito. Pero ahora, a mis 40 (años), no necesito eso, no necesito otro televisor”.

Favoreció que las ofertas especiales se extiendan por más tiempo, en lugar de una madrugada. “Siempre es más fácil que sea el fin de semana y no en solo un día desde la madrugada”, afirmó.

Pero no todos salieron del centro comercial sin regalos navideños y sin encontrar especiales atractivos. Iris Vargas sí estaba satisfecha con la oferta de una cadena de farmacias, de regalar dos juguetes con la compra de otros dos juguetes.

“Estoy aprovechando esos especiales en juguetes. Compras dos y te dan dos gratis. Me llevé ocho, pagando por cuatro. Y son juguetes constructivos”, expresó con satisfacción mientras guardaba las bolsas con los artículos para su nieto.

La mujer también afirmó que “me gusta eso que ahora el especial es de más días”. Agregó que “no me gustaba ir a las ventas de madrugada. No me gustaba ese gentío, no me metía en esos revoluces”.

¿Quedará atrás?

La dinámica que se reflejaba entre el público no sorprende en absoluto al analista del consumidor Gilberto Arvelo Colón, mejor conocido como Doctor Shopper, quien anticipa que, al menos por el momento, las habituales ventas del madrugador se comportarán “aguadas”, como está ocurriendo este año.

“El viernes negro (Black Friday), con la pandemia, ha cambiado en Puerto Rico. Recuerda que ir a la venta del madrugador era un evento social, emocional. Si le preguntabas a la gente, te decía que iba porque no tenía nada que hacer, o porque iba la vecina, o iba a encontrarse con otra gente. Era como ir a un juego de pelota”, evaluó Doctor Shopper. “Pero eso con la pandemia se aguó”.

“Este año, además de la pandemia, se aguó porque no hay ningún artículo que esté pega’o. No es como otros años, que si era el muñeco de Elmo, que si la consola de juegos tal. No hay esa motivación adicional”, comentó el experto en asuntos del consumidor.

“También sucede que, con las ayudas federales, mucha gente compró cosas para estar bien en casa, que si televisores grandes, otras cosas. Así que, lo que se podía comprar en la venta del madrugador, el televisor grande, eso ya lo compraron con el PUA”, agregó.

“Y, además, no hay artículos electrónicos baratos. Ya no hay laptops por menos de $300 en especial. No hay esos especiales que atraían en particular a la muchachería”, afirmó.

Por otro lado, sostuvo Doctor Shopper que, al no haber suficientes competidores en el mercado “no hay esa efervescencia, la tiraera” que atraía consumidores.

“Cuando tenías a Sears, Kmart, Best Buy, TargetDirect, GameStop, Toys “R” Us, Office Depot, OfficeMax… tenías los ‘shoppers’, la competencia. Desde el domingo antes estaba el periódico cargado de ofertas. Tu veías el ‘shopper’ lleno de especiales. El pasado domingo solo había ‘shoppers’ de farmacias. En Estados Unidos, que hay más competencia, se ve. Pero aquí no hay nada de eso”, explicó.

Agregó que, en Estados Unidos, contrario a lo que está ocurriendo en Puerto Rico, también se está viendo que quienes compraban por internet, por limitaciones y meses de encierro por la pandemia, ahora acude más a los centros comerciales.

Un elemento adicional, acotó Doctor Shopper, es que muchos comercios “como (The) Home Depot, adelantaron su venta de madrugador, porque todo eso tenía un costo de montaje, la seguridad adicional, la música... hasta contrataban empleaos adicionales. Y si no pueden conseguir empleados para horarios regulares, imagínate para un evento especial”.

“Y, por otro lado, al Puerto Rico irse convirtiendo en una población cada vez más vieja. Y con el asunto de la criminalidad”, pues también influye en que la venta del madrugador se dejara a un lado.

“Si miras, aquí en el área metro, JC Penney y Macy’s son las únicas que van a abrir a las 5:00 a.m., y quizás también en Ponce. Pero todas las demás, tienen horario regular. Walmart, Office Depot, todo el mundo va a tener horario regular”, ejemplificó.

“Si miras, en los pasados días no había gente en los centros comerciales. Donde había gente era en los supermercados. Al no haber eventos, tiendas que abrían en Acción de Gracias, pues muchas familias van a comer en su casa. Por eso veías a la gente en los supermercados”, afirmó.

Por otro lado, Arvelo Colón indicó que no cree la merma de público en los comercios suponga necesariamente un aumento en ventas por internet, porque “cosas que se pudieran comprar por internet, aquí no lo traen”, debido a los altos costos de acarreo y otras complicaciones en el comercio.

“Así que creo que, por lo menos esta temporada, va a ser así. Cuando la pandemia se controle, y los ‘retailers’ vean que pueden mover mercancía, pues quizás vuelva la venta del madrugador como antes. Pero si no vienen más cadenas, más competencia, más actividad, eso no va a cambiar. Eso de que bajaba el precio, que si iba a Sears por la rebaja del motor para (la puerta de) la marquesina, que a Toys “R” Us por la consola... en el libre mercado, el factor competencia es importante para motivar al consumidor. De lo contrario, no se mueve, no hay efervescencia. ¿Para qué levantarme temprano?, si no hay nada especial”, opinó.

Por otro lado, Doctor Shopper sostuvo que los precios podrían bajar en próximos meses, cuando entre gran cantidad de mercancía que está en los puertos.

“Le estoy diciendo a la gente que espere a que vengan todos esos barcos. Va a llegar mucha mercancía que estaba ataponada. Y van a venir las ofertas de verdad. Eso debe ser para enero, febrero. Ahí empiezan a bajar los precios”, auguró.