Pinky, el flamenco que se convirtió en todo un atractivo turístico para Camuy, ha desaparecido.

Los residentes de la comunidad Bajuras llevan alrededor de cinco meses sin verlo. Tampoco se ha observado en el Cañón Tiburones, entre Barceloneta y Arecibo, donde solía posarse cuando las charcas frente la playa Peñón Amador o la charca Juan Amado en Camuy se secaban en medio de las sequías, según confirmó Primera Hora.

El representante Joel Franqui Atiles, quien en el pasado radicó una medida legislativa para buscarle una pareja de Pinky, fue el primero que alertó de que el ave no había sido visto en alrededor de cinco meses.

“Lleva tiempo que no aparece. No lo hemos visto en el área”, dijo el legislador, quien vive por la zona donde en la que el flamenco convirtió en su hogar.

“Las charcas están bien, pero desconocemos su paradero. Dios quiera regrese pronto, porque es un atractivo turístico”, agregó.

La sospecha de la desaparición eran ciertas. El Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) también lleva meses sin ver al pájaro rosado, informó el portavoz de la agencia, Joel Seijo.

“No se tiene información del paradero del flamingo. Si algún ciudadano lo ve, que nos avise. No se ha visto ni en Camuy ni en el Caño Tiburones”, sostuvo el funcionario.

Pidió a la ciudadanía que se comunique con el Cuerpo de Vigilantes al 787-230-5550 o al destacamiento del Caño Tiburones, al 787-880-0656, si ha visto a Pinky.

El primer avistamiento de Pinky en la Isla fue el 19 de enero de 2009, hace ya 11 años. El hábitat principal de esta ave rosada lo ha sido una charca frente a la playa Peñón Amador de Camuy.

Un flamenco puede vivir entre 20 a 30 años en estado salvaje y hasta 50 años en cautiverio.