Las Piedras. Rafael Delgado no sabe cómo hará a finales de este mes cuando se le junten el pago de su guagua, se le venza el seguro de ésta, y además tenga que lidiar con el resto de las cuentas que tiene que pagar, ya que él es quien provee el único sustento de la casa.

Tampoco está muy seguro de qué hará mañana cuando se levante y no tenga que presentarse a la fábrica McNeil Consumer Healthcare, en la que trabajó durante los pasados siete años, hasta ayer, cuando fue despedido.

“No sé cómo lo voy a hacer”, dijo el hombre a su salida de las instalaciones de la fábrica en la que se hacen analgésicos, al tiempo que aseguró que “lo trataron bien” con el paquete de beneficios que le ofrecieron.

Sin embargo, unos segundos después no pudo evitar que se le quebrara la voz. “Me ha dolido tanto... esto me impacta demasiado emocionalmente”.

Para José Hernández, quien estuvo ocho años con la compañía, se trata de un golpe duro, aunque el paquete que le dieron como parte de su despido tenía “más de lo que me esperaba”.

“La calle está bien dura. Ahora es, pues, a empezar desde cero... Nadie se espera esto y más cuando uno trabaja bien”, expresó mientras se preparaba mentalmente para ir a darles la mala noticia a su esposa y a su hijo, que va para séptimo grado.

Un hombre que no se quiso identificar fue a buscar a su esposa, que lo llamó para decirle que estaba en el grupo de cesanteados.

“Ella está bien triste. Tantos años y de momento que te digan esto”, manifestó el hombre, pensando en sus tres hijos y en las “muchas cuentas que pagar”.

José Flores fue uno de los afortunados que no perdieron su empleo, pero aseguró que era una situación “bien fuerte” porque entre los que se van hay padres de familia y madres solteras. “Allá dentro está el ambiente tenso, es de mucho dolor y mucha tristeza”, indicó.

Pedro Costa, director de Asuntos de Gobierno y de Asuntos Públicos de McNeil, dijo que la farmacéutica tenía 1,100 empleados y, de ésos, un total de 225 fueron despedidos.

Las cesantías eran necesarias para cumplir con los términos de un acuerdo con la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) que los obligaba a “automatizar los procesos de manufactura” para asegurar la calidad de las pastillas que producen.

El ejecutivo dijo que la planta continuará produciendo Tylenol y Tylenol Extra Strength y, si más adelante logran cumplir con todos los requisitos de calidad y amplían la producción de medicinas, volverían a contratar empleados del grupo de cesanteados.

Costa declinó especificar cuánto se ha invertido en maquinaria o cómo fue el proceso de selección de los que despidieron. Tampoco quiso decir qué contenía el paquete de beneficios, además de lo que exige la ley.

El ejecutivo señaló que estaba en comunicación directa con el alcalde de Las Piedras, Miguel López, con La Fortaleza y con Pridco.

¿Y hay algo que el Alcalde o Pridco puedan hacer para ayudar a evitar los despidos?

En este momento, no.

Por su parte, el gobernador Luis Fortuño indicó que su administración busca alternativas para que McNeil pueda mantener el nivel de sus operaciones y evitar despidos nuevos, mediante incentivos.

“Se ha estado trabajando con ellos y el ofrecimiento está ahí. Vamos a continuar agresivamente; si tuvieran otro producto, nos encantaría poder ayudarles”, puntualizó el mandatario en entrevista telefónica desde Washington D.C.

Alba Y. Muñoz Gracia colaboró con esta historia