Además de sífilis, gonorrea, clamidia y herpes Tipo-2, infecciones de transmisión sexual (ITS) cuya incidencia monitorea el Departamento de Salud (DS) a través del del Sistema de Vigilancia de Enfermedades de Transmisión Sexual, y hace pública a través de informe trimestrales, también hay varias otras enfermedades que pueden propagarse por la vía de transmisión sexual, que los expertos del DS monitorean a través de otros mecanismos.

Tal es el caso del VIH/sida y el virus del papiloma humano (VPH), explicaron la doctora Iris Cardona, principal oficial médico de Puerto Rico, y la epidemióloga Miriam Ramos, principal oficial de epidemiología del Estado.

En lo que respecta al VIH/sida, enfermedad para la cual el DS tiene un sistema de monitoreo particular, la epidemióloga indicó que esa enfermedad ha continuado una tendencia a la reducción que viene ocurriendo desde el 2020.

Detalló que “para el 2025, hasta el 31 de mayo tenemos unos 120 casos de VIH/sida, con cinco muertes, para una tasa de fatalidad de un 4%”.

“Cuando vemos las tendencias en los pasados años, vemos que esa tasa de fatalidad se ha mantenido entre un 4% a un 5% desde el 2021, lo cual, si lo comparamos a décadas anteriores, es un número que se ha reducido”, sostuvo.

“Y en comparación desde el 2020 hasta el 2024 los casos han fluctuado en un número esperado, entre unos 317 a unos 450 casos en promedio”, agregó.

Sostuvo que esa tendencia se debe a que “se ha avanzado significativamente, principalmente por educación, las medidas de prevención, inclusive los tratamientos de profiláctico a exposición, ha contribuido significativamente”.

Sobre el virus del papiloma humano, la doctora Cardona explicó que se trata de “un virus que tiene más de cien cepas o tipos, que no todos provocan problemas serios de salud”.

Sin embargo, “de esos más de cien tipos, hay unos 40 que van a causar infección en las partes de mucosas de los seres humanos, hombres y mujeres, particularmente las áreas anogenitales y de la boca. Y dentro de esos 40, importante es que hay unas cepas reconocidas que van a provocar verrugas genitales. No es la verruga común que la gente desarrolla en las manos, son unas verrugas específicas”.

“Y hay unos 15 tipos del VPH identificados y asociados directamente al desarrollo de cáncer, cáncer en áreas del aparato reproductivo de hombres y mujeres, particularmente en el cuello del útero de la mujer, pero también en la vulva, la vagina y el ano, en el pene de los hombres y en áreas de la boca, lengua y garganta también”, agregó.

“Así que son muchos, no hay una prueba específica de ven aquí y te sacas las sangre, es una infección que, excepto las verrugas, el resto de las infecciones son asintomáticas”, indicó.

Abundó que “la gran mayoría de las personas que se infectan, casi todo el mundo una vez empieza a tener actividad sexual va a tener un encuentro con alguno de estos tipos del virus de papiloma humano”.

“Aquellos que no están asociados a cáncer, la mayoría de los casos la infección se va solita, automáticamente por el sistema inmunológico. Los 15 que mencioné están ligados y dependen de factores de, en este caso, de la persona. Si se produce una infección crónica entonces es que viene el desarrollo de cáncer en esas áreas del cuerpo que mencioné”, explicó.

La prevención contra esta infección, insistió la experta, tal como ocurre con otras ITS, es “el sexo seguro”.

“En el caso de las mujeres, la prueba diagnóstica es la prueba conocida como el Papanicolau, que ha evolucionado y que tiene la capacidad de identifica si el VPH está presente, y cuál de las cepas está presente. Si es alguna de las llamadas de alto riesgo porque se asocian con cáncer, entonces esa mujer entra en un proceso de vigilancia y tratamiento”, explicó la doctora Cardona.

Agregó que, aunque aparezca una de esas cepas, “no siempre terminan con cáncer. Si se identifica, se trata y podemos evitar el cáncer. Y si hay un cáncer en etapas tempranas también se puede curar”.

Añadió que “en el caso de los hombres, eso está ligado también a sexo hombre con hombre, y hay una prueba similar al Papanicolau que se hace entonces de la mucosa anal. Pero ya aquí pues la persona tiene que buscar, si identifica ese tipo de práctica, buscar ayuda con su médico”.

Sin embargo, la doctora fue enfática en que “lo más importante en este tema es que desde hace ya más de una década, casi dos décadas, existe una herramienta de prevención que es la vacuna, que está indicada desde temprana edad, desde los 9 años, y de rutina se recomienda a los 11 años”.

Esa vacuna, además, “puede ser utilizada tanto por hombres como por mujeres hasta la edad de los 45 años”.

“Y el fin, el objetivo de esa vacuna es evitar el desarrollo de cáncer evitando las infecciones con VPH”, insistió la principal oficial médico.

Abundó que, dentro de la División de Vacunación del DS, Puerto Rico ha tenido un proyecto desde el año 2007, “logrando vacunar y llegar con esta vacuna a un gran número de jóvenes. La vacuna se recomienda aquí desde los 11 años. Los números de la División de Vacunación apuntan a que el 80% de los adolescentes entre 13 y 17 años han iniciado la vacunación contra el VPH, y cerca de un 69% a 70% completa la serie”.

“Pero eso es un ejercicio que lleva haciéndose ya hace más de una década. Requiere de educación. La vacuna ha evolucionad, al principio cubría solamente dos cepas o cuatro, y ahora cubre nueve de las 15 que causan cáncer. Antes se tenía que ir a una serie de tres dosis de la vacuna, ahora si se empieza temprano pues son dos”, detalló.

“Así que hay mucho trabajo, mucho que se ha conseguido y mucho pero mucho espacio todavía para mejorar eso, y tenemos una política pública de trabajar con miras a que en algún momento Puerto Rico esté libre de los cánceres asociados al VPH”, insistió la doctora Cardona.