Se va a deliberar jurado en caso de Educación

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 18 años.
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El jurado que ve el caso por cinco cargos de soborno contra el contratista Eduardo Fuertes Pasarell se retiró a deliberar a las 3:22 de la tarde de hoy, luego de escuchar las instrucciones del juez superior Abelardo Bermúdez, que duraron menos de una hora.
Tras retirarse el cuerpo juzgador, Fuertes Pasarell, quien fue contratista del Departamento de Educación en la década de 1990, salió al pasillo con algunos familiares —entre éstos tres hijos— a esperar el veredicto. Se veía tranquilo.
A Fuertes Pasarell, de Pro Data Services, se le acusa de cinco cargos de oferta de soborno por supuestamente haber pagado cinco cheques —de $63,000; $45,000; $35,500; $33,900 y $63,000— a la corporación fantasma RV Research and Management Group entre mayo de 1998 y mayo de 1999 a cambio de que Educación siguiera otorgándole contratos.
Según la acusación, los pagos fueron en "concierto y común acuerdo" con Fajardo y su amigo Ruperto Vázquez, de RV Research.
En la mañana y al mediodía, tanto el ministerio público como la defensa ofrecieron sus informes finales del caso, los cuales se convirtieron en una analogía de historias sobre mafia italiana en Estados Unidos.
En un intento por defender al contratista acusado de sobornar al convicto ex secretario de Educación, Víctor Fajardo, el abogado José M. Sagardía comparó a este último con Al Capone y al compadre de Fajardo que ideó el esquema de extorsión con él, José Omar Cruz, lo llamó "Caponcito".
"He puesto la cabeza escuchando al fiscal (diciendo) que Capone, Víctor Fajardo, y Caponcito, José Omar, existen porque hay los Eduardo Fuertes Pasarell. Hay Dios mío, Eduardo Fuertes Pasarell corrompió a Fajardo y a José Omar, ¿pero de dónde saca eso?", cuestionó el abogado, quien dio un discurso elocuente y folclórico que lo hizo casi ahogarse de llanto al final.
"¿Ustedes han oído el merengue ése de la estaca y el sapo?", le dijo Sagardía a los miembros del jurado. "Los sapos le caen encima a la estaca y la culpa es de la estaca", expresó. Hubo un murmullo de risas entre los miembros del jurado.
El fiscal Alberto Valcárcel, que hasta el momento había hablado al jurado llana y seriamente, ripostó en su segundo turno: "Si Víctor Fajardo y José Omar son Capone y Caponcito, Eduardo Fuertes Pasarell es Frank Nitti, uno de los socios". Y señaló al acusado.
Capone fue el gángster más notorio de la década de 1920 en Estados Unidos. Nitti fue uno de sus socios principales.
El abogado ha aceptado que su cliente pagó el dinero, tal y como lo evidencian las facturas falsas y los cheques, pero la teoría de la defensa es que Fuertes Pasarell lo hizo porque entendía que era para aportar al Partido Nuevo Progresista (PNP) y no para el bolsillo de Fajardo y Cruz.
Reclamó, entonces, que la acusación que hubiese correspondido era por la Ley Electoral y no por el Código Penal.
Pero el fiscal Valcárcel respondió que poco le importaba a Fuertes Pasarell si las aportaciones que le pedían eran para el PNP, para un "partido en China" o para los "marcianos", porque su interés era pagar el dinero que se le pedía para influir en la mente de Fajardo y seguir recibiendo contratos.
"Acceder a esas peticiones es un delito... y accedió por avaricia, porque, a fin de cuentas, todo aquí se trata de avaricia, de dinero", dijo el fiscal.
Valcárcel recordó que, al salir de la reunión en la que se le pidió el dinero en marzo de 1995, Fuertes Pasarell no salió corriendo a denunciar que era una víctima de extorsión como alega ahora en el juicio, sino que le dio las gracias a Fajardo por contar con sus proyectos y que el secretario podía contar con ellos.
Luego les dijo que, para poder cumplir con las aportaciones, necesitaba facturas porque se le haría difícil sacar esa cantidad de dinero del banco.
"Esa no es la actitud de una persona que se siente extorsionada", dijo el fiscal.
"Les pido que sigan las instrucciones del juez y que lleguen a conclusiones razonables. Y la única conclusión razonable, es que esa persona que está sentada ahí, pagó esos sobornos, contribuyó a la destrucción de la fe pública", puntualizó.