Secretaria del DTOP: “Nosotras las mujeres podemos hacer cualquier cosa”
La ingeniera Eileen Vélez Vega, primera mujer al frente de la agencia, asegura que tiene como meta dejar una mejor infraestructura de transportación.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Luego de dos décadas superando desafíos en un campo laboral dominado por hombres y en el que a menudo era incluso era la única mujer presente, la ingeniera Eileen Vélez Vega aceptó recientemente un reto de gran envergadura en el que, además de convertirse en pionera, está determinada a dejar una huella positiva y duradera. Además, se trata de una tarea que, por la complejidad que conlleva, con toda probabilidad muchos de sus colegas ni siquiera considerarían: dirigir el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP).
Pero Vélez Vega asegura que no teme a emprender por rutas empinadas y llenas de escollos, e incluso dejar el camino abierto para que otras mujeres puedan transitarlo más adelante.
“Retos siempre hay. Creo que muchas veces los obstáculos que nosotras pasamos, especialmente cuando entramos a un área donde es mayormente... la disciplina de ingeniería es mayormente todavía dominada por los hombres, pues siempre hay ese reto y ese obstáculo interno nuestro de pensar, ¿yo puedo con esto? ¿Tengo la capacidad? ¿Qué va a pasar si soy la única?”, evaluó.
Recordó que “muchas veces fui la única, en las clases de la universidad, también cuando llegué a trabajar con el Cuerpo de Ingenieros en Estados Unidos, cuando iba a una reunión, cuando iba a un proyecto de construcción, cuando llegaba a un aeropuerto a conocer un cliente nuevo. Era raro ver otras colegas, por lo menos en la ingeniería. Y siempre estaba esa batalla interna de ‘yo puedo hacer esto, yo estoy cualificada, yo he estudiado, yo me he preparado, así que yo puedo también contribuir y trabajar en esta área y ser igual que otras personas’”.
Agrega que en ese andar ha sido importante contar con el respaldo de su mamá y su papá, su esposo que también es ingeniero, maestras de escuela que la exhortaban a aprovechar las oportunidades de desarrollo que aparecían, “muy buenos mentores que me ayudaron muchísimo a crear esa confianza en mí, a prepararme, a educarme”, así como colegas ingenieros tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico.
No obstante, asegura que estudia “muchísimo” e investiga sobre diversos temas “para estar preparada”, porque a final de cuentas “nosotras somos responsables de nuestro éxito y de cómo sigue nuestra carrera”.
“Creo que lo primero fue salir de ese miedo interno de que si podía o no podía. Era tener la confianza de que yo podía. Y mira, llegué hasta aquí con mucho esfuerzo y mucho aprendizaje en el camino. Pero considero que nosotras las mujeres podemos hacer cualquier cosa. Claro, tenemos que estudiar, tenemos que prepararnos bien”, reflexionó.
En esos escenarios en que era la única mujer, no faltaron situaciones en que algunas personas dudaban que fuera realmente ingeniera. Sus características físicas, y su voz, que le hacen lucir más joven, añadían más leña al fuego de las dudas en torno a su capacidad.
“Recuerdo una vez en un aeropuerto que estuve trabajando en Florida, que llegué, y la persona, el contratista, me dijo, ‘no se ofenda señora, pero yo pensé que usted iba a ser mayor, o de otra manera’. No lo tomé a mal, lo tomé como un cumplido, y le dije, ‘pues fíjese, aquí me tiene, yo soy la ingeniero del proyecto’. Y así me ha pasado en otras veces, que llego a un lugar, y la gente me ve y dice, ‘¿y esa nena? ¿Esa es la ingeniera? ¿Esa es la gerente del proyecto?’ Y yo no lo tomo a mal, no lo tomo como un insulto, como que aquí no me van a respetar. Pero sí, tengo que trabajar quizás tres veces más fuerte para que me den ese respeto. Y tú no puedes pelear no sentirte inmediatamente que no lo voy a poder hacer. Lo que hay que hacer es, mira, que mi trabajo hable por mí”, sostuvo.
Admite que “siempre va haber duda” y se preguntarán “si ella, ¿será, o no será?, porque no es quizás el estereotipo de la persona que ellos esperaban ver”. Pero insiste que “eso no significa que tú no te ganes la confianza”.
“Pero tienes que trabajar más fuerte para poder llegar a que confíen en ti, y que sepan, que entiendan que tú puedes hacer el trabajo y estás preparada”, reiteró. “Y no debería ser tan difícil. Y hemos progresado muchísimo. Yo cuando llego ahora a los lugares no me siento como que tengo que representar mil veces más quien soy. Obviamente ya tengo una trayectoria y he hecho mucho trabajo y mucha gente me conoce. Pero no debería ser de esa manera que tú sientas que porque eres mujer o eres diferente ya obviamente te tienes que probar tres veces más fuerte. Debería ser ya entendido y aceptado que hay mujeres ingenieras, hay mujeres astronautas, hay mujeres de todos los campos de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, en inglés), de ingeniería y ciencias”.
Ahora que recibió el “tremendo honor” de convertirse en la primera mujer en asumir las riendas del DTOP, asegura que “se siente una responsabilidad bien grande cuando sientes que eres parte de la historia de una agencia, de un país. Así me siento yo al momento, con esta responsabilidad de ser la primera, y que no voy a ser la última. Estoy trazando el camino para las que van a venir luego de mí”.
“Cuando tienes el privilegio de llegar a unas cosas, tienes la responsabilidad también de educar y de compartir lo que tú has aprendido y lo que ha ti te ha dado la vida con otras personas que vienen después de ti. Yo tengo una hija de 10 años, y la nena me ve a mí como su ejemplo a seguir. Así que yo tengo, encima de la responsabilidad de ser ejemplo para las mujeres ingenieras, las mujeres en el área técnica, también la tengo con mi hija, que ella vea que su mamá es pionera, pero mira, mami siguió siendo mi mamá, mami ayudó al país, mi mamá hizo tantas cosas... lo veo como que tengo una responsabilidad dentro de la ingeniería, pero tengo una responsabilidad, hasta más grande, como su mamá. Así que, es tremenda la experiencia, la responsabilidad, y la tomo bien en serio y me siento bien bendecida de tener esta oportunidad”.
No obstante, admite que en el DTOP las cosas no serán fáciles. De hecho, en los 59 días que tenía en el cargo al momento de la entrevista, aseguró que visto en las redes sociales quejas y “ataques, a veces sin piedad”, contra la agencia, en buena media por la gran frustración que acumula la gente “por lo que ha pasado en los últimos años, especialmente la condición de las carreteras”. Añadió que entre los reclamos que recibe, “mis amigos y mi familia son los primeros en enviarme información y fiscalizarme”.
Pero Eileen está convencida de que la huella femenina que dejará en la dirección del DTOP será trascendente y positiva. Y para eso cuenta con un equipo de trabajo “excelente”, que incluye a varias ingenieras, “mujeres que sé que en su trayectoria han logrado grandes cosas dentro del campo de la ingeniería. Dejaron también su trabajo, dejaron de ser ellas mismas y de su familia para venir a hacer este trabajo conmigo. Tengo unas mujeres ingenieras bien capaces y comprometidas a trabajar esto conmigo”.
“Uno tiene que dejar las cosas mejor de como las encontró. Y esa es mi meta, ayudar al país a que tenga una mejor infraestructura de transportación. Y voy a estar muy orgullosa de haber dejado el legado, de haberlos ayudado. Siempre va a quedar algo que uno quiere terminar o completar, pero, un día a la vez. Vamos a trabajarlo unidos, en equipo, y vamos a lograr grandes cosas. Estoy segura”, auguró.
La ingeniera civil no quiso terminar la entrevista sin transmitir un mensaje claro para las futuras ingenieras, tanto las que puedan contar con respaldo de su entorno, como las que se tropiecen con alguien que les vaya a soltar un “nena vete a estudiar otra cosita que eso no es para mujeres”.
“Sean valientes. No se preocupen por esta cuestión de quizás no hay mucha mujer o voy a ser la única. Eso, a un lado. Porque tenemos oportunidad de cambiar eso. A la misma vez, tengamos iniciativa propia, si es algo que nos interesa, pues haz la investigación, verifica a ver qué área te gusta”, afirmó. “Como ingenieras, podemos hacer mucho más que simplemente diseñar y construir, incluyendo comunicar, educar, desarrollar negocios”.
Y ante los tropiezos, que con toda probabilidad ocurrirán en algún momento, “la idea es no rendirse. Hay que tener perseverancia, determinación. Quizás nos dicen que no en algún momento, o hay una oportunidad que no surge. Mira tómalo como crecimiento. Quizás esa no era la ruta a seguir. Pues entonces busca otra”.
“Y si las cosas se ponen difíciles, yo creo mucho en la oración. Así que siempre le voy a decir a todo el mundo, un buen grupo de apoyo entre la familia y amigos, y también nunca duden en el poder de orar y de pedirle a Dios ayuda y dirección, permitirse ese espacio de que vamos a ser flexible y si esto no funcionó, vamos a buscar otra ruta”, agregó.
“Lo importante es que confíen en el poder que ellas tienen y en las capacidades que ellas tienen. Nosotras podemos hacer cualquier cosa. Es el mensaje que le digo a mi hija, lo que tú quieras hacer yo te voy a apoyar, y puede ser lo que sea, no tiene que ser un estereotipo de esto es normalmente lo que hacen las mujeres. Las mujeres deben estar en todos los lugares donde las decisiones importantes se están tomando, así que eso es en muchas áreas, incluyendo la ingeniería y la ciencia”, insistió.