Secretario de Corrección invita a Gary Javier a ofrecer como voluntario talleres de dibujo a reclusos

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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El secretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Carlos Molina Rodríguez volvió a invitar hoy al presidente de la Asociación de Caricaturistas, Gary Javier, a que ofrezca de forma voluntaria talleres de caricatura a los confinados de Las Cucharas en Ponce.
“Estoy disponible para reunirme de inmediato con él y delinear el plan de trabajo para que inicie los talleres de forma voluntaria en Ponce”, dijo Molina Rodríguez, quien indicó que su administración está dispuesta a compra material y equipo para “explotar el talento de los confinados del sistema, siempre que esto sirva en su proceso de rehabilitación“.
Por su parte, el caricaturista, entró ayer en el Libro Guinnes de los Récords después de estar 48 horas dibujando 635 caricaturas de personas que acudieron a su llamado en el centro comercial Plaza Las Américas.
La propuesta de Molina Rodríguez se produce luego de que esta semana Gary Javier, manifestara esta semana su indignación porque no se le permita al confinado Jesús Pérez Pagán, de 38 años y recluido en Las Cucharas, en Ponce, decorar con dibujos su celda o su correspondencia.
Pérez Pagán, según Javier, es un joven muy talentoso al que se le estarían violando sus derechos.
Molina Rodríguez aseguró que en las cárceles del País no se prohíbe a los presos realizar caricaturas, pero que se trata de evitar que lo hagan en las paredes, en las sábanas y en los sobres de correo.
Según el Secretario del DCR, en la agencia se fomenta “no solamente el dibujo de caricaturas, sino cualquier otra expresión de arte como parte del proceso de la rehabilitación del confinado“.
“Lo que no podemos aceptar es el que se dibujen en las paredes de las viviendas y en las sabanas, ya que esto afecta la propiedad pública, de la que también somos custodios”, expresó Molina Rodríguez, quien añadió que, por otro lado, los confinados suelen incluir algunos dibujos en los sobres de las correspondencia que envían a sus familiares y esto representa un problema al correo para procesar la misma.
“Se le ha solicitado a la población penal que evite cargar los sobres con dibujos para que estos puedan ser leídos correctamente por las maquinas procesadoras del correo”, añadió