El secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, rechazó esta mañana la sugerencia por el presidente de la Corporación para la Defensa del Poseedor de Licencia de Armas de Puerto Rico (Codepola), Ariel Torres, de que maestros en Puerto Rico estén armados, propuesta que nació tras la reciente masacre de 19 menores y dos adultos en una escuela pública en Uvalde, Texas.

“Tengo que decir que no estoy de acuerdo”, señaló esta mañana en conferencia de prensa en el Coliseo Mario “Quijote” Morales, en Guaynabo.

De acuerdo al análisis del funcionario, en la Isla no existe una problemática igual que en los Estados Unidos de amenazas de armas, sino que los problemas locales difieren, como la falta de materiales y estructuras en pobres condiciones, entre otros. Tampoco vio viable que se instalen detectores de metales.

No obstante, no descartó que los guardias de seguridad puedan ser entrenados para enfrentar cualquier amenaza.

La amenaza más reciente reportado por la Oficina de Prensa del Negociado de la Policía de Puerto Rico trata de un adolescente que, por hechos ocurridos el 26 de mayo en la escuela superior Asunción Rodríguez Salas, en Guayanilla, la División de Asuntos Juveniles de Ponce y la Procuraduría de Menores presentaron un cargo por amenaza.

De acuerdo al testimonio de la guardia de seguridad del plantel, interactuó con el menor, porque no llevaba puesto el uniforme escolar. Entonces, el alumno vociferó que: “en esta escuela son unos ridículos y que le daban ganas de venir un día y hacer una masacre”.

La oficial de seguridad sintió temor por su reacción y le notificó a la directora escolar, Deliz Murillo Rivera, quien llamó al cuartel del Distrito de Guayanilla.

“Yo creo que el problema de armas en las escuelas no existe, no es tangible, no es palpable. Nosotros sí tenemos otros problemas de la escuela, son problemas que estamos atendiendo, pero en este momento yo creo que sería irresponsable de mi parte decirte que el sistema no se tiene que preparar para un incidente, aunque no haya ocurrido en Puerto Rico y parte de lo que estamos mirando, (es) primero: seguir entrenando a nuestros recursos en las escuelas, de cómo reaccionar y segundo, sistemas que alerten. Yo creo que las respuestas rápidas requieren una alerta. Yo creo que detectores de metales no van a detener a alguien que quiera cruzar el portón de una entrada con un arma y mucho menos tener personas armadas dentro del plantel escolar va a detener a esa persona a disparar. Quizás le disparan y a lo mejor lo detienen como habla. Pero insisto, esto no ha sido un problema. Llenar nuestras escuelas de armas se puede traducir a un nuevo problema que no hemos visto, así que es mi parecer en este momento es que no”, reiteró.