Sí, hay tiburones en la bahía
El cuerpo de agua es un lugar de propagación de especies.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Se debe controlar y proteger la bahía bioluminiscente.
Para el biólogo y pescador Carlos “Prieto” Ventura, no debe ser sorpresa para nadie la existencia de tiburones alrededor de Vieques y en la bahía bioluminiscente porque el mar es el hábitat natural de ésa y todas las especies marinas.
De igual modo, no debe sorprender a nadie que una de estas especies que habitan en estas aguas, no sólo tiburones, sino picúas e inclusive morenas, ataquen a una persona que se encuentre en su hábitat.
Según el pescador, los ataques de tiburón no suceden todos los días, pero sí ocurren a menudo “batallas” de pescadores y buzos con escuálidos, a quienes éstos han atacado. No obstante, el ataque más reciente que se conoce en Vieques, en el que un tiburón mordió la cabeza de un pescador, ocurrió hace varios años.
“Hay situaciones serias con los pescadores y buzos que han tenido que batallar con ellos. Van a bucear. El tiburón aparece. Se pone agresivo con ellos. El buzo se quita el tanque y se lo pone de frente para protegerse. Si anda con arpón, sólo lo hinca para espantarlo porque, en muchas ocasiones, vienen en busca de la pesca que tiene en el saco”, expuso.
“Hace un par de años, un tiburón mordió la cabeza a un pescador que estaba buceando. Le cortó en varios partes, cuando intentó morder la cabeza, pero mordió parte del regulador y el tanque y eso lo protegió. Eso fue en la parte norte de Vieques, casi llegando a Culebra”.
Ver tiburones es normal, dijo Ventura, ya que la bahía es un lugar de propagación de especies.
“ El pez grande se come el chico. Ahí se va a encontrar diferentes especies buscando comida. Lo que no queremos es que se vea al tiburón como una máquina devoradora de hombres, porque ahora, por tal de seguir utilizando la bahía como punto turístico, se puede desatar una cacería de brujas para comenzar a matar cuanto tiburón se encuentre en el camino. Tenemos que recordar que el animal está en su hábitat natural y que son los seres humanos los que van a perturbarlo allí”, advirtió el pescador.
Ventura, quien conoce las aguas de Vieques como si fueran la palma de su mano, destacó que hay cierta irresponsabilidad cuando se lleva a personas a áreas turbias, mencionando que cuando hay eventos de lluvia, las escorrentías llevan sedimentación a los cuerpos de agua y algo a lo que alguna autoridad tiene que estar pendiente, es a que las personas se metan en el mar en lugares donde las aguas sean claras.
“Porque cuando las personas nadan o los buzos nadan, se dice que uno no bucea en aguas turbias, porque uno no quiere pasar sustos. Las diferentes especies tienen la capacidad de recibir vibraciones de nuestro cuerpo a través de sus aparatos sensoriales y tal vez esa especie se acercó sin saber que es una persona, pero tal vez pensó que es algo que se pueda comer porque recibió la vibración de esa persona”, ilustró.
Gran parte de las especies del mar tiran por reflejo, dijo. Este pez que atacó a la turista, agregó, pudo haber estado tirando por reflejo.
“No quiere decir que se quiere comer a un hombre, y ésa es mi preocupación, que se esté desatando una cacería”, alertó.
Al comentar sobre el caso de la turista herida, que ella misma identificó como un ataque de un tiburón, Ventura señaló que, mediante el tipo de mordedura, un pescador de experiencia puede identificar cuál fue el pez que atacó. “Muchos hemos visto las mordidas de tiburones. La mordida va a depender del tamaño y la especie del tiburón”, dijo.