Sumidos en dolor por la súbita pérdida, confundidos y profundamente frustrados.

Así se encontraban ayer integrantes de la familia de María Isabel Reyes Valdés, una mujer que describieron como humilde y servicial, y quien falleció en medio de un confuso suceso ocurrido el domingo en Patillas, que involucró un accidente vehicular con varios heridos así como una prolongada y posiblemente fatal espera por una ambulancia con paramédicos calificados y equipo adecuado, según las denuncias de testigos de lo ocurrido. 

Mientras esperaban por más detalles, en la finca del barrio Beatriz del sector Luis Muñoz Grillo en Caguas, donde vive una buena parte de la familia Reyes Valdés, aún intentaban explicarse los sucedido. 

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Cruz, uno de los hermanos de la fallecida, contó que María Isabel era una persona “bien humilde, que compartía con todos”. 

Agregó que solía acompañarla los viernes a ir de compras y jugar maquinitas. 

“Ella se había ido de paseo con su pareja. Y como a las 3:00 nos avisan del accidente”, repasó el hombre. “Es algo malo. Una persona que quieres, que es tu familia, que es una buena persona, humilde… y pasa algo así”, lamentó Cruz. 

Su tío don Aurelio Torres García, que acompañaba a Cruz junto a su hijo Aurelio Torres Ayala, agregó que María Isabel apenas salía de su casa, “a menos que fuera con sus hermanos o con su pareja”. 

Aurelio, hijo, condenó que la ambulancia tardara cerca de 30 minutos en llegar al accidente como alegan testigos, y denunció que, de haber funcionado correctamente el servicio de emergencias médicas, su prima habría sobrevivido. 

Entre los testigos de lo sucedido se encuentra una paramédico que, según explicó en un vídeo colocado en una red social, aunque no estaba de servicio, acudió a la escena y dio primeros auxilios y resucitación cardiopulmonar (CPR en inglés) por una veintena de minutos, mientras esperaba ansiosamente por una ambulancia que no llegó a tiempo. 

“Se podía salvar. Si hubiera llegado la asistencia, se podía salvar”, insistió el primo. “No llegó el servicio que uno espera que llegue. Fue algo bien negligente. Es algo nefasto”. 

Don Aurelio fue más lejos y condenó a la clase política que dirige el gobierno y por ende los servicios de emergencias médicas. 

“Para robar, para eso sí bregan. Pero para mantener un servicio esencial, como el de las ambulancias, para eso no pueden bregar”, afirmó. “Fortaleza y el Capitolio son cuevas de pillos. Si los coge Jesucristo, les mete fuego a todos”. 

A pocos pasos, en otra de las casitas que coronan una verde colina, Israel, otro de los hermanos de María Isabel, también sufría por lo ocurrido. 

“Se siente uno mal. Ella era una persona bien servicial”, comentó. “Nos pasábamos en su casa (que está ubicada más o menos en el medio, entre las de los hermanos). Yo le ayudaba con su finca. Todos vivimos aquí en la finca”. 

Sobre lo ocurrido en el accidente, tras una larga pausa, Israel se limitó a decir que “se quedó allí esperando… y no llegó (la ambulancia)… y a lo último, se fue”. 

Su esposa, Bárbara Colona, se unió al coro de repudio por lo que se cree fue un servicio deficiente de emergencias médicas. “Es una negligencia. Eso no debe suceder”, dijo mientras sacudía la cabeza en negación. Además, recordó que es el segundo golpe que sufre la familia en poco tiempo, pues hace cerca de un año perdieron a otro hermano, Gilberto. 

No menos consternada se encontraba Olga Iris, otra hermana de María Isabel, quien regresaba junto a uno de los hijos de la fallecida luego de pasar por el tedioso proceso de la burocracia necesaria con la autoridades y Ciencias Forenses, y sin tener aún fecha clara de cuándo podrán tener un servicio para despedir a su hermana. 

Visiblemente adolorida, pidió entre llanto explicaciones para poder tener una idea más clara de lo sucedido con su hermana.

Reclamó que la policía y otras personas que estuvieron presentes en la escena relaten con claridad qué ocurrió, porque “ellos son los que de verdad saben, qué pasó allí”. 

“Es algo que pasa de sorpresa. Todavía estoy en shock. El viernes estaba con ella, en mi casa compartiendo… No sé ni por dónde empezar”, expresó con la voz entrecortada. 

“Pero aquí en Puerto Rico se puede esperar cualquier cosa. Lamentablemente no es el primer caso así”, sentenció, reiterando su pesar por la repentina partida de su hermana. 

Relato del incidente

La trágica muerte de Reyes Valdés se dio a conocer gracias a que la paramédico de Lares, Glorivee Acevedo, colocó en su cuenta de Facebook un emotivo vídeo en el que llora de frustración y critica al Gobierno por haber fallado en la respuesta de emergencia para salvar la vida de la mujer accidentada. 

Acevedo confesó a Primera Hora que, más allá de enfrentar la muerte, lo más que le causó malestar es que la ambulancia llegó 30 minutos después del accidente, sin equipo y sin paramédicos preparados para atender la situación. 

Afirmó que lo que le duele de toda la situación es que supo de mala manera “que el Gobierno está de oídos sordos y con vendas en los ojos. No están viendo la realidad que se está discutiendo hace más de año y medio. No hay servicios esenciales para la salud de un pueblo y no es la primera vez. En redes sociales me han indicado que hay varias muertes por esta misma falta”. 

Acevedo fue una de las primeras en llegar a la escena y estuvo por un periodo de 25 minutos dándole resucitación cardiopulmonar a Reyes Valdés, quien aparentemente sufrió un fallo respiratorio tras haber estado en un choque reportado el pasado sábado a la 1:40 p.m. cuando el auto en el que se encontraba supuestamente invadió el carril contrario.

Durante el incidente, los conductores de los dos vehículos de motor involucrados resultaron heridos, así como otros dos pasajeros.

Acevedo relató que salía de un evento deportivo de los Spartan Endurance cuando se topó con el accidente. 

Dijo que como un paramédico trabaja las 24 horas, los siete días a la semana, detuvo su auto y salió a ayudar.

“Me persono a un vehículo donde están gritando. Hay una señora bajo un ‘dash’ y la persona estaba bajo un fallo respiratorio. No estaba pillada, estaba atrapada. Pregunté si llamaron al Sistema (de Emergencias 9-1-1), si podían desconectar la batería”, comentó.

Indicó que, con la ayuda de un pastor, logró sacar a la mujer del auto, pero no tenía en su vehículo el equipo necesario para lograr resucitarla, como oxígeno. 

Así, como buen samaritana, fue que Acevedo se topó con “el cuco” al que había temido en su carrera como paramédico.

“Por primera vez en 19 años yo presencié cómo una vida se perdió por culpa del maldito sistema. Si me quieren llevar a la agencia o si le da la gana de llevarme y procesarme, pero vi una vida morirse porque se tardaron 30 minutos en llegar”, afirmó.

Dijo que, durante todo el periodo en que se tardó en llegar la ambulancia, dio comprensiones y mantuvo una buena vía de aire a Reyes Valdés, también le puso un suero.

“En mi vida yo me había sentido tan impotente y la señora se murió. La maldita ambulancia se tardó media hora en llegar”, manifestó, al aclarar que a la escena los policías sí llegaron rápido.

Más allá de la tardanza, la ambulancia y el vehículo de Emergencias Médica que llegaron al lugar no tenían equipo ni personal capacitado, según denunció la paramédico.

“No era el personal más apto para ese incidente, ni el más preparado. No sabían lo que tenían que hacer… Le pedí el resucitador, lo dejaron sin conectar al oxígeno y el oxígeno estaba cerrado. Le dije trae el monitor, el monitor no tenía paleta”, explicó Acevedo.

Por otro lado, llorando en su vídeo, la mujer expuso que hace como un año y medio supo que la situación de manejo de emergencias en la zona sur estaba en malas condiciones, pues asistió a una vista pública en el Capitolio en el que se tocó el tema. Por tal razón, la paramédico culpó al Gobierno por no haber tomado acción.

“El Gobierno son una basura, porque se roban los chavos, los clavos de la cruz, mientras una vida joven, que estaba paseando con su esposo, posiblemente, se perdió, por culpa de la basura del sistema”, concluyó la mujer.

106 ambulancias 

Primera Hora solicitó una reacción del Departamento de Seguridad Pública, a cargo de la Policía, Emergencias Médicas y el Sistema de Emergencias 9-1-1, a través de su portavoz de prensa Karixia Ortiz, pero no hubo respuesta sobre los problemas que pudieron haber ocurrido para que la ambulancia llegara media hora después del accidente. 

La funcionaria solo entregó parte de la información estadística solicitada. La misma revela que en Puerto Rico solo hay 106 ambulancias para atender las emergencias que ocurran en los 78 municipios, así como unos 612 técnicos de Emergencias Médicas, que incluye supervisores, paramédicos y despachadores. Además, el Negociado cuenta con 16 motoras y 26 guaguas que también son utilizadas para responder a las emergencias.