El mes de diciembre es de pura celebración para el boricua. Son días para compartir en familia, bailar y comer las exquisiteces de nuestra cocina.

Pero con esas fiestas viene el trago de ron, la cerveza o la copita de vino tinto, así que no es de extrañar que durante este mes, lamentablemente, incremente dramáticamente el número de fatalidades en las carreteras.

El problema que en ocasiones termina sumiendo a familias puertorriqueñas en una tragedia en plena época festiva radica en beber en exceso y luego tomar el control del volante.

Entre el 16 de diciembre y el 7 de enero de 2011, en la Isla se registraron 25 muertes en las carreteras. Entre estas, según estadísticas de la Policía, 10 estaban relacionadas con el consumo de alcohol.

En lo que va del mes, ya se han registrado 14 fatalidades. El total de muertes en el 2012, sin embargo, suma 331. “Los números son impactantes porque nadie está dispuesto a perder un ser querido y menos por un conductor irresponsable”, reconoció Zoriemy Rivera, directora ejecutiva de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito (CST).

De ahí su mensaje de que es responsabilidad de todos salvar una vida, tanto del que se da el trago como del que prefiere pasarla chévere sin la necesidad de consumir alcohol. “Nuestro mensaje principal es que guiar borracho es un crimen. Pero más allá de ser un crimen y de que vas arrestado, es que hay una muerte de por medio”, expresó.

El anfitrión tiene en sus manos el deber de velar por que sus invitados lleguen seguros a sus casas, limitando el consumo de alcohol y proveyéndole transportación u hospedaje de ser necesario.

Mientras, el individuo debe reconocer cuándo es el momento de detenerse. Sus acompañantes deben velar por que se pase la llave.

“El compromiso de todos es hacer las carreteras seguras. Que no nos empañe el luto, así que seamos responsables y tratemos de llevar el mensaje. Se puede disfrutar, pasarla bien y darse su traguito pero no se puede manejar en estado de embriaguez”, enfatizó la funcionaria.

Junto con el alcohol, hay otros factores que causan fatalidades en nuestras carreteras, como lo son el exceso de velocidad y el no utilizar el cinturón de seguridad. Igualmente, resulta letal no llevar a un menor en su asiento protector.

falta mucho por hacer

A pesar que las estadísticas reflejan una reducción gradual a través de los años en el número de muertes en las carreteras, la realidad es que aún falta mucho por hacer en el proceso educativo que no se puede ni debe detener.

Para el 2010, murieron 333 personas en las carreteras, en el 2011 fueron 353 y, este año, ya van 331.

Mientras, el 40% de las muertes en las carreteras se atribuye al alcohol y el 45% al exceso de velocidad.

El 25% de las fatalidades relacionadas a las bebidas embriagantes ocurre entre jóvenes de 16 a 24 años de edad. El 81% de las muertes en las carreteras se registran durante el periodo de jueves a domingo y el 84% ocurre en el horario de 6:00 p.m. a 6:00 a.m.

La reducción en muertes este año, Rivera se la atribuyó, en parte, al hecho de que el mensaje de concienciación ha sido uno constante a través del año. El mismo, sin duda, ha calado en quienes consumen alcohol.

“Esa es la misión, impactar y llegar a cada rincón. Nos estamos enfocando a distintos sectores. Hay quienes piensan que el punto son los jóvenes, pero la mayoría de las víctimas fatales en las carreteras están sobre 35 años”, abundó.

Así que si este fin de semana o durante la celebración de Noche Buena va a beber alcohol, hágalo con moderación y cuando vaya a tomar el control de su vehículo, recuerde que usted no solo es responsable de su propia vida, sino de otros que compartan la carretera con usted.