Sigue vivo el legado de Sister Isolina Ferré
El legado de Sister Isolina Ferré ha sido fundamental en el desarrollo de la sociedad puertorriqueña.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Su mirada abrazaba, sonreía, aliviaba, daba paz. En sus ojos se podían reflejar los puertorriqueños, en especial aquellos marginados, a quienes les dio visibilidad, a quienes empoderó con tres herramientas fundamentales: justicia, educación y comunidad. Pero más allá, los ojos de Sister Isolina Ferré eran unos ojos que cuestionaban: ¿Qué estás haciendo tú por la comunidad, por la familia, por los amigos, por la patria?
El legado de Sister Isolina Ferré ha sido fundamental en el desarrollo de la sociedad puertorriqueña y su proyecto de intercesoría comunitaria debe de servir de ejemplo para encaminar una política pública en el país de verdadero cambio social.
Ese fue el mensaje principal de los participantes en el conversatorio La obra social de Sister Isolina Ferré, que se llevó a cabo este viernes en el Centro de Adiestramiento Profesional (CAP) de la Universidad del Sagrado Corazón.
Esta actividad dio cierre al “Congreso Isolina Ferré y su trilogía de la esperanza”, que inició el jueves con una serie de conferencias celebradas en la Pontificia Universidad Católica de Ponce. El evento fue un encuentro de personalidades de diversos ámbitos para profundizar en torno a las diversas dimensiones de la vida de la misionera puertorriqueña.
El exgobernador Rafael Hernández Colón fue el orador invitado de este conversatorio, que también contó con la participación del juez del Tribunal de Apelaciones, José Alberto Morales, y de Lourdes Ortiz, directora del Instituto para el Desarrollo Humano a Plenitud de los Centros Sor Isolina Ferré.
Hernández Colón repasó la vida y obra de Sister Isolina, enfatizando su dedicación hacia los más necesitados y su impacto en la vida de miles de puertorriqueños. El exgobernador reflexionó sobre cómo el gobierno debe de modelar el proyecto de la religiosa para crear una política pública coherente que provoque verdaderos cambios, aunque reconoció que es un trabajo cuesta arriba por la separación de iglesia y estado y por los niveles de burocracia que existen en el gobierno.
“Estoy de acuerdo en que la política pública existente no está bien dirigida y encausada para atender la problemática social, ahora, cómo se establece una política pública que pueda instrumentarse para que tenga un alcance mucho más pleno que el que tiene los Centros, que atiende a una minoría, porque el problema es muchísimo mayor. ¿Cómo se llega? ¿Qué política pública se establece?”, cuestionó el ex mandatario, quien entiende que el gobierno debe de fomentar la creación de entidades sin fines d0e lucro que sigan una metodología similar a la de los Centros Sor Isolina Ferré.
El juez Morales, por su parte, compartió la sapiencia que tenía Sister Isolina de resolver los problemas sociales con total humanismo y con un convencimiento pleno de que cada ser humano era capaz de cambiar la situación del país.
“La única forma de transformar a una sociedad tan dañada y tan carcomida como la que tenemos hoy día en el mundo entero, porque no es Puerto Rico nada más, es haciéndole reconocer al pueblo que el poder lo tiene cada uno en el encuentro personal de cada día. Ese es el modelo de Sor Isolina y eso es lo que entiendo que debe de quedar claro de este congreso”, manifestó Morales.
Lourdes Ortiz abundó sobre la misión de Sister Isolina, cuyo legado continúa a través de quienes la conocieron y trabajan día a día en los centros. “La visión de Sister Isolina tomó el rostro de los pobres y a los pobres fue a los que ella dedicó su vida, uniendo todas las voluntades de todas las personas”, afirmó Ortiz.
Los panelistas coincidieron en que el legado del llamado Ángel de la Playa debe de continuar dándose a conocer y que cada persona tiene la responsabilidad de hacer algo por su comunidad y por su país; no ser indiferentes.
Luis Alberto Ferré Rangel, presidente de la Junta de Directores del organismo, se mostró satisfecho y contento con la celebración del Congreso. “Se valoró nuevamente el modelo que ella diseñó hace ya 40 años y se comprobó que todavía sigue vigente, y que no solo eso, sino que es adaptable, moldeable y habla del desarrollo integral del ser humano dentro de su comunidad y dentro de su familia, en una perspectiva integral. Ha sido una jornada productiva y cumplió con el propósito de dar a conocer nuevamente ese modelo”, expresó Ferré Rangel.
“El poder de aquellos ojos de Sister Isolina, era un poder extraordinario, y aquellos ojos, que son los ojos nuestros, tenían otras características, miraban a una persona a sus ojos y le decía: ¿Qué estás haciendo tú? Eso es interceder con la responsabilidad, porque la responsabilidad es la habilidad para responder a los demás”, recordó el juez Morales sobre la misión de la líder ponceña, cuyo centenario de natalicio inició este año y se extiende hasta el 2014.