Peñuelas. Sin luz, sin agua y sin carretera…

A pesar de los anuncios recientes de que ya se ha energizado la mayor parte de Puerto Rico, algunas áreas, como el barrio Quebrada Ceiba, del sector Corea, en Peñuelas, aún siguen a la espera de la electricidad, que perdieron desde el paso del huracán Fiona hace un mes.

Para el centenar de familias que vive en estas montañas que miran a la costa sur, este problema se añade a otro que padecen desde la década del 1980, que es la falta de un servicio de agua potable, a pesar que se llegó a construir la infraestructura de acueducto para la zona, pero nunca se puso a funcionar.

Y, por si fuera poco, la carretera de acceso a la zona, la PR-387, está plagada de derrumbes y árboles que amenazan con caer.

“Desde el huracán Fiona aquí no hay luz. Hay bastante dificultad para llegar al área. De camino, pues hay varios derrumbes”, comentó Jessica Vegas Santiago, residente del área, en un tono pausado, pero que no ocultaba su frustración.

Residentes del sector Corea en el barrio Quebrada Ceiba en Peñuelas, explican la situación de la falta de energía, agua y carreteras adecuadas para llegar a sus hogares.
Residentes del sector Corea en el barrio Quebrada Ceiba en Peñuelas, explican la situación de la falta de energía, agua y carreteras adecuadas para llegar a sus hogares. (osman perez)

Sostuvo que, si bien han limpiado una parte de la carretera, “como en el primer kilómetro”, pero más adelante, “los derrumbes son bastante grandes, y prácticamente hay un área que un carril está completamente cerrado y no han hecho nada hasta el momento”.

En el tema de la energía eléctrica, indicó que la comunidad esperaba la visita de LUMA Energy, lo que no ocurrió. “Dijeron que iban a venir el sábado (15 de octubre) y no llegaron. Y dijeron hoy (domingo) que iban a venir mañana (ayer, lunes)”.

Reinaldo Robles Quiñones, también residente del área, agregó que “le di conocimiento a LUMA del problema desde el 27 de septiembre”, e incluso recibió “número de querella y todo. Pero se ha quedado ahí, en número de querella”.

Primera Hora requirió el domingo una reacción a LUMA Energy, pero al cierre de esta edición no se había recibido.

Histórico problema de agua

En cuanto al servicio de agua, esa historia es otro cantar, que se viene escuchando desde hace décadas. “Eso es otro tema que llevamos levantando la voz por muchos años ya, para que se trate de resolver. Esta es una comunidad que nunca ha tenido agua potable”, comentó Vegas. “Entonces, pues nos llueve sobre mojado. Hemos pasado temblores, pandemia, que la salubridad tiene que estar en lo más alto”.

Explicó que, para resolver, algunas personas de la comunidad tienen cisternas, aunque otros no, y reciben “un agua de río, que es totalmente cruda, que lo que baja es bache, fango, hojas”.

Explican que el problema con el suministro de agua se ha extendido por décadas.
Explican que el problema con el suministro de agua se ha extendido por décadas. (Osman Pérez Méndez)

Indicó que la comunidad no ha cesado de reclamar que se atienda el asunto, “y han venido par de políticos por ahí, a aparecer en la foto”, pero sin consecuencias reales.

Sin embargo, el asunto se ha evaluado y “aproximadamente a un costo de $50,000, con la estructura que ya había de acueductos, se podía manejar un poco más rápido el asunto. Pero eso quedó en nada, porque el gobernador (Pedro Pierluisi) vetó la moción que se presentó”.

Mencionó que hubo una resolución del Senado, en la que se menciona que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) ha evaluado varias alternativas que serían “altamente costosas o no viables”. Se trata de la Resolución Conjunta del Senado 168, que vetó Pierluisi. “Así que no tenemos nada. Nada resulta. Para ellos esta comunidad, es inaccesible, no cuenta”.

No obstante, el Senado votó a favor de ir por encima de ese veto, y están a la espera de ver qué ocurre con ese proceso.

Entretanto, el municipio de Peñuelas provee agua para los vecinos que tienen cisterna, “pero eso es algo remediativo, para resolver”, y la comunidad lo que quiere es que se atienda de una vez su reclamo para que puedan recibir agua potable.

Robles narró que para 1983, se hicieron trabajos para un acueducto, pero, “según tenemos entendido” la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados abandonó luego el proyecto, y lo pasó a manos del Municipio de Peñuelas, que “también lo abandonó”. Aunque se llegó a construir bastante infraestructura, al quedar abandonada, terminó en parte saqueada, y usada por momentos como establo y como lugar donde abandonaban vehículos.

Este diario también intentó contactar al alcalde Gregory Gonsález, pero no respondió.

Reinaldo Robles Quiñones y Jessica Vegas Santiago, residentes del sector Corea en el barrio Quebrada Ceiba en Peñuelas.
Reinaldo Robles Quiñones y Jessica Vegas Santiago, residentes del sector Corea en el barrio Quebrada Ceiba en Peñuelas. (Osman Pérez Méndez)

Vegas, quien es maestra del sistema de Corrección y Rehabilitación, y Robles, quien es oficial de corrección, expresaron que la situación que viven se torna muy frustrante para la comunidad, y el asunto de la carretera les preocupa porque “es una cosa inhumana. Por ahí pasan un montón de residentes. Y es el único camino que hay”.

“Uno como ciudadano se indigna. Es difícil, porque uno siempre trata de mantener las cosas en orden. Pero el camino... yo no puedo. Eso requiere maquinaria”, manifestó Vegas.

Como parte de sus reclamos, que aseguran “son bastante justos”, los residentes expresaron descontento con el alcalde Gonsález, porque “nos sentimos que no ha cumplido, en las promesas, o por lo menos el servicio que debe mantener y más después de un huracán. Porque el camino, es totalmente horrible llegar”.

“Y la luz, eventualmente, va a llegar. Pero, por ejemplo, allá abajo viven personas mayorcitas, y la planta está prendida todo el tiempo. Lleva casi ya $500, a razón de $17 por día, es una cantidad considerable. Y son personas mayorcitas que quieren tener sus cosas en orden. Y es difícil”, comentó Vegas.

Robles comentó que, luego de María, la comunidad estuvo más de ocho meses sin energía eléctrica, y muchos en la comunidad, lamentablemente, ya se han acostumbrado o resignado a vivir bajo ese olvido, y han perdido las esperanzas de recibir los servicios básicos.

“Es difícil, porque uno se levanta, va a la faena del día y pues regresa y hace sus cosas. Pero uno trabaja bastantes horas, llega cansado, no hay luz, y tiene que estar haciendo maravillas para poder tener las cosas de una manera adecuada. Algunas personas tienen planta, otras no. Pero es bien difícil, tras que traes el cansancio, ver la falta de servicios de una administración que ni tan siquiera promete. Porque ni promete y no cumple. Porque de verdad que siempre se ha quedado en nada”, insistió, con evidente molestia.

“Mire, uno se fastidia trabajando. Es necesario tener unos servicios básicos de calidad, porque uno es un ciudadano, y yo pago contribuciones. O sea, tengo un servicio de luz que el más costoso nunca antes visto en este país, y el servicio de reparación y restablecimiento del mismo, nada, nulo, no llega. La factura es lo que sigue llegando. Y entonces uno como ciudadano se indigna”.

“Nosotros hemos hecho un reclamo. Y el reclamo es justo. Y entendemos que siempre nos hemos parado en esa postura. Y hemos tratado de levantar la voz, no para crear una controversia, sino que somos seres humanos. Necesitamos servicios básicos. Pero nos sentimos que nadie nos escucha. Todo el mundo en lo suyo, y pues, allá que resuelvan como puedan, que sobrevivan como puedan. Pero es difícil. Y nosotros somos la voz que representa a todas esas personas que llevan muchos años en la comunidad y ya están cansados. Así que levantamos la voz también por ellos”, reiteró Vegas.