Los síntomas de la menstruación que sufren las adolescentes y jóvenes boricuas afectan el estudio, la concentración y la asistencia a la escuela, según se reveló este jueves.

La conclusión se llegó luego de que un equipo compuesto por estudiantes de escuela superior del Centro Residencial de Oportunidades Educativas de Villalba (CROEV) y de medicina de la Ponce Health Sciences University (PHSU) indagaran sobre los efectos de la menstruación. El estudio fue titulado “Salud menstrual y educación entre adolescentes de Puerto Rico” y estuvo dirigido por la doctora Idhaliz Flores.

Según se precisó en comunicado de prensa, el estudio concluyó que los síntomas menstruales afectaron sustancialmente el estudio y la concentración del 38% de las adolescentes, mientras que un 33% de las participantes indicó que dichos síntomas afectaron su la asistencia a la escuela.

Los hallazgos se obtuvieron tras evaluar las características del ciclo menstrual y la prevalencia de desregulaciones del ciclo menstrual y condiciones de salud ginecológica entre adolescentes en Puerto Rico y obtener información sobre las fuentes de educación sobre salud menstrual que utilizan. Las participantes de este estudio cursaban sexto grado hasta segundo año de universidad con representación de todo Puerto Rico.

Entre otras cosas, el estudio indica que la educación menstrual que recibieron las participantes fue principalmente en las escuelas (67%), seguido por el hogar (62%) y un 39% dijo educarse a través de las redes sociales.

“Las madres fueron la fuente más confiable de información sobre la menstruación (85%)”, se precisó.

Además, de los datos recopilados se desprende que las estudiantes de escuelas públicas recibieron más educación sobre la menstruación que las de escuelas privadas (75% versus 60%), quienes también informaron una menor comprensión sobre este tema. Las participantes más jóvenes (14 años o menos) recibieron menos educación y se sintieron menos cómodas respecto al tema.

Por otro lado, los síntomas menstruales más comunes entre las participantes fueron baja energía (74%), irritabilidad (74%) y cambios emocionales (64%).

De hecho, el 63% de las estudiantes informó el uso de analgésicos que no requieren recetas médicas durante el periodo menstrual.

“Durante la pubertad, pueden ocurrir interrupciones del ciclo menstrual que a menudo se resuelven espontáneamente. Sin embargo, en algunos casos existe la necesidad de tratamiento médico o seguimiento. El conocimiento de las características normales y anormales del ciclo menstrual es clave para reconocer las condiciones ginecológicas que requieren atención médica”, expresó Amanda Detrés, quien recién se graduó del Programa de Medicina de PHSU, es residente de primer año del Programa de Residencia de Obstetricia y Ginecología del Hospital Episcopal San Lucas en Ponce.

Por su parte, la doctora Flores indicó que este estudio en curso ayudará a mejorar la educación sobre la salud menstrual en los planes de estudios escolares para promover una mejor comprensión y disminuir el estigma en torno a este proceso biológico.

Flores explicó que se encuentran en el proceso de reclutamiento de participantes entre los 11 a 20 años para conducir una segunda fase de este estudio. Las interesadas pueden comunicarse al 787-840-2575 x 2206 o enviar correo electrónico a iflores@psm.edu.