María Teresa González Cruz estaba feliz de asistir a la Ceremonia de Bata Blanca de su nieto Arnaldo Isaac, el cual estudia Medicina en la Universidad Autónoma de Guadalajara en México, pero un evento inesperado la mantiene en estado crítico en el Hospital San Javier.

Durante el viaje realizado el lunes, 10 de enero, González Cruz, una teniente jubilada de la Policía Estatal, sufrió una rotura de aneurisma mientras dormía, horas después de hablar por videoconferencia con su familia en Puerto Rico a quienes les expresó cuánto los amaba.

Sin embargo, tras notar que los ronquidos de su abuela no eran normales, Arnaldo Isaac llamó a su tía para expresarle el temor de que algo ocurría con su adorada Soli, tal como le llaman sus seres queridos. Así que decidió no esperar más y fue con su pareja a buscar una ambulancia.

“Cuando mi sobrino me llama a las 6:00 de la mañana, hora de Puerto Rico, me dice que ella está roncando de manera rara y yo le digo: “A lo mejor es que está cansada”. Y él dice: “No, mamá, no. A abuela le pasa algo”. Mi sobrino y mi nuera se movieron rápido y fueron a buscar una ambulancia, corrieron hacia el Hospital San Javier, consiguieron una ambulancia y la trasladaron al hospital a donde le diagnosticaron que a ella se le había reventado un aneurisma en la arteria basilar”, contó la hija de Soli, Nahirlynn Morales González.

La fémina tuvo que viajar de emergencia a México para estar al lado de su madre, pero no pudo, pues la expolicía arrojó positivo al COVID-19 tan pronto fue atendida en la institución hospitalaria a donde permanece hace aproximadamente cinco días.

En medio de su desesperación, le pidió al médico a cargo del caso que le mostrara una foto de su progenitora para ver el estado en que se encontraba; confirmando la gravedad que ya le habían explicado.

“Hoy (domingo) es el quinto día luego de la operación. Ayer sufrió un evento de que la presión craneal le subió a 24 y eso no es nada positivo. Los médicos la estabilizaron, bajaron aún más el frio del cuerpo, a ella la tienen como en hipotermia, se lo bajaron más y lograron estabilizarla nuevamente y tener la presión en 11, que dentro de todo es algo bueno. Esta mañana fuimos al hospital, pasó la noche estable, la presión del cráneo le bajó a 9″, relató.

“Pero esto es un proceso de día a día porque no me dejan verla. Ella aquí salió positivo a COVID y, por las mañanas y las tardes, el médico nos dice cómo va evolucionando. Yo solamente pedí que si me podía mostrar una foto de ella para yo saber que ella está bien y solamente el doctor me mostró esa foto y es de la única manera en que la he podido ver en todo este tiempo”, expresó entre sollozos.

Asimismo, expuso que el pronóstico médico para sacarla de la crisis es de unos 15 días.

“Estamos en los días críticos, del periodo crítico de la enfermedad, todavía nos queda la próxima semana. Esto es como una flecha que va subiendo, mientras más pasan los días, esos primeros 15 días pues es lo más crítico donde los médicos están para salvarle la vida y estamos en ese proceso”, confesó.

“Estamos pidiéndole mucho a Dios, a todas las personas que oren por mi mamá. Estoy sorprendida de tantos mensajes emotivos, bonitos, que reconfortan. Personas que trabajaron con ella que me han llamado, que ni conozco que me envían un mensaje del gran ser humano que es mi mamá y que todo el mundo está orando por ella. Eso es lo importante”, destacó.

“Mi mamá es una persona que no tiene nada de ella, todo el mundo la quiere porque es de un corazón noble, a ella le gusta servir a su prójimo, a todo el mundo", destacó la hija de la teniente jubilada, Nahirlynn Morales González.
“Mi mamá es una persona que no tiene nada de ella, todo el mundo la quiere porque es de un corazón noble, a ella le gusta servir a su prójimo, a todo el mundo", destacó la hija de la teniente jubilada, Nahirlynn Morales González. (Suministrada)

De hecho, González Cruz fue la primera mujer policía en el Municipio de Manatí y laboró 18 años con el Municipio de Vega Alta a donde luego trabajó en Relaciones con la Comunidad y más adelante como guardia escolar. Al momento de su jubilación, tras 32 años de servicio, laboraba en Operaciones de Campo en el Cuartel General.

“Mi mamá es una persona que no tiene nada de ella, todo el mundo la quiere porque es de un corazón noble, a ella le gusta servir a su prójimo, a todo el mundo. Es una madre espectacular, una abuela extraordinaria, fue una hija dada por su mamá a quien ella cuidó. Es un ser humano de envergadura, es nuestro bastión y nuestro sostén”, destacó.

Ahora, es su madre quien requiere ayuda urgente de la ciudadanía ya que los costos del hospital son altísimos ya que, durante los primeros dos días, el gasto se elevó a $52,000 dólares.

“Ahí tengo una lucha porque el plan médico que tiene Mami que es a través de Medicare por la pensión, es MMM. Yo llamé al plan y ellos dicen que el plan es internacional y que lo tienen que coger aquí, pero acá en el hospital dicen que ese plan no lo coge. Estamos pagando y para que tenga una idea, al segundo día de mi mamá haber estado en el hospital, llevaban $52,000″, manifestó.

“Todo es bien costoso por todos los procesos que le están haciendo, porque no es que haya sufrido un evento de que se cortó un dedo, es algo mayor y la operación es carísima. Ella está en un excelente hospital aquí, la atención médica, el doctor que la está atendiendo nos mantiene al tanto de todo. Por WhatsApp los doctores se comunican. Está bien atendida. La única situación es los costos de la hospitalización y del procedimiento”, lamentó.

El clamor de esta familia es poder ver a su madre levantarse del estado crítico en que se encuentra y que, en un año, pueda presenciar la graduación de su nieto en Medicina, “pues ese es su gran sueño”.

Las donaciones para colaborar con los gastos médicos de Soli se pueden hacer mediante ATH Móvil al 787-975-5676, cuenta cheques 3600090769 de First Bank a nombre de Nahirlynn Morales González o vía PayPal: nahirlynnmoralesgonzalez@gmail.com.