Son más los boricuas que tiran la cuenta del carro a pérdida
Aumentan las cifras de autos reposeídos en el primer trimestre de 2018.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
PUBLICIDAD
La devastación del huracán María, la maltrecha situación económica que viven miles de boricuas y la incertidumbre por el futuro de un país que no saca los pies del plato, parecen contribuir al ritmo ascendente que mantienen las ejecuciones de carros en la Isla.
El primer trimestre del año (enero a marzo) cerró con 5,503 vehículos reposeídos, 2,439 se encuentran en un inventario de la banca y no en manos de los puertorriqueños, según las cifras de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF).
Para el Comisionado de OCIF, George Joyner, la dificultad en las gestiones con los clientes tras la emergencia provocada por María, y las herramientas de las moratorias o prórrogas otorgadas en el caso de los préstamos de autos, pudieron contener estos número en el 2017, pero han tenido repercusiones en los comienzos del 2018 y, por consiguiente, en lo que resta de año.
“En el 2017, el total de reposeídos fue de 14,218, versus 17,351 que hubo en el 2016, por lo que el efecto neto fue que no se entregaron tantos autos al final del año 2017 porque estaban las moratorias vigentes. En enero de 2018 comenzaron los pagos y ahí se da un incremento en reposesiones, porque culminaron los periodos de moratorias y prórrogas. Entiendo que este año podríamos llegar a los 20 mil autos reposeídos, porque si al final del primer ‘quarter’ ya tenemos más de 5,000, y extrapolas eso por cuatro ‘quarters’, te da un aproximado de 20,000”, explicó Joyner.
Por su parte, la vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos de Puerto Rico (ABPR), Zoimé Álvarez Rubio, coincide en que la culminación de los mecanismos de ayuda activados a causa de la emergencia son un factor clave de este aumento en reposesiones registradas el primer trimestre del 2018.
“Toda situación que afecte la economía de un país impacta el cumplimiento de los consumidores con sus obligaciones financieras de pagar auto, hipoteca, préstamos personales, entre otras. La industria bancaria ofreció moratorias automáticas para los pagos mensuales de financiamiento de autos, las cuales permitieron que, por varios meses, las cifras de reposeídos se mantuvieran bajas, pero luego de terminar la moratoria pudo haberse reflejado un alza en las cifras finales”, destacó Álvarez Rubio.
No obstante, la vicepresidenta de la ABPR establece que la migración hacia Estados Unidos también ha jugado un papel determinante en el aumento de casos de autos que han sido entregados a la banca.
“Existen diversos factores que pudieron haber incidido en el alto volumen de inventario de vehículos reposeídos que reportó OCIF y uno de estos factores es el aumento de casos de ciudadanos saliendo de la Isla en búsqueda de mejores oportunidades. Generalmente, la decisión de entregar un vehículo responde a la imposibilidad de continuar con el auto y su financiamiento fuera de la Isla. En ese proceso de mudanza muchos entregaron sus vehículos de forma voluntaria y esa cantidad se suma al inventario de reposeídos”, sostuvo la licenciada.
Por su parte, Joyner coincidió en que la histórica migración de puertorriqueños tras el huracán ha contribuido a las cifras presentadas y estableció que aún está por determinarse cuán severo ha sido el impacto en ese sentido.
“Hubo un movimiento migratorio considerable que puede jugar un papel importante en esas estadísticas de este año, pero aún no sabemos cuánto de ese efecto va a ser temporero y cuánto va a ser permanente. Pero, sí es cierto que ahora vamos a ver un aumento en las reposesiones que fueron las que no ocurrieron a finales del año pasado”, recalcó el comisionado.
Según Álvarez Rubio, no todo ha sido negativo, ya que María también ha traído nuevas oportunidades para la industria de autos y los compradores, lo que contrasta con las dificultades mencionadas.
“Es necesario destacar que la industria de autos experimenta un alza en compras de vehículos nuevos y usados. Esto, en parte, por la necesidad de reemplazo de automóviles que sufrieron daños por los huracanes… Confiamos en que esta tendencia continúe hacia el cierre del año en curso. Mientras tanto, la industria bancaria se mantiene observando de cerca las fluctuaciones del sector de financiamiento de autos con el fin de identificar los distintos factores que impactan sus números”, sostuvo.
Mientras que el Comisionado de OCIF también respalda los esfuerzos de los concesionarios de autos y de la banca en medio de tiempos difíciles y espera que pronto la economía comience a dar un giro favorable para todos.
“Lo que vemos es que los concesionarios están mercadeándose fuertemente y hemos visto que la industria está cobrando forma. Sabemos que en los próximos tres a cinco años, debe estar entrando entre $30 y $50 mil millones a la economía del País y la expectativa de todo el mundo es que va a ser un impacto grande y todos esperamos que sea un impacto duradero que ayude a levantar la economía. Esperamos que esa ayuda que ya ha empezado a llegar y la que viene de camino sirva como pista para que la economía arranque y despegue finalmente”, culminó Joyner.
Los dejan en el aeropuerto
Damarisse Martínez, portavoz de prensa de Aerostar, empresa que administra el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín en Isal Verde, Carolina, en el periodo de septiembre a diciembre de 2017, se registraron 40 vehículos en aparente abandono allí.
De éstos, siete regresaron a sus dueños, cuatro fueron reclamados por bancos y 29 continuaban en el área de depósito.
Un mes después del azote del huracán María, el presidente de Aerostar, Agustín Arellano, confirmó a Primera Hora que había pasajeros que estaban dejando “abandonados” sus vehículos en el aeropuerto, pero había indicado que era prematuro para determinar si con el éxodo de puertorriqueños a Estados Unidos durante aquellos precarios meses que provocó el ciclón, esa tendencia iría en aumento.
“Seguramente, ante un evento de la magnitud de María, quizás el número inicial se eleve, pero es muy pronto decir todavía cuál va a ser el fenómeno. No tenemos un número para comentarlo en este momento”, expresó Arellano.
En aquel entonces, el empresario explicó que el procedimiento a seguir cuando algún pasajero abandona su vehículo en el parking es esperar entre 45 y 65 días para reportarlo a la Policía. Agregó que tras completarse una investigación se retira el vehículo por orden de la Policía y se coloca en un depósito “que tenemos conjuntamente con la Policía para hacerle todos los cargos correspondientes”.
Arellano indicó que si el vehículo resulta tener un préstamo financiado por algún banco o institución financiera (dato que se corrobora con la tablilla) se le notifica a las instituciones (dueños legales del vehículo) para que los recojan y procedan con el paso legal que corresponda.
En la entrevista, Arellano insistió en que el abandono de autos en el aeropuerto ocurre durante todo el año y que es una tendencia observada con más frecuencia desde que se agravó la crisis fiscal en el País. Sostuvo que lo “normal” antes del ciclón era contabilizar “dos o tres vehículos por mes”.
“Ahora, si son 5 o 10, de seguro vamos a decir que aumentó, pero la salida de gente de Puerto Rico, realmente fue mucha, muy apresurada y algunos ni siquiera se fueron para no regresar, sino que van a regresar en algún momento en que estimen que las condiciones estén normalizadas”, reflexionó el empresario.